LONDRES (Febrero, 2013)

Este año las minivacaciones de carnaval nos han llevado a Londres. Es una ciudad inabarcable y mucho menos para ver en tres días, aunque le hemos sacado bastante partido al corto periodo que hemos estado en ella y, aunque algunas ya la conocíamos, las demás se han podido hacer una idea bastante aproximada.
Como ya es habitual hemos quedado para salir desde la puerta del instituto donde nos esperaba el bus que nos trasladó hasta la terminal en Barajas de donde salimos a su hora.
Llegamos al aeropuerto de Heathrow  también en punto y allí nos debería estar esperando un microbús de Easyjet (Easybus)para ir al centro, pero este servicio funciona rematadamente mal. Éramos 10 personas y teníamos la reserva pagada para una hora determinada pero el bus llegó tarde y, para colmo, había recogido a más personas de la cuenta y no cabíamos, ni nosotras ni el resto de personas que había también con reserva; casi nos tuvimos que pegar con el resto para subir unas cuantas aunque cuatro de nosotras se tuvieron que esperar a otro bus.

Cuando llegamos todas a la ciudad tomamos unos taxis para llegar al hotel. Por cierto, mi maleta se perdió y, aunque parezca increíble,  apareció el día que nos volvíamos, o sea, que ni la llegué a abrir. Prueba irrefutable de que se puede viajar sin nada.
 El primer día compramos los billetes de metro para tres días en Russel Sq. Y nos dirigimos a la zona centro, el puente de la Tate (la antigua) para ver el M-7 (el edificio del Servicio de Inteligencia) que sale en la última peli del agenta 007.
Continuamos el paseo por la margen del río hasta las casas del Parlamento; unas entramos a visitar la Abadía de Westminster y el resto se fue a tomar café. A continuación cruzamos el famoso puente sobre el Támesis para contemplar el London Eye y el famoso Big Ben. Continuamos el paseo hasta Trafalgar Sq. Cogimos el metro y nos fuimos a ver la zona de Candem donde comimos y pasamos la tarde. Charo nos invitó a café para celebrar su cumple. La verdad es que el famoso mercado que antaño se caracterizaba por ser lo más alternativo se ha convertido en una serie de puestos de chinos con algún artesano. Nada que ver con lo que era hace unos años. Al caer la noche volvimos al centro para ver el ambiente en Times Sq. y las calles comerciales. Acabamos en los precisos almacenes Fortnum & Mason. Fuimos a cenar al Covent Garden, pero pasamos por el restaurante del famoso chef televisivo Jamie Oliver , y nos quedamos en él donde comimos, por cierto, de maravilla y no es caro para estar en Londres. Después algunas nos fuimos a dormir y el resto a tomar cubatas al bar del hotel.
El segundo día realizamos una excursión a Greenwich. El día no acompañó porque llovía sin parar pero aun así tomamos el barco-bus por el Támesis, cómodo y calentito, que nos llevó a modo de visita turística
Llegamos, vimos el Cutty Shark, dimos una vuelta por el mercado  y Carmen se fue con una amiga suya; las demás subimos al Museo del Observatorio Real. Muy interesante. Después quedamos ya todas para comer en un restaurante moderno al que nos llevó la amiga inglesa. Volvimos en metro a Londres , dimos una vuelta turística acompañados por ella y después nos fuimos al barrio chino pues el carnaval de año nuevo es una fiesta magnífica y, aunque llovía, estaba a rebosar de gente. Dimos una vuelta a empujones por el gentío y mientras se hacía la hora de la cena dimos una vuelta por el barrio,  visitamos la tienda de M&M y tomamos un café. Cenamos en un chino que nos recomendaron y que no estaba mal, ni bien. Decente.
El tercer día lo iniciamos con la visita del Palacio de Buckingham donde nos cayó un buen nevazo, aunque las fotos salieron por ello bonitas. De ahí nos fuimos a Covent Gardem donde pasamos el resto de la mañana. Comimos en un pub típico inglés con una camarera muy agradable que hablaba español y una comida estupenda.
Después nos encaminamos a la catedral de St. Paul, cruzamos el puente del Calatrava y visitamos la Tate Modern con sus espectaculares vistas de la city desde la cafetería. Al salir, nos hicimos unas fotos en El Globe y contemplamos el skyline  por la noche que es impresionante. Volvimos a cruzar el río y discutimos si ir a la torre de Londres o volver al centro e ir de compras a Harrod´s que fue lo que decidimos al final. Pasamos ahí el resto de la tarde. Cenamos en un pub inglés (fish, of course) en el que un tenor amateur nos deleitó con unas piezas improvisadas.
La última mañana nos dispersamos. Dos se fueron al  British Museum; otras dos, a una exposición de fotografía,  y el resto cogimos le metro y nos dimos una vuelta por el barrio de Notting Hill y el famosísimo mercado de Portobello que es una verdadera pasada, con tiendas preciosas con artículos de todo tipo muy, muy originales y estilosos. Nos habría gustado tener más tiempo para dedicarlo a callejear por la zona pero había que coger un avión.
Volvimos al hotel todas puntualmente y en taxis a la parada del bus Easybus que en esta ocasión fue puntual y cupimos todas. Comimos en el aeropuerto todos los deliciosos ibéricos que trajeron las hermanas y algunas cosillas ricas más que llevaban las demás. El vuelo salió a su hora sin problema y el bus nos esperaba en Madrid. Llegamos a Albacete tarde y cansadas, pero felices de haber podido realizar otro año más el ya institucionalizado “viaje de las chicas”.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS