NUEVA YORK (Navidad, 2013)

Por fin ha llegado el ansiado momento en que volvemos a Nueva York. La ciudad en la que nadie se siente extranjero.
Hemos decidido pasar allí las vacaciones de Navidad y recibir al nuevo año.

Sábado, 28 de diciembre

Salimos de Albacete en el AVE de las 5 de la tarde en dirección a Madrid para dormir allí y partir al día siguiente hacia EEUU. 
El viaje en tren estupendo pero al llegar a Atocha nos damos cuente de que no llevo mi cartera, ni el pasaporte, que era lo principal; tras unos minutos de pánico decidimos llamar a la familia para que vayan a casa a ver si está allí o, lo que sería peor, me la han robado. Afortunadamente estaba en casa y ahora el problema era hacerla llegar a Madrid. Tras varios intentos de buscar a alguien que la trajera en tren o en bus (no había a Madrid ninguno a esa hora) pensamos alquilar un coche para volver a recogerlo, hasta Albacete o mitad del camino, pero los hados se confabulaban   contra nosotros porque ninguno llevábamos carnet de conducir; y cuando, finalmente! Julián iba a venir a Madrid a traerlo, cayeron en la cuenta de contratar a un taxista que, por 300 euretes, nos le trajo. Al fin pudimos dormir.

Domingo, 29 de diciembre

Salimos al aeropuerto en metro, y cuando estábamos facturando, siguiente contratiempo: nos informan de que el vuelo, que era directo (y más caro por ello), debía hace escala en Gander (Canadá) para repostar, por lo que llegaríamos a NY dos horas más tarde (que fueron tres). La verdad es que es la primera vez que volamos con la compañía  United Airlines y no nos ha gustado mucho. Mejor US Airways, que fue con la que fuimos en otra ocasión a NY con escala en Charlotte (Carolina)
Para rematar llevé en el asiento de detrás una niña que no dejó de dar patadas, golpes y empujones en mi respaldo ni un minuto durante las 12 horas de viaje. Definitivamente, los niños pequeños e incontrolables deberían viajar en una zona aparte con sus padres para no molestar al resto del pasaje.
La verdad es que el viaje se hizo eterno y mucho más largo que si hubiéramos cogido un billete con escala. Y ahí no acabaron los inconvenientes del viaje pues al llegar a inmigración me retienen porque había, según me explicaron, un problema con mi nombre (alguien que se llamaba igual que yo). No pasó nada, pero supuso otros 3/4 de hora. En resumen una pesadilla entre susto del pasaporte, retraso del vuelo, niña china fastidiando y comprobación de identidad en la aduana.
Pero al fin nos encontrábamos en suelo americano. 
Llegamos a la terminal B de aeropuerto de Newark, el más alejado de Manhattan, pero la combinación es muy buena. Hay que coger el AIR TRAIN que circula entre las terminales y conecta con la estación de tren; está muy bien señalizado por lo que solo hay que seguir las indicaciones. Al llegar a la entrada del Air Train hay unas máquinas expendedoras con opción en varios idiomas, incluido español, para los billetes. Hay que marcar el destino: Penn Station, y el billete ya vale para el Air train y el tren a NYC.  ($12,50) Se sube por unas escaleras automáticas a la plataforma del Sir train y, si hay algún problema, en todas las paradas hay unas señoritas con uniforme para informar. Desde la terminal B, la nuestra, son 3 paradas. Hay que bajar en Newark Airport Railway Station, y allí seguir las indicaciones a New York, acceder por unos tornos con el billete y coger el tren: NJ transit (andén A). No hay pérdida, además hay personal de la estación en cada acceso e indicando Penn Station informa d el andén. En unos 20 minutos se llega a la estación. Desde allí fuimos al metro de la 34 st. con Bway y cogimos la línea F hasta nuestro apartamento en el 87 1st Av. Al llegar nos estaba esperando Cati,  la hermana de Charli,  para darnos las llaves. Fue muy, muy amable. Nos acercamos a por algo para cenar y desayunar mañana, nos instalamos, ducha, cena y a dormir porque eran cerca de las 3 de la mañana (hora de España)



Lunes, 30 de diciembre

Con el jet lag, no hemos descansado mucho. Hoy toca callejear y conocer bien la zona. Y lo que vaya saliendo.
Comenzamos el día tomando un café en un ligar recomendado Elsewhere Expresso, pero no estaba muy bueno porque estaba concentrado en exceso, incluso denso, y no era agradable al paladar.
Continuamos por la calle 10 que atraviesa el East Village visitando varias iglesias en el camino como St. Mark in the Bowery



Llegamos a Greenwich Village y callejeamos por el barrio (es la zona donde se encuentra la casa de Carrie en la serie Sexo en Nueva York, Perry St., y también la casa de la actriz Sarah Jessica Parker, Charles St.). No pudimos resistirnos a comprarnos unos cupcakes en Magnolia Bakery y después continuamos paseo hasta el Soho  disfrutando del maravillosos ambiente de sus calles tiendas. 



Desde Canal St. volvimos a subir por la Avenue of the Americas hasta el 18 de cornelia Dt. con Bleecker St. para comer en Pearl Oyster Bar (lugar recomendado por el novio americano de Almu) que efectivamente es un ligar fabuloso (lleno hasta la bandera). Es fabulosa la New England Clam Choder (9€) una exquisita sopa de crema de almejas típica de Boston, donde la probamos por primera vez y que nos moríamos por volver a comer. También es muy rico el lobster roll (más caro, 26€) un panecillo frito alargado relleno con una especie de ensalada de langosta servido con patatas pajas. Muy recomendable también.
De ahí cogimos el metro y nos dirigimos a "donde Cristo perdió el gorro", o sea, a una zona del sur de Brooklyn llamada Dyker Heights. Habíamos leído que es un barrio donde en Navidad (hasta el día 31 de diciembre) decoran las casas con luces y los vecinos compiten para ver quien tiene la casa y jardín más decorado, iluminado y llamativo. Incluso hay excursiones turísticas a la zona. La verdad es que nos gustó mucho, a pesar del intenso frío que hacía; es digno de ver y muy curioso. El primer lugar hay que  ir bien abrigados y, en segundo, se puede ir en metro sin contratar una excursión. ¿Cómo? Cogiendo la línea D que atraviesa Manhattan, cruza el río y baja hasta el sur de Brooklyn. Hay que bajar en la parada 79 St. o 18 Av. (OJO!! Las calles y avenidas que nombro son de Brooklyn, no de Manhattan. Este barrio está en Brooklyn) Nosotros bajamos en 79 St.,(que queda más o menos a la altura de la 7 Av.) y continuamos subiendo por la calle 79 hasta la 13 Av. al llegar a esta hay que girar a la izquierda y continuar hasta la calle 83 (parece complejo pero no hay pérdida pues las calles y avenidas son correlativas y numeradas) También podéis preguntar al salir del metro por Dyker Heights y cualquiera os indicará la dirección que debéis seguir. Durante el trayecto ya se van viendo bastante casas decoradas muy chulas, pero lo gordo está en las calle 84 y 85. Es espectacular y exagerado, parece Disneilandia, los jardines llenos de soldaditos de plomo gigantes, muñecos, Papás Noeles, animales... muy, muy extravagante todo. Muy americano, era como en las películas. Espectacular. Alucinante.








De ahí, desanduvimos el camino por otras calles para ver más casas, y cogimos el metro hasta el apartamento. Estábamos ateridos de frío.


Martes, 31 de diciembre

Hoy termina el 2013.
Hemos comenzado la mañana, como siempre, tomando un café. Lo hemos intentado en Abraço [86 E 7th St, East Village] pero estaba a tope, incluso gente esperando en la calle (tiene fama de tener un café fabuloso) y hemos acabado en una cafetería de la 2 nd. Av. cuyo nombre no digo porque el café era malo, malo, malo. ¡Mira que es difícil encontrar un buen expreso en NY!
Después hemos ido a hacer la compra a un super genial y enorme en la calle 4 con la Av. A, Key Foods, algo para la cena de esta noche y el desayuno de mañana.
Una vez repuesta la despensa hemos cogido el metro para ver los preparativos en Times Square y alrededores. 
Lo primero que hemos visto al bajar de metro y dar unos pasos ha sido una pista de patinaje al aire libre instalada en Bryant park, tras la biblioteca,que era uno de nuestros sitios preferidos de la ciudad. Hemos estado mirando cómo los patinadores daban vueltas a la enlrme pista que se extendía a los pies de unenorme árbolde navidad con los rascacielos como telón de fondo, al son de los acordes de villancicos navideños que todos asociamos con las películas ameticanas que ponen en la tv en Navidad. Un momento mágico. Junto a la pista había instalado un mercadillo navideño con muchos puestos de cosas variopintas pero specialmente gorros, bufandas y guantes. Domingo se ha vomprado una gorra muy chic.
Al llegar a Times Square nos hemos encontrado con que la famosa plaza de la bola de fin de año estaba cercada con vallas y había muchísimos coches de policías y cops organizando el dispositivo para esta noche. 
Después hemos paseado por la zona de Broadway hasta Port Authority donde hemos cogido el metro de nuevo a East Village para ir a comer al mejor restaurante mejicano de la ciudad que se llama, paradójicamente, Barrio Chino, en el 253 de Broome St. & Orchard, otra recomendación del novio de Almu. Es jn lugar pequeño y acogedor y, también, lleno a rebosar de gente. La comida, para quien le guste lo mejicano, es muy tica y enormes las raciones. El servicio, rápido, atento y amable.
Al salir estaba nevando y el frío aumentaba así que hemos ido a descansar un rato. Por la tarde hemos paseado por todo el barrio viendo los preparativos de la nochevieja. Habíamos pensado ir al puente de Brooklyn después de la cena a ver los fuegos artificiales pero finalmente hemos preferido ver las campanadas de la Puerta del Sol, con retraso, y la gala de fin de año en TVE a través de la tablet.
FIN DEL 2013. A ver si el 2014 es un buen año, sin sobresaltos.




Miércoles, 1 de enero

Hemos comenzado con un café en The Bean, en la esquina de la 2nd muy cerca de esta parada de metro. El expreso no era malo para ser NY. 
De ahí hemos cogido el metro hasta el puente de Blooklyn para cruzarlo y ver el ambiente que se respira el día de Año Nuevo. En la estación del metro, había muchísima policía que dirigíana. La gente para salir al exterior por determinadas salidas, bloqueando otras. Hemos pensado que era porque estarían aún con la resaca de la noche anterior. Al salir había muchísima gente, más cops y se veía en la cera de enfrente, cercada por la poli, una especie de graderío con un escenario y gritos y música. Hemos pensado que era la celebración de Año Nuevo. Aunque el frío era intenso, había bastante gente paseando por el puente, muchos neoyorkinos haciendo deporte y, la mayoría, turistas. El ambiente era estupendo y las vistas fabulosas.


Hemos comprado algunos souvenires y cuando nos dirigíamos al metro para cruzar al otro lado del río observamos que la gente de las gradas que estaban en la acera de enfrente comenzaba a chillar y agitar pancartas y vemos que sale alguien del metro por el acceso que tenía cerrado la policía: EL FLAMANTE ALCALDE DE NY en persona, Bill de Blasio, y su familia; al principio no lo hemos reconocido aunque sí identificado a su hijo Dante, el de las melenas afro, un negro alto que creíamos que llevaba una peluca. Ha sido igualito que en las películas americanas de elecciones: la misma pose, los mismos gestos. Luego hemos mirado en internet y hemos sabido que hoy ha tomado posesión del cargo. O sea, que hemos asistido a un momento importante.




Hemos cotilleado un poco y hecho algunas fotos y luego hemos cogido el metro para dar una vuelta por el Promenade, un paseo junto al río, que transcurre bajo el puente de Brookyn y desde donde se puede contemplar una las mejores vistas del puente y del skyline de NY. Mefece mucho la pena este recorrido. Para llegar hay que tomar el metro y bajar en Clarck St., y bajando hasta el río se encuentra el promenade. 


Ya que estábamos allí nos hemos acercado a comer a una de las mejores pizzerías de NY, Grimaldi, en 1 Front St., que se halla ubicada en un precioso edificio histórico; pero después de hacer cola media hora a una temperatura espeluznante, ha salido un camarero a decir que abrirían a las 2 así que, dado que faltaban 3/4 de hora, para no morir congelados, nos hemos ido a otro restaurante cercano muy friky y vintage donde hemos comido muy bien.


Por la tarde hemos ido al centro Rockefeller para ver la famosísima pista de patinaje al aire libre instalada en la plaza y el árbol de Navidad, cuyo encendido marca el comienzo de las fiestas en la ciudad. La pista decepciona un poco, nos gustó más la de Bryant Park, aunque había que ver esta que es la que sale en todas las películas. Ni qué decir tiene que estaba atestada de turistas.






Hemos dado una vuelta por Fifth Av. y nos hemos tomado un café con leche en el Starbucks. El frío iba en aumento así que de ahí hemos cogido el metro y hemos vuelto al apartamento.

Jueves, 2 de enero

Hoy ha sido el día dedicado a compras: shopping in New York.
Para empezar el día nos hemos tomado un café, al fin, en Abraço (86 E 7th. St., al lado de casa) que estaba bueno para ser NY, pero no tan excepcional como habíamos leído, y después hemos continuado en metro al World Trade Center para ir a uno de los lugares emblemáticos de compras-chollo en la ciudad, el Century 21, unos enormes almacenes con ropa y zapatos de marcas y diseñadores famosos a 1/2 y 1/3 de su precio; el paraíso de las compras. Muy recomendable, aunque tan abarrotado de gente que resulta un poco agobiante. Tras efectuar algunas compras, hemos comido en el barrio en un lugar de sandwiches corriente y luego hemos vuelto a la zona de calzado del Century 21 que está en una especie de locales separados.
Otros almacenes para encontrar chollos en la ciudad son los Nordstrom Rack , en Union Square, y hasta allí nos hemos ido; no obstante, estos no tienen ni punto de comparación con Century 21.
Hemos concluido el "shopping day" echando un vistazo a alguna de las también famosas tiendas vintage, como Tokio 7, en el 64 de la calle 7 entre la 1ª y la 2ª Av. , pero la verdad no me han gustado mucho: ropa vieja, fea y cara, y con ese desagradable olor de las tiendas de ropa de segunda mano. Hay otras tiendas vintage, donde compran las "celebrities" que son chulas ( y carísimas) y que probablemente huelan bien y tengan cosas interesantes, pero no hemos ido. En otra ocasión.

Viernes, 3 de enero
Al levantarnos y abrir las cortinas... ¡OH! Todo está cubierto de nieve. Desde la ventana vemos a los vecinos limpiando sus patios con palas. Es precioso!!!
Así que comienza el día viendo en las noticias el estado de emergencia decretado en la costa.
La televisión y los periódicos recomiendan constante y encarecidamente a la gente que no salga de sus casas y las clases se han suspendido. El JFK está cerrado. Al principio teníamos duda de si salir o no, pero nos  hemos animado y dirigido a Central Park con la intención de ver el ambiente. Hoy es el día perfecto para ir al museo y visitar las partes del  Metropolitan que la otra vez no tuvimos tiempo. 
Al salir del portal la vista era excepcional: todo blanco, un extraño silencio y máquinas quitanieves por todas las calles. La gente se afanaba por dejar limpia y segura la entrada a sus negocios quitando con palas la nieve y echando sal.
La verdad es que estaba todo precioso, aunque el frío era atroz; la 7ª, Park Avenue, la 6ª y la 5ª sin apenas coches, todo cubierto de nieve y apenas se oía algún ruido. Espectacular. Y Central Park lleno de gente y de niños jugando y deslizándose por la nieve. Entramos y dimos un brevísimo paseo por el parque. Muy chulo.
Hemos visitado el Metropolitan y no nos acordábamos de que es gratis y cada uno paga lo que quiere (preguntan en la taquilla cuánto se quiere pagar). Este museo es una verdadera maravilla, aunque no puedo evitar pensar (como me pasa en Londres, Berlín o El Vaticano) en todo lo que han sustraído de países como Egipto. En fin, hemos pasado el día prácticamente en el museo (incluso hemos comido dentro) Al salir hemos ido al Madison Square Garden para buscar una tienda (Jacks) en las que venden unas agendas muy chulas para llevar a las chicas. No había el modelo que buscábamos pero he comprado otras.
Hacía un frío horroroso, según han dicho con una sensación térmica de -23°C, así que nos hemos ido a casa. Hemos comprado algo para cenar y desayunar y hemos visto la TVE en la tablet.







Sábado, 4 de enero

Hoy continúa el estado de alerta y la nieve sigue cubriendo las calles y avenidas. No es cómodo y hace muchísimo frío pero es una experiencia maravillosa y extraordinaria.
Decidimos que también hoy es un día para permanecer a cubierto y todavía nos quedaba visitar el Museo de Historia Natural para ver una exposición temporal sobre el veneno (un amigo nos encargo visitarla y traerle documentación)

Con bastante problema (dado que era difícil andar pues había aún nieve, pero lo peor era que en muchas zonas se había congelado por lo que llegamos al museo casi patinando desde el metro.
La verdad es que el museo es muy interesante y sorprende la excepcional recreación de los hábitat de los diferentes animales. Respecto a la muestra del veneno, creo que los dos esperábamos más.
Al salir era ya casi la hora de comer. 
Cogemos el metro y nos vamos a nuestro barrio, el East Village, a uno de los sitios recomendados por nuestro asesor, pero hoy solo tenían brunch y ya ha cerrado; acabamos comiendo en una pizzería del barrio que no está mal. 
Hace un frío atroz así que nos vamos al apartamento y pasamos la tarde calentitos. Solo bajamos un momento al super a por algo de comida y desayuno de mañana.

Domingo, 5 de enero

Amanece lloviendo. Vamos a experimentar todas las posibles inclemencias del tiempo durante este corto viaje.
Después de desayunar nos vamos hacia el centro y decidimos subir al Rocks on the Top, en el complejo Rockefeller. Llegamos temprano y nos tomamos un café en los corredores interiores del complejo, junto a la pista de patinaje. Encontramos un sitio donde el café es muy bueno: Whichcraft, al lado de la entrada a la pista de patinaje. No es nada especial pero el café, como digo, riquísimo.
Cuando llegamos a las taquillas del Rocks on the top no había nadie por lo que nos alegramos; creímos que era porque hacía un día de perros (lluvia, viento, frío...) y la gente no se había animado a salir pero, al acercarnos, uno de los guardias de seguridad nos dice que mejor no subir y que perderíamos el dinero porque hay mucha niebla y no se ve nada. Se lo agradecemos y nos vamos. 
Damos una vuelta por la zona y nos topamos con la catedral de St. Patrick que en nuestra visita anterior no pudimos visitar porque había una boda y estaban realizando tareas de mantenimiento y toda ella se encontraba cubierta con lonas y con andamios. En esta ocasión pudimos entrar, pero nos llevamos un poco chasco porque seguían las reformas, y los andamios en el interior. No obstante, pudimos hacernos una idea. Al salir, como la lluvia no cesa, decidimos acercarnos al Radio City Music Hall que aún no conocemos por dentro. Pero al llegar lo encontramos cerrado por reformas hasta mañana. De ahí nos vamos a un museo de radio y televisión, pero preguntamos y todas las audiciones eran en inglés así que desistimos.
Parece que todo se confabula para no poder visitar hoy nada. No para de llover y hay una aire molesto.
Hartos del agua pensamos que lo mejor sería ir a comer y, en esta ocasión, nos decantamos por un lugar conocido y que nos encanta: un famoso vietnamita: Republic, en Union Square.
Nos tomamos unos noddles con marisco que estaban riquísimos. Uno de los mejores sitios de NY para tomar comida asiática que nos recomendaron el año pasado Maite y Wanda.
Al finalizar la comida ha parado un poco de llover así que nos damos un garbeo por el barrio. Encontramos, por casualidad, una ¡¡ CHOCOLATERÍA !!, como las nuestras y que, al parecer, tiene mucho éxito aquí porque "no cabe un alfiler": Max Brenner, en Unio Square. Rápidamente una amable señorita nos apunta en la libretita para reservar turno en una mesa y tenemos suerte porque solo esperamos un cuarto de hora ya que 5 minutos después de entrar nosotros comenzó una marabunta de gente que se vio obligada a esperar su turno en la calle, alargándose además el periodo de espera hasta una hora. Nos tomamos un chocolate riquísimo y calentito que nos supo a gloria y nos sentó divinamente.

No teníamos muy claro qué hacer por la tarde, y como el tiempo no daba tregua,decidimos hacer   algunas compras a cubierto; así que cogimos el metro y nos fuimos a la zona del norte de Broadway que recordábamos como muy animada y comercial. fimos una vuelta por allí, entrando en algunas tiendas, incluido un Century 21 donde estuvimos bastante tiempo mirando las gangas que caracterizan a este gran outlet.
Bajamos paseando por Broadway hasta el Lincoln Center que estaba precioso todo iluminado y con los brillos y reflejos de la lluvia. Paseamos por allí viendo una exposición de escultura contemporánea al aire libre, hicimos unas fotos en el Metropolitan Opera House y de ahí nos volvimos a casa en el metro. Cena, agotando las últimas provisiones, tele y a dormir la última noche en esta maravillosa ciudad.



Lunes, 6 de enero
Hoy es nuestro último día. No conoceremos a nuestra anfitriona porque, debido al mal tiempo, se ha quedado bloqueada en el aeropuerto en Méjico. Dedicamos la mañana a recoger y limpiar un poco el apartamento. Salimos a tomar un café en nuestro sitio favorito de la 2ª Avenida, The Bean,  y comemos temprano en una de las más famosas,  típica y auténtica hamburguesería de nueva York, que está justo al lado del apartamento, en la 2ª Av.: Paul´s, un local pequeño con una enorme hamburguesa de plástico en la entrada, tipo bar americano de carretera que vemos en las pelis, con unas cuantas mesitas pequeñas con mantelitos de cuadros rojos y blancos. Muy, muy recomendable. Las hamburguesas de carne auténtica, muy sabrosas pero sin nada de grasa, con patatas francesas fritas riquísimas; la ración enorme y el precio muy ajustado.
A primera hora de la tarde hacemos el mismo recorrido del primer día hacia el aeropuerto de  Newark: Metro, tren y air-train; este último había tenido una avería y el servicio iba muy lento por lo que, una vez en la estación, nos ofrecieron la opción de trasladarnos hasta la terminal en autobús. El vuelo bien y esa noche dormíamos en casa. 

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS