EEUU: NUEVA YORK, BOSTON, WASHINGTON y NIÁGARA (Verano, 2012)

VERANO EN NUEVA YORK

Hoy, día 26 de julio, comienza nuestro ansiado viaje a Nueva York. El vuelo despegó a su hora e incluso llegamos con adelanto a Charlotte (nuestra escala) por lo que tuvimos que esperar bastante para desembarcar. Menos mal que cogimos un vuelo con dos horas de escala porque si no, son tantos los trámites, que lo habríamos perdido. Primera impresión de los americanos: son unos histéricos con la seguridad; los trámites y papeles y registros e inspecciones para entrar en el país son alucinantes (ESTA, pasaporte, impreso de entrada, toma de huellas de ambas manos con la mano entera y el pulgar, foto que te hacen ellos, paso con las manos en alto por un scanner (tipo película del futuro) de cuerpo entero, frotamiento en todos los dedos y las manos con un papel reactivo buscando...¿restos de droga?, etc. En fin, ¡ALUCINANTE!
Al llegar al aeropuerto de La Guardia, ningún problema: compramos la metrocard y cogimos el M60 que nos dejó muy cerca de la casa donde nos estaba esperando Mayte. Nos enseñó la casa, nos dio las explicaciones pertinentes y... !nos invitó a una fiesta el domingo en su patio! A continuación nos instalamos y salimos a un super a por algo para la cena y el desayuno de mañana. Y después NY nos recibió con un preciosos cielo gris y una tormenta que refrescó bastante el ambiente.


Viernes, 27 de julio.
MANHATTAN

Entrada de nuestro apto.
Nuestro apartamento
Hoy nos hemos tomado el día para familiarizarnos con la ciudad, sus transportes y orientarnos un poco. Nos hemos levantado temprano y hemos salido andando hacia la 16th. y luego hemos bajado por la Fifth Avenue hasta Central Park, pasando por el Guggenheim, Metropolitan, para después entrar de lleno en el capitalismo más bestial: como frikys auténticos hemos entrado en el emporio Apple (para volverse loco con todo lo que allí tenían), y nos hemos dedicado a poner la web de la SAO en todas las ipads y portátiles que hemos encontrado, que eran muchísimos; Hemos pasado por la emblemática Tiffany's después hemos entrado en el impresionante edificio de Donalt Trump que es de dudoso gusto, pero impresiona, para acabar en la plaza del Rockefeler Centre con su colosal escultura dorada.

Hemos comido una ensalada gigante con 1.000.000 de ingredientes elegidos por nosotros, que estaba riquísima y luego hemos continuado el paseo por la 5th. (St.Patrick, Public Library, Empire State Building...hasta llegar al emblemático edificio Flatiron con su pecuñiar fachada superestrecha y forma triangular. El recorrido ha llegado hasta el nº 1 de la 5th. que termina con un arco del triunfo en conmemoración de Washington. Hemos descansado un rato largo en jn banco de esta animada plaza para luego volver por Broodway hasta Times Square que estaba a rebosar de gente. Como nos sentíamos bastante cansados de tanto andar, hemos cogido en Central Park el M10 hasta la 116th. y allí el 116 hasta casita. Compra en el super y a dormir.


Flatiron building

Times Square

Rockefeller Center

Guggeheim Museum

MET



Sábado, 28 de julio. MANHATTAN

Segundo día de aclimatamiento a la ciudad. Hoy tocan los transportes y el resto de la inmensa urbe. Comenzamos con el metro y lo tomamos para irnos hasta Union Square donde los sábados ponen un mercado de productos ecológicos y artesanales. ¡Una pasada! Y no me ha parecido nada caro en comparación con los escandalosos precios de todo lo ecológico en Albacete. Verduras y frutas de todo tipo, carnes y pescados, dulces variados y tartas caseras (hemos comprados unas tortas con chocolates que estaban de muerte y que nos hemos zampado allí mismo) y muchísimos productos frescos y naturales. Daban ganas de comprar de todo. La plaza estaba animadísima y había muchos jugadores de ajedrez alrededor.
De ahí hemos pensado bajar por Bowery, donde ¡¡AL FIN!! me he podido tomar un buen expresso en COLOMBE (los americanos tienen de todo, pero no se puede decir que sea fácil tomar un buen café en NY porque en la mayoría de los sitios es espantoso), hasta Little Italy, pasando por Nolita donde visitamos al antigua catedral de San Patricio (en NY lo de menos es visitar iglesias) Llegamos a Little Italy que está a tope de turistas; luego a China Town, que idem. Para mi gusto, son zonas excesivamente turísticas donde se apiñan los restaurantes a ambos lados de la calle y los camareros, carta en mano, se lanzan a la caza y captura de los turistas. En China Town me ha sorprendido y decepcionado que no había ni una tienda con imitaciones de buenas marcas en bolsos o relojes (quería comprarme un Cartier, modelo Tank Solo Gold) pues me habían comentado que aquí podría encontrar todo ello y era muy similar al mercado de la calle de la Seda en Peking; pero resulta que en los últimos años están muy perseguidos por las autoridades por lo que se han visto obligados a cerrar muchos negocios, además de castigar con multas tanto a vendedores como a compradores.
La verdad es que esta ciudad ofrece unos contrastes impresionantes pues parece que se trate de muchas pequeñas ciudad unidas en un mismo espacio lo que es curioso pero le hace no tener personalidad o identidad propia, o tal vez en eso radique su esencia. NY no tiene historia, es una ciudad de inmigrantes donde parece que nadie es de aquí. No sé, esta ciudad produce una extraña sensación como de conglomerado sin sentido.
Como ya era la hora de comer, y además llovía, buscamos un sitio para tomar algo y nos decidimos por el famoso Excellent Dumping House recomendado en alguna guía(111 Lafayette St.) La verdad es que es un lugar un poco cutre pero de los que nos gustan porque no es excesivamente caro y la comida estaba realmente deliciosa, muy suave lo que parea ser un asiático, es de agradecer; recomendamos el Sizzling Chicken Lo Mein Thai Style: $7.95; las fuentes son grandes, o sea, que si no sois de mucho comer, pedid una.
Con las fuerzas recobradas continuamos el paseo bajando hacia el distrito financiero, pasando por el City Hall, que es magnífico, como corresponde a una ciudad como esta; la Trinity Church, el maravilloso edificio Woolworth (me parece el más bonito de NY, una catedral gótica de 60 pisos) llegamos a la Zona Cero y pensamos en sacar tickets (son gratis) para visitar el Memorial 9/11(parque conmemorativo del 11/S); nos dieron para las 18:00 así que nos sentamos un rato a descansar en un jardín y después bajamos a Wall Street para ver la Bolsa más grande del mundo(como era sábado estaba cerrada y no había ambiente mercantil, aunque sí supersuperturístico. Un rato después entrábamos a visitar la Zona Cero entre enormes medidas de seguridad(como en un aeropuerto). La verdad es que impresiona y eso se podía leer en las caras de la gente: en el lugar exacto de las torres hay ahora dos inmensas piscinas por cuyos bordes discurre el agua en cascadas de una altura de 30 pies y que vierten toda el agua a un vacío central. Ambas están rodeadas de pretiles de bronce en los que se encuentran inscritos los nombres de las 2983 víctimas. También puede verse un peral al que llaman "el árbol superviviente" porque ha sobrevivido a los dos atentados que han sufrido las torres. La verdad es que merece la pena la visita porque es impresionante y la idea de Michael Arad, arquitectónicamente, es insuperable y brillante. Nos ha encantado pese a lo triste del motivo por el que se construyeron.
Para rematar el día fuimos a ver el puente de Brooklyn desde uno de los muelles del río East y acabamos en el Pier 17 que es un centro comercial junto al río, muy muy animado. Subimos por la calle Fulton a la boca de metro y nos dispusimos a coger el 6, hasta la casa, pero resultó que esa línea, a esa hora no paraba en todas las estaciones y justo en la nuestra, no. O sea, que nos tocó bajar y buscar un bus que encontramos sin problemas porque funcionan de maravilla.
NOTA SOBRE LA METROCARD. Recomendamos comprar esta tarjeta que es recargable: se compra con unos 5 viajes por $ 10 y pico y se va recargando en las mismas máquinas del metro. Se recarga en dinero, no en viajes y según recargues más cantidad te bonifican. Todas las máquinas dan la opción de elegir el español para hacer cualquier operación por lo que no hay problemas con el idioma. Algo importante es que la metrocard no es personal sino que sirve para que la usen varias personas. El mismo billete sirve para cualquier cambio entre buses y metros durante las dos horas siguientes al pique del billete. En el metro no hay problema porque no se sale, pero si se quiere cambiar entre metro y bus, hay que meter la tarjeta en cada nuevo transporte y sonará un pitido dos veces (eso significa que estás en el periodo de dos oras y no se cobra; si no, solo suena un pitido) Si vais varios con la misma tarjeta, en el primer transporte se mete la tarjeta tantas veces como viajeros; en el resto, solo se mete una vez para todos.
Hay otra metrocard que vale $29 y vale para una semana en bus y metro indefinido. Hay también de un mes.
Llegamos sin problemas y a dormir.

Fifth Avenue

9/11 Memorial

9/11 Memorial

Brooklyg Bridge

Little Italy

Union Sq.

La Bolsa


Domingo, 29 de julio. MANHATTAN

Hoy ha sido un día tranquilo pero lleno de emociones y hemos conocido a un montón de gente.
Hemos pasado la mañana recorriendo el barrio: hemos ido a comprar a un centro comercial enorme que hay cerca, hemos ido al río para ver Manhattan desde aquí y hemos paseado por la margen, y visto el resto del entorno. Luego hemos comido y hecho el planning de las visitas de las próximas semanas.


Sobre las 18:00 nos hemos bajado a casa de Mayte y Wanda que nos han invitado a una fiesta en el jardín para inaugurar una escalera nueva que da acceso a este desde otra parte de su casa. Hemos preparado un gazpacho andaluz que nos ha salido muy rico y eso es lo que hemos llevado a la fiesta; a todos les ha gustado mucho. Ellas han hecho barbacoa, aperitivos, ensaladas, tarta y bebidas. Había un montón de amigos suyos, de todas las nacionalidades incluidos algunos españoles, todos supersimpáticos, y ha sido fácil entenderse porque casi todos hablaban español y hemos necesitado poco el inglés. Casi todos eran periodistas y artistas, gente muy interesante y bohemia que nos han recomendado un montón de sitios guays a los que tenemos que ir. Ha sido una tarde maravillosa y lo hemos pasado divinamente. Hemos vuelto a casa a las 11:00 de la noche.


Lunes, 30 de julio. MANHATTAN

Hoy empezamos con las visitas a fondo de los lugares más importantes de la ciudad. Hemos elegido el Museo de Historia Natural al que hemos llegado media hora después de abrir, a las 10:30. Allí nos han entregado el talonario de CityPass que habíamos comprado por internet, para tener las entradas y no tener que hacer cola en los puntos de interés especial.
El museo está muy bien; la mayoría de los fondos son animales disecados, pero también es muy interesante la parte etnológica con una extensa colección de objetos muy interesantes. Especialmente nos ha llamado la atención la insuperable recreación de los hábitats de los animales en los que apenas se distingue la pintura del fondo del paisaje real. También hemos entrado al planetario a ver una película de media hora sobre el universo con unas imágenes espectaculares.
El único problema del museo es el mismo que hay en todo Nueva York: ¡EL FRÍO! Es horrible el frío que se pasa en el interior de cualquier local, da igual que al exterior haya 40ºC., tienen el aire acondicionado excesivamente fuerte y la verdad es que no luce nada la visita porque lo que se desea es salir a la calle al sol. Uno se congela en el metro, en el autobús, en las cafeterías, en los restaurantes, en los museos...en todos sitios. Mañana no olvidaremos un jersey. De todas formas, nuestra impresión es que esta ciudad es la ciudad del derroche energético absoluto.
Al salir, después de estar sentados un buen rato al sol para calentarnos hemos bajado por Central Park hasta el emblemático edificio Dakota donde vivía John Lennon (y donde lo mataron) y de ahí hemos seguido hasta el Centro Lincoln donde se halla la Metropolitan Opera House y varios importantes teatros, ademas del prestigioso Juilliard School of Music. Tras comer y tomar café en la Av. Broadway la hemos seguido hasta acabar en la 62nd. St. por la que hemos llegado al Riverside Park que estaba a esa hora lleno de deportistas haciendo footing y montando en bici. Nos hemos sentado un rato en el café desde el que se disfrutan unas vistas estupendas del río Hudson con el sol cayendo y reflejado en sus aguas: un placer. Después nos hemos unido a los deportistas y hemos andado por la vereda que discurre junto al río desviándonos para callejear un poco y visitar la catedral más espectacular de NY: Saint John The Divine: es una joya, una espectacular catedral neogótica que impresiona por su magnitud y por el contraste con el tipo de edificios que se dan en esta ciudad. Al llegar al parque Morningside, que por cierto es muy agradable y coqueto, nos hemos adentrado en él y en un corto paseo estábamos en la 116th., donde hemos cogido el bus hasta casa.

Museo de Historia Natural

Edificio Dakota (John Lennon)

Metropolitan Opera House



Martes, 31 de julio. MANHATTAN

Hoy habíamos pensado ir a Staten Island, pero como no hace mucho sol, los planes han cambiado y nos hemos dirigido a visitar la Central Station, lugar mas que conocido por las películas americanas. La verdad es que es impresionante, muy bonita y monumental. Hemos bajado al low level donde está la zona de restauración y hemos tomado un café muy bueno en PEPE ROSSO, un Segafredo. Recomendable.
También hemos visto el famosísimo Oyster Bar(donde se comen ostras riquísimas, pero a nosotros no nos gustan las ostras, así que solo lo hemos visto desde fuera y hemos hecho unas fotos); también fotos a los mostradores con magdalenas de colores de la sucursal de la famosa Magnolia Backery.
A continuación hemos ido al edificio Chrysler, a ver si nos dejaban pasar a ver el enorme vestíbulo con sus pinturas murales; hemos pasado sin problemas y la verdad es como todo aquí, gradioso.
Luego nos hemos acercado a ver la catedral católica de San Patricio, la más famosa de NY, y la más grande, construida por los irlandeses neoyorquinos, pues el otro día nos pudimos entrar porque había una boda.
De ahí hemos echado otro vistazo al Rockefeler Center. Ya que estábamos en esa zona, habíamos visto en una guía que muy cerca hay unas enormes mansiones de estilo renacentista que pertenecían al fundador de Northen Pacific Railways, quien arruinado las vendió. Uno de los palacetes alberga el New York Palace Hotel cuyo vestíbulo se puede visitar. Nos acercamos y, la verdad, merece la pena entrar y ver la opulencia de esta casita.
Llegados a la 5ª av. Nos encaminamos a la biblioteca. Si alguien va a NY no puede perderse la Public Library; nos la recomendaron los amigos de Maite, nuestra casera, y se puede visitar sin carnet ni nada. Es alucinante, una maravilla (le da un aire a la de Madrid) y lo mejor es que se puede pasear por todo el interior sin problema, incluso se puede acceder a la sala de lectura, estudio... A todos sitio. Si bajáis al low level, en la Children' s room está el original Winnie the Pooh en una vitrina. Le hicimos una foto. En la biblioteca suele haber exposiciones temporales; en esta ocasión había una muy inetersante: Lunch Time in NY, sobre la historia de la "comida rápida" y no rápida pero siempre en la calle (hay que decir que aquí todo el mundo come fuera de casa -como es lógico- y, aunque suene a tópico, son muy aficionados a la "comida basura" que para colmo de males está muy buena.
Al salir de la biblioteca cambiamos de planes puesto que el día estaba regular y nos decidimos a subir al Empire State. Entramos en el fabtástico vestíbulo donde está el conocido mural metálico. Hay bastante cola, medidas de seguridad, pasillos, escaleras..., resumiendo, algo más de una hora para llegar al ascensor que en un minuto nos sube al piso 81 (duelen hasta los oídos de la velocidad: no recomendable para claustrofóbicos) y ahí en otro ascensor se sube al observatorio que está en el piso 86, a tope de gente. Con la entrada nuestra CityPass incluyen una audioguía en español que explica todo lo que se ve desde el observatorio. Da bastante vértigo estar allí arriba, pero las vistas son magníficas. Contemplado NY desde aquí hemos decidido no subir al Top on the Rocks pues debe ser parecido y como las altura no nos van mucho, con el Empire (y el helicóptero que hemos reservado) tenemos suficiente.
Al bajar nos tomamos un café con leche de esos de casi litro que toman aquí en una cafetería y continuamos el paseo hasta el Madison Square Garden y el impresionante edificio de correos, que está justo enfrente, y que imita un enorme templo neoclásico.
Volvimos dando un paseo hasta Madison para coger el bus y vimos un espectáculo increíble: el Empire State iluminado de colorines, rojo, verde, azul, amarillo...¡Pues estaba bonito!

Grand Central Station

Oyster Bar (Garnd Central) 

Rockefeller Center

National Library

National Library

Empire State




Madisson Square Garden



Miércoles, 1 de agosto. MANHATTAN

Hoy ha amanecido lloviendo. Aunque parezca raro, no estamos pasando calor en absoluto en NY, es más, casi frío. Hemos elegido debido al tiempo, visitar hoy el Museo de Arte Mderno. Nadie debería irse de NY sin visitar el MOMA. Es alucinante, no solo el edificio sino lo que tienen. Recomendamos especialmente la planta del Surealismo: deja con la boca abierta. Matisse, Miró, Braque, Modigliani, todos los impresionistas, Picasso, Rousseau, Andy Warhol, Lichtenstein... Y de todos ellos las obras que tantas veces hemos visto en libros. A quien le guste el arte, tiene una cita obligada.
Al salir, llovía y os hemos metido a tomar una pizza gigante muy rica en un sitio cutre que estaba hasta la bandera cerca del conocido Radio City Music Hall. Después hemos estado un rato callejeando y haciendo algunas compras en tiendas chulas por las que hemos pasado y en El Corte Inglés de NY, o sea, Macy' s. Hemos ido hasta una tienda de electrónica y fotografíq que nos ecomendaron y que está entre la 9ª Avda. y la calle 34 cuyo nombre es B&H. Es una macrotienda que tiene de todo en primeras marcas. Es alucinante, un lugar donde los amigos de todo lo que tiene que ver con foto, vídeo audio se volverán locos; y a unos precios muy buenos. La tienda está regentada por judíos y casi todos los vendedores lo son también. Es curioso el sistema pues no se coge el artículo y se paga sino que se elige, te hacen un ticet, se paga por una de las muchísimas cajas y tu compra sube del almacén por una especie de pequeño montacargas con cadenas y se desliza por unos carriles que hay por el techo hasta llegar al lugar de recogida. Cuando cerraron seguimos pateando el centro, en especial la calle 42 que está animadísima (pasamos por el Madam Tussauds y la zona de los cines; en uno de ellos me hice una foto con Morgan Freeman) , para acabar en el caos y el bullicio continuo de Times Square. Cogimos el bus de vuelta, paramos en el super a hacer unas compras y a casa.


MOMA




Museo de cera Madame Tussauds 

Calle 34

Times Square


Jueves, 2 de agosto. MANHATTAN. STATEN ISLAND. BROOKLYN

Hoy ha vuelto de nuevo el calor y el sol bochornoso. Como hacía tan buen día nos hemos decidido por empezar en el High Line, un parque de dos kms. Construido en alto aprovechando las vías del tren. Es lo más reciente en NY y teníamos muchas ganas de verlo. Con un sol de justicia, hemos empezado el recorrido en la calle 30. La verdad es que es una pasada!! Muy bonito, alternativo, moderno y agradable. De cuando en cuando tiene miradores en cristal para las vistas y muchos bancos para descansar. En muchas zonas se ven los raíles del tren. Lo hemos andado entero aunque hemos bajado a la calle para comer en un sitio muy, muy chulo que hemos visto desde lo alto. Se trata de un diner, el típico restaurante que sale en todas las películas americanas con su pinta de caravana, taburetes en la barra y pequeñas mesitas con asientos tipo tren y camarera con su boli y cuadernito en la mano y su jarra sirviendo tazas de café y , ahora, vasos de agua fresca. El servicio es excepcional y muy rápido, al igual que la comida típica (hamburguesas, sandwiches...) hemos pedido hamburguesa y estaba muy buena. No había ningún turista, salvo nosotros y estaba lleno a tope de gente de aquí. Se llama Star on 18 y está en la esquina de la calle 18 justo abajo del High Line.
Volvimos a subir para terminar el recorrido y acabamos en el mercado de Chelsie que es una antigua fábrica de galletas reformada, modernizada y convertida en u mercado de diseño. Dentro hay cientos de tiendas "puturrús" de todo: panaderías, comida, perfumerías, útiles de cocina, moda... Y se puede comer de todo lo que se quiera, desde marisco fresco o sushi hasta pizza, ensalada... Hicimos algunas compras(las hice yo que me regalé unas cosillas de moda en una tienda muy chula del mercado que se llama Anthropologie.
Este barrio es precioso, creo que hasta ahora el que más os gusta; animado, con tiendas preciosas y gente muy estilosa, muy neoyorquina. Salvo la zona de rascacielos del bajo Manhattan Chelsie es el área que más se ajusta a la idea de NY que uno tiene en la cabeza.
Y ahora comienza el peregrinaje por Sexo en Nueva York: 1º) Magdalena de crema a tope de colesterol y calorías en Magnolia Bakery, la auténtica de la serie; nos compramos dos y unos tés helados y nos sentamos en un parquecillo a comerlas. Son la bomba, pero están muy ricas (Bleecker st con la 11th. St.) 2º) Foto en la puerta de la casa de Carrie (Perry St. Hay una cadena para que la gente no suba hasta la misma puerta) y 3º) Foto en la casa donde vive la actriz Sarah Jessica Parker, en 57 Charles St.
De ahí nos acercamos a dar una vuelta por la famosa Christopher St. que es la zona gay por excelencia (no hay nada especial salvo gays)
Como era casi la hora del atardecer, cogimos un bus y nos fuimos a coger el ferry de Staten Island que es gratis para ver la puesta de sol desde el barco sobre NY y de paso echar un ojo a la estatua de la Libertad. La verdad es que se dice que es igual ir a la isla a verla que verla gratis desde el ferry, pero creo que no; el barco no pasa demasiado cerca, no obstante, hice unas bonitas fotos del ocaso sobre la estatua. Pienso que debe ser impresionante contemplarla desde abajo aunque nosotros no sé si haremos la excursión a verla otro día.
Al regreso, fuimos desde el muelle hasta el puente. Brooklyn dando un paseo y lo cruzamos con un millón de personas más que tuvieron la misma idea a la misma hora. La vista desde el puente de los rascacielos iluminados es preciosa, la verdad. En Brookyn cogimos el metro y el bus y a casa.

High Line

Comer en un típico diner



Magnolia Bakery

Cupcakes

Chelsea market


Casa de Carrie Bradshaw  (Sexo en Nueva York)
Upper East Side (apartamento N°245, en la East 73rd Street, entre Park y Madison

Ferry a Staten Island



Brooklyn Bridge


Viernes, 3 de agosto. MANHATTAN

METROPOLITAN!!!! Es uno de los mejores museos del mundo, si no el mejor. Hoy lo hemos visitado y es IMPRESIONANTE. No es solo un museo de pintura y escultura sino que se trata de un museo de ARTE, de artes decorativas y mucho más. Es todo de todo y a lo bestia pero muy bien puesto. No digo más, tienen la verja completa del coro de la catedral de Valladolid. Como es inabarcable, comimos dentro del museo y aún así solo vimos algunas salas.
El edificio es precioso en el interior, de los más bonitos que he visto para ser un museo, porque hay muchísimos espacios inmensos con mucha luz natural y muy diversos, según el tipo de arte que se exponga (árabe, egipcio, romano, americano...) y no son solo salas.
Nosotros hemos visitado Arte de Egipto, de África, Oceanía y las Américas ( en la primera planta) y Arte de Asia, y de Arabia, Turquía, Irán, Asia Central y Asia del Sur (en la segunda)
Es muy interesante también The American Wing: desde la 1ª planta se entra a un patio inmenso (donde esta el restaurante americano, donde comimos) en el que hay una mansión de principios de siglo, sí, la mansión entera con sus tres plantas y su fachada impresionante (se trata de la fachada de un banco, creo recordar). La visita incluye un recorrido por las tres plantas en las que están las habitaciones amuebladas y una sala inmensa con mil vitrinas repletas de mobiliario y objetos, todo enfilado, y mucho de todo (sillas, mesas, vasos, broches, cubiertos, cajas, ... De todo.
Finalmente hemos visto algo de Grecia, Roma, arte medieval, de arte contemporáneo y la sala de pintura del XIX y principios del XX. Impresionante.
No se puede dejar de subir al tejado donde se puede tomar una bebida y las vistas son espectaculares: Central Park y los edificios de la 5 ª y la 6ª. Precioso
Casi todo el día lo hemos dedicado al museo y al salir nos hemos cogido un bus y bajado a patear el barrio de El Soho, que pasa a ser mi primer barrio preferido: tiendas preciosas, locales encantadores, gente estilosa... Es muy agradable pasear por él. He hecho algunas compras de cosmética. Aunque no lo veo excepcionalmente barato, en marcas importantes, algunas sí son baratas, como, Olay, Neutrógena o Eucerin. He comprado una hidratante corporal de Olay (muy buen, que huele muy bien, $7) y una antiarrugas Q10 de Eucerin ($14) hay dos sitios geniales que son Walgreen (5ª Av con la 33/34 que es donde he comprado) y los archifamosos DuaneReade que hay tantos como Starbucks aquí.
Ya tarde nos volvimos en bus y compramos unos trozos de pizza para llevar de un local que es una institución en Harlem: Patsy ' s, donde venía Frank Sinatra, cruzando NY, a tomar esta delicia. Y la verdad es que estaba muy rica.
Al llegar a casa una sorpresa: Maite y Wanda nos han dejado una lista de restaurantes guays y con buen precio en la ciudad (viatnamitas, majicanos, thailandeses, griegos y lugares donde poder tomar un buen café expresso)

METROPOLITAN MUSEUM of ART  (MET)





Azotea del MET



El SOHO



Sábado, 4 de agosto. MANHATTAN

El Guggenhein es el museo por el que hemos empezado hoy. El edificio no está mal, aunque es mucho más impresionante el de Bilbao por fuera; el interior, bien. Curioso, todo con líneas curvas incluso el ascensor y los servicios. Los fondos, bien. Con el nombre Guggenhein ya se sabe lo que pasa, no es que no tengan obras buenas, que sí, pero tampoco me parece para tanto. La mayoría, a la sombra del nombre del museo que las cobija. Es interesante la sala de Kandinski y nos ha gustado la retrospectiva de fotografía y vídeo. En líneas generales, no merece la pena pagar el pastón que vale y, si no se tiene mucho tiempo en NY, es un museo del que se puede prescindir con todo lo que ofrece la ciudad. Después de comernos un perrito y otra cosa similar en un banco, como es aquí lo habitual, nos hemos dirigido a la colección Frick que es una verdadera maravilla, una colección de obras de arte particular de un coleccionista muy exquisito; se visita tanto la mansión que está totalmente amueblada, como los tesoros que alberga.
Al salir hemos decidido entrar a Central Park que, como era sábado, bullía de animación: conciertos, gente bailando tangos, merendando, paseando, haciendo deporte... Hay una zona donde los sábados de 6 a 9 se reúnen bailarines y aficionados del tango y bailan unos con otros durante horas. Nos hemos quedado mirando un buen rato. Después hemos subido por Columbus Circle y Broadway, hemos picado algo por allí y hemos vuelto.

Guggenhein Museum


Tangos en Central Park



Columbus Circle



Domingo, 5 de agosto. MANHATTAN

Estábamos deseando que llegara el domingo para ir a la misa gospell. Nos hemos dirigido al norte de Harlem, que es un barrio que nadie debería perderse. Hemos paseado por todas sus calle y es una zona PRECIOSA, con sus casas señoriales de ladrillo rojo. ¡Una pasada! Una zona muy agradable pese a la fama que tiene ue no es muy buena. Además tiene de positivo que todos hablan español y no hay que penar con el idioma. Realmente, en NY el español y el inglés son las lenguas mayoritarias, por la enorme cantidad de hispanos.
Hemos recorrido el barrio hasta que hemos llegado a nuestro destino: la calle 121, entre la 5ª y Madisson, a Bethel Gospell Assambly. No parece una iglesia, de hecho es una especie de centro cultural y colegio; la iglesia está dentro. Había turistas, aunque no es de las más turísticas, y nos han acomodado arriba desde donde veíamos la ceremonia, aunque es mejor abajo. La verdad es que no tengo palabras para describirlo. Es una experiencia que se debe tener. No es la cuestión religiosa sino una especie de comunión y energía la que allí se produce que contagia y hace que a través del canto y el baile se echen los demonios fuera. Hay una pantalla gigante delante con la letra de las canciones pues todo es cantado, para que todos puedan participar. Nos han dado la bienvenida a los extranjeros con una canción, nos hemos dado la paz y luego han repartido pan a todos y unos vasitos con vino y lo hemos tomado todos al mismo tiempo. Ha sido muy emocionante y se nos ha escapado alguna lagrimilla ( yo tenía un nudo en la garganta casi todo el rato) hemos cantado y casi bailado con ellos y hemos salido de allí reconciliados en la vida. En esta iglesia, no hay un coro como los típicos con las túnicas y demás, sino una miniorquesta y unos cantantes con voces alucinantes pero vestidos cada uno como quiere. Nos ha encantado.
La misa es a las 11:30 y es mejor llegar con el tiempo justo que un poco antes. Si se llega antes, te colocan arriba y el orden es desde lo más alto hacia abajo; si se llega con el tiempo justo o un poco después te sientan abajo que es mejor. ("los últimos serán los primeros")
Al salir, hemos pasado por otra iglesia (esta con coro) y hemos entrado también un rato. Nos hemos quedado con ganas de más y si podemos ir otro domingo, lo haremos. No he hecho fotos ni a la ceremonia, ni a la gente que iba vestida como de otra época, con sus sombreros blancos y sus trajes, parecía una película. La verdad es que por todo el barrio había gente vestida con sus mejores galas, pero anacrónicos. No hay fotos porque hay una cuestión de respeto que no me gusta traspasar.
Después de conocer un poco más Harlem, que repito es un barrio que merece muchísimo la pena y que no es nada inseguro, al contrario, hemos intentado comer en el famoso Sylvia' s pero estaba a tope así que hemos buscado otro sitio. De paso hemos hecho unas fotos en el famoso teatro Apolo.
A continuación, en metro, nos hemos bajado a Brooklyn, a ver Brooklyn Heights que es una zona preciosa, el promenade junto al río ofrece unas vistas espectaculares de Manhattan y el puente. La mejor de todas, el mirador entre el puente de Manhattan y el de Brooklyn. Quitan el hipo. Hemos visto (desde fuera) el famoso The River Cafe. Hemos pasado allí la tarde, comiéndonos un helado, paseando y sentados, mezclados con la gente, a las orillas del río. ¡¡¡UNA PASADA!!!
De repente se ha puesto el cielo negro y el espantoso calor de hoy ha dado paso a una tremenda tormenta que parecía el fin del mundo, con viento huracanado, cielo negro y lluvia torrencial. Nos hemos cobijado, como el resto, bajo nos andamios y al pasar un poco la tormenta, que daba miedo, nos hemos cogido el metro para casa.
Hoy teníamos en la puerta una nota de Wanda invitándonos mañana a desayunar un rico café con croissanes en su casa así que le hemos tocado en la puerta y he os quedado en bajar a las 9 a su casa a desayunar. ¡Genial!

Misa Gospel (IMPRESCINDIBLE)

Harlem



Brooklyn Bridge

Brooklyn Bridge Park



Atardecer desde el Brooklyn Bridge Park



Lunes, 6 de agosto. STATEN  ISLAND.

Hoy el día ha empezado estupendamente: Wanda nos ha invitado a desayunar. ¡Y menudo desayuno! Había de todo: café expresso rico recién molido, bagels (panecillos tipo molletes de semillas diferentes), cremas de quesos, mantequilla, mermeladas... Hemos pasado un rato muy agradable no solo por el desayuno sino por la conversación con ella.
Luego nos hemos dirigido al muelle del sur Manhattan para ir a ver la estatua de la Libertad pero la cola era de horas de espera, o sea, que pasamos de la estatua. Eso es lo que nos dejamos para volver en otra ocasión. Cambiamos la excursión la Libertad por el crucero alrededor de Manhattan.
Como nos habíamos hecho la idea de subir en barco, tomamos otra vez el ferry gratuito de Staten Island que hoy va a tope de turistas. Hay que ponerse a la ida en el lado de la derecha que es el que pasa muy, muy cerca de la estatua; si no se puede, se hace a la vuelta y el primer día tuvimos la impresión de que quedaba lejos, pero no es así. Pasamos un rato largo paseando por Staten Island que, la verdad, no merece la pena en absoluto, no hay nada que ver allí ( o nosotros no dimos con la zona, aunque anduvimos mucho) Hicimos unas fotos de la city con la Estatua y volvimos a Manhattan a comer cerca de la calle 42. Estuvimos paseando por ella y me compré una horterada muy útil: unas gafas de leer con luz incorporada ( dos leds a los lados)
Esa tarde decidimos sobre la marcha hacer el crucero de dos horas (incluido en la CityPass como alternativa a la Estatua) que sale del muelle de la calle 42 con la avenida 11ª. MUY, MUY RCOMENDABLE. Hay que oger el crucero de dos horas que sale a las 7 de la tarde. Es una pasada. Llega hasta el puerto y luego en dirección contraria le da toda la vuelta a Manhattan, la zona financiera y vuelve a subir por el lado derecho pasando por debajo de los puentes de Brookyn, Manhattan... hasta Long Island; todo eso atardeciendo con unas vistas del skyline impresionantes. Luego de nuevo hacia abajo y va a la estatua de la Libertad hasta casi rozarla, y para el barco para hacer fotos, con la puesta de sol. Precioso. Merece la pena. Luego cuando ha caído el sol, vuelve hacia Manhattan y se ve todo el skyline de noche, con las luces de colores. Las vistas deja sin habla. Y todo ello con explicaciones. Es de lo más bonito que hemos visto. Nadie que visite la ciudad debería perdérselo.
Volvimos paseando por la 42, picamos algo y a casa.


Staten Island

Puesto callejero de perritos

Minicrucero por Manhattan









Martes, 7 de agosto. BROOKLYN

Nos hemos levantado tarde y hemos salido también tarde. Hoy toca conocer Brookyn a fondo. Hemos llegado en el metro con intención de visitar el pequeño Jardín Botánico del barrio (que no es el de NY) lo primero. De repente, cuando íbamos paseando por una calle, donde está el Museo de Brooklyn, nos hemos encontrado a Jorge, un compañero del instituto, con su novia americana ¡¡Vaya sorpresa y coincidencia, en una ciudad tan grande y por un sitio nada turístico!!
Resulta que hoy, los martes, el botánico es gratis, por lo que nos hemos ahorrado $20. Hemos pasado toda la mañana en él, que no es espectacular pero no está mal(lo que más me ha gustado es la colección de bonsais). Hemos comido dentro en una terraza muy agradable aunque la gente, en especial los niños, gritan muchísimo en esta ciudad (¡Será por el ruido constante de fondo!) y alteran un poco los nervios.
Luego hemos ido al famoso Prospect Park, el segundo más importante de NY, diseñado por el mismo de Central Park. Es un parque inmenso, perece un bosque y, al igual que sucede en Central Park, los edificios ni se ven desde dentro. Mucha gente haciendo deporte y tumbados por la hierba en las praderas del interior. Paseamos hasta llegar a la calle 2 y me hago allí una foto,¿por qué? Porque en ella vive Paul Auster, cuya obra me encanta. El barrio es una preciosidad, con unas casas preciosas y todo muy estiloso. También pasa a ser uno de mis barrios preferidos, esta zona de Prospect. De ahí en metro y bus hemos llegado al norte de Brooklyn, a la zona del puente de Williamburg donde está el barrio judío. Merece la pena sin duda una visita. Creíamos que veríamos algún judío ortodoxo con sus ropas típicas (ellos de negro, con especie de levita, camisola blanca larga, sombrero y los dos tirabuzones; ellas, discretas, con ropas antiguas y recatadas y las pelucas que ocultan su cabeza ya que el pelo, al parecer, se lo rapan a las mujeres casadas porque creen que es una tentación para otros hombres), pero lo que no imaginábamos es lo que hemos visto: toda la gente de la calle, del barrio entero iba así, incluidos los niños y niñas pequeñas, era una sensación rara, como de haber pasado de repente a otro siglo. Muy curioso e interesante, aunque a mí personalmente, la palabra "ortodoxia" nunca me ha gustado, me da un poco de miedo. En fin, aunque el barrio no tiene nada especial, salvo judíos, hay que dar una vuelta obligatoriamente por la zona. No he hecho fotos, aunque me hubiera gustado, por cuestión de respeto pues no me parece bien fotografiar a la gente por si se incomodan.
Luego hemos repuesto fuerzas con un café con leche y 6 chocolate cakes que nos hemos zampado ( aquí entre la comida basura que está rica y los dulces hemos engordado ya 2 kgs., al menos. Como curiosidad: nunca en la vida hemos visto tanta gente gorda y gordísima como en NY, es escandaloso lo de la gordura, incluso en niños; y eso que en todos sitios, incluidos los puestos de la calle de hot dogs o de comida thai tienen carteles con las calorías que se ingieren con cada alimento que venden)
La zona de Williansburg presenta contrastes; si miramos hacia Manhattan, la zona de la izquierda es más cutre y descuidada pero la zona de la derecha, en especial la calle Bedford y alrededores se está convirtiendo en un área moderna, muy parecido el ambiente al Soho, con restaurantes, tiendas, cafés, bares, galerías, etc. de diseño, encantadores, puestos con mucho gusto, y la gente se ve bastante estilosa. Las casas están empezando a arreglarse. Este barrio se está transformando en otro Soho.
Hemos comprado una piña Delmonte, en un puesto, superbarata ($1,99) y hemos vuelto a casa.


Jardín Botánico de Brooklyn







Calle 2 (Brooklin) Calle donde vive Paul Auster

Survival of Serena (escultura de Carole A. Feuerman)


Miércoles, 8 de agosto. BRONX

El día de hoy ha comenzado dirigiéndonos al Bronx, que da un poco de reparo dada la fama del barrio. La excursión se debe a que es allí donde está el jardín botánico de NY. La verdad es que muchas veces se tienen demasiados prejuicios pues la zona y el metro hasta llegar nos han parecido muy seguros y la gente es normal y corriente (nos han dicho que la zona más conflictiva es la más cercana a Manhattan, el sur; no hemos ido) pero el jardín está en el norte y es un área verde y tranquila. El botánico es enorme. Se recorre en un trenecito gratis (la entrada es cara $20/persona) aunque se puede recorrer a pie también. Más que un jardín, ordenadito como la mayoría, este parece un bosque. Lo más bonito son los invernaderos con muchas variedades de todo, pero especialmente los estanques que hay entre ellos con nenúfar floridos y flores de loto. Una maravilla. También se visita un edificio-museo con pinturas, fotos y dibujos de Monet y de su jardín de Giverny, que diseñó él mismo (se pueden ver los planos) y cuya casa con el terreno donde lo ubicó compró cuando tenía 50 años. Lo malo es que quisimos tomar un expreso, cosa harto difícil en NY, y la señora se echo a reír y dijo que ya querría ella tener buen expresso en esta ciudad. O sea, que no había, ni bueno, ni malo.
Salimos muy tarde del botánico y nos fuimos en metro a la zona de Spring St., en el Soho, a ver una escultura que nos dijo Wanda que era preciosa de Carole A. Feuterman, a comer a un sitio mejicano recomendado por ella: La esquina o The Corner. El lugar tenía varios locales; uno, el típico, parecía un cuadro de Hopper (foto), tipo diner, pero solo era para llevar o comer en la calle; los demás eran restaurantes muy chic, esto que se lleva a hora de entre cutre y de diseño ( paredes desconchadas, todo viejo pero con detalles de mucho gusto en el que comimos nosotros: recomendado: tacos de pescado. Muy ricos. Luego fuimos a la caza y captura de un expresso a uno de los sitios que Wanda nos puso en la lista: Ruby' s, en el 219b de Mulberry St. Bueno, no estaba mal; un localito superpequeño en donde también dan comidas rápidas; el café, no excepcional pero bebible, excesivamente fuerte, solo que no tenía el chico nada más que una taza de café por lo que lo tomamos, aunque corto, en tazas de té.
Después nos dedicamos a callejear por el barrio y hacer algunas compras en las estilosísimas y originales tiendas que hay en él. Había cortadas algunas calles plrque estaban rodando una peli y el atasco era de órdago. Decididamente, mi barrio preferido, o uno de ellos, es el Soho. Nos encantó. Como estábamos un poco cansados, pasamos un rato montados en el autobús 5 que tiene una ruta muy larga; íbamos a la Universidad de Columbia, pero se hizo de noche y lo dejamos para otro día.


Jueves, 9 de agosto. CONEY ISLAND

Hoy toca playa, aunque no para bañarnos sino para ver la zona de Coney Island. El acuario de NY que está ahí.
Se puede ir en metro, se tarda sobre una hora y te deja en el mismo paseo marítimo. Coney Island estaba muy animada, pero es solo un paseo marítimo de playa, lleno de puestos de comida rápida, entre los que se encuentra el famosísimo Nathan' s, los auténticos hot dogs, que es el lugar donde íbamos a comer. En este conocido local se hace anualmente el concurso de ver quien come más perritos; hay una enorme pantalla donde se puede ver un cronómetro-calendario con la cuenta atrás hasta el día del próximo concurso y los records femenino y masculino (ella, 46 perritos; el, 65 ¿cómo cabe eso en un estómago??)
El acuario es pequeño y se ve un poco antiguo pues se inauguró a fines del XIX, pero tiene muchas especies y es interesante. Después de verlo, en lo que no se tarad mucho, nos compramos unos perritos en Natahn' s y encontramos un hueco en una mesa a la sombra pues estaba abarrotado todo porque hacía muy buen día.
Al volver a Manhattan nos dirigimos a otro lugar recomendado por Wanda para tomar café llamado Andaz, en 41 St. Con la 5ª Av. El café no estaba mal, pasable, pero el sitio es muy caro: $10 dos cafés; y para remate, nos los han servido en un vasito de chupitos y con una cuchara sopera. Los neoyorquinos pueden presumir de tener de todo y lo más, pero -lo sentimos- el café es penoso. El único sitio en donde lo tomamos y estaba bueno, bien hecho y bien servido fue en Colombe.
Tras el coffe nos acercamos a la plaza de Rockefeller porque quería pasar por la tienda que Anthropology tiene ahí. Me he comprado alguna cosilla. Hemos leído en alguna guía que es donde compran los neoyorquinos hippy chic. La verdad es que no está mal la ropa y los precios no son desorbitados como en general.
Luego hemos cogido el bus y hemos subido a visitar la Universidad de Columbia que es muy grande y organiza sus 60 edificios en torno a una plaza grande donde está la biblioteca. De ahí hemos vuelto a casa pasando por un laundromat para preguntar cómo se lava la ropa pues ya tenemos cosas para lavar. A mí no deja de sorprenderme el hecho de que aquí la gente no tiene lavadora en va y hay locales con lavadoras y secadoras gigantes por todos sitios llenos siempre de gente y abiertos las 24 horas. En algunos edificios de apartamentos más modernos o mejores, hay lavadoras, pero están generalmente en los sótanos y son para todos los vecinos. ¡¡Igualito, igualito que en las películas!! La verdad es que NY es exactamente igual a como lo presentan las sere americanas. Y la gente también.


















Viernes, 10 de agosto. MANHATTAN

Hoy tenemos algo especial: el paseo en helicóptero sobre Manhattan. Llagamos al helipuerto 3/4 de hora antes de las 12 que era nuestro vuelo. La seguridad es casi de aeropuerto. Nos pesaron, nos dieron una ficha para dejar todo en la taquilla excepto gafas, móvil y cámara, nos pusieron un chaleco salvavidas y esperamos a que nos llamaran. Nos indicaron todo muy bien y el piloto también fue muy agradable. Pasamos por la pista al helicóptero en el que íbamos 6 personas. El piloto iba explicando todo en inglés y en español oímos una grabación. La experiencia fue preciosa, excepcional. Pensábamos que nos daría vértigo pero no da miedo en absoluto y es genial sobrevolar la isla y el río. Es algo muy, muy recomendable. No podíamos borrar la sonrisa de la boca. Compramos la foto que te hacen junto al helicóptero. Aunque no solemos comprar este tipo de fotos, en este caso, y dado que probablemente es una de las pocas o únicas veces que subiremos en helicóptero, la compramos. Un bonito recuerdo.
Al bajar del helicóptero empezó a llover lo que se transformó, para variar en una tormenta. Cogimos el metro y nos dirigimos al centro a tomar café a un sitio recomendado por Wanda; pero tanto llovía que estuvimos una hora bajo unos andamios y se pasó la hora de café por lo que nos encaminamos en metro a Union Square a comer a un restaurante Vietnamita llamado Republic que está en Broadway, entre la 14 y 17 , en la misma plaza. Es un sitio muy chulo, no muy caro y bastante bullicioso. La comida, nuddles especialmente, muy rica. Recomendable. Al terminar de comer brillaba el sol y nos acercamos dando un paseo hasta el café Every Man Expresso, en la calle 13, entre la 2ª y 3ª av. Estaba bien y, al menos, nos lo sirvieron en taza. Se trata de un garaje (literalmente) con un ambiente agradable. 
Como el día mejoró bastante, nos dedicamos a pasear para conocer mejor la zona de East Village: San Marcos in the Bowery, la Cooper Nion Foundation o el nuevo museo de arte contemporáneo que es muy chulo. Bajamos por Broadway hasta el edificio Flateron y de ahí nos encaminamos al hotel Chalsea porque queríamos ver tan emblemático establecimiento por el que pasaron grandes figuras de la música o el arte ( en la puerta hay placas que los recuerdan: Arthur Miller, Jimi Hendrix, Procol Harum y Bob Dylan... entre los que estaba Leonard Cohen que tiene una canción, Chelsie Hotel, en la que recuerda su encuentro sexual en él con Janis Joplin a quien se encontró por casualidad cuando realmente subió buscando a Brigitte Bardot.
Visto el hotel, por fuera porque está medio ruinoso, cerrado al público y no se puede entrar, cogimos un bus y fuimos a dar una vuelta por Tribeca; vi os el ambiente y nos volvimos a casa.











 Sábado, 11 de agosto. MANHATTAN

Hoy teníamos idea de alquilar unas bicis durante medio día para recorrer Central Park, pero hemos salido tarde y hemos cambiado los planes (que han resultado mucho más interesantes). Hemos cogido un bus y nos hemos ido a la calle 20 con la 6ª av. para ver una "iglesia" llamada Limelight Shops, que tiene de característico que ¡ES UNA TIENDA DE MODA! Sorprende un poco ya que es muy bonita por fuera y al entrar uno se encuentra con música estridente, chicos postmodernos asexuados y ropa un pelín macarrilla. Curioso. Luego hemos buscado un sitio para comer y nos hemos ido de compras por la zona. Algunos sitios son increíbles:
El store del almacenaje, un sitio INMENSO, justo en la acera de enfrente de la iglesia, con todo lo imaginable para guardar, organizar y colocar. Un IKEA del almacenaje y otras chorraditas curiosas.
Bed Bath & Beyond, INCREÍBLES precios de multitud de productos. Son unos grandes almacenes a lo bestia con precios que quitan el habla. Los cosméticos, tirados de precio. La crema de Eudermine, antiarrugas Q10, a $9,90 ( y yo creí que el otro día, a $14 era superbarato) o las de Neutrógena, baratísimas. También otras marcas como L' Oreal, Roc etc. ¡Una locura!
Luego hemos decidido coger el bus e ir a buscar un café en una zona que nos dijo Wanda, Zibbeto Bar, en la calle 39 con la 9ª. El café nos existía, pero hemos dado con un mercadillo allí mismo que hemos recorrido. Hemos dado un paseo mirando zapaterías y demás y... de repente..., cuando llegamos a la 7ª, un poco más abajo de Times Square, vemos un montón de policía, la calle cortada y acordonada con esa cinta amarilla que sale en las pelis y pone "crime scene", mucho movimiento. Nos acercamos creyendo que rodaban una peli, pero era ¡¡¡UN TIROTEO CON MUERTO DE VERDAD!!! Era como en las películas. Acababa de pasar un ratito antes, aún estaba la gente escondida en los edificios de alrededor y el muerto en el suelo. Preguntamos y nos dicen que era un hombre que venía desde Times Square con un cuchillo enorme en la mano y la policía persiguiéndolo, como en la TV. Al llegar a ese punto de la calle, tras decirle, según contaban, que tirara el arma y se rindiera, lo han rodeado y lo han abatido a balazos, un montón de disparos. El joven ha muerto. De repente han empezado a llegar televisiones, cámaras, periodistas, presentadores, furgonetas, policía científica, los detectives del traje gris y cara seria que vemos en la tv... ¡Un número! Había dos jóvenes a nuestro lado que decían los periodistas que tenían todo grabado en el móvil, y nos lo han enseñado (realmente se veía al joven corriendo y se oyen muchísimos disparos). Al momento han venido unos detectives de esos del traje gris y cara seria y sin hablar han cogido del cuello a los chicos del móvil y se los han llevad hacia la zona que estaba acordonada y a una furgoneta. Después ha llegado un autobús en el que han subido a toda la gente que estaba escondida en los edificios donde sucedió el crimen, suponemos que como testigos. Han empezado a poner esos taquitos de color amarillo con los números de las pruebas, la policía científica con su furgoneta y guantes tomaba datos... Alucinante. Lo que nos sorprende muchísimo es que había por lo menos 20 policías persiguiendo a un chico con un cuchillo en la mano, pero sin pistola ni arma que pudiera herir a 20 policías con pistola... ¡Y LO MATAN A TIROS!!! ¿No pueden tantos policías reducirlo? ¿O darle un tiro en el brazo o en la pierna? No sé, nos parece muy raro que se carguen a un hombre así, prácticamente desarmado, en comparación, y en inferioridad obvia de condiciones, por loco que esté. La verdad es que a mí, la policía de aquí me da un poco de miedo. Parece todo un poco de locos.
Bien, pues allí nos quedamos muchísimo tiempo haciendo fotos y mirando lo que pasaba.
Cansados, hemos seguido con nuestras compras por la zona y hemos acabado sentados comiendo un helado en el parque Bryant, nuestro sitio favorito en NY. 
Lo de la venta de helados es curioso; los venden en camionetas pintadas generalmente de rosa u otro color y dibujos de helados y que según circula va tocando una musiquilla que es muy pegadiza, pero a mí me da un poco de miedo, me recuerda al El resplandor, la película. No me extraña que Buzz, el de la serie Bones de la tv le pegara un tiro al payaso de una de esas furgonetas porque parece de película de terror.
Después del reposo hemos vuelto a casa y hemos decidido que iremos tres días a Washington, del 21 al 23, y hemos reservado hotel y sacado los billetes para el bus, que con MEGABUS nos ha salido por $44, ida y vuelta los dos. Me parece baratísimo.

Limelight Shops  

Crimen en plena calle






Bryant Park


Domingo, 12 de agosto. CANADÁ: NIÁGARA

Hoy partimos hacia Niágara. La llegada a la terminal del JFK sin problemas, pero lleva bastante tiempo. El vuelo sale en punto y en un ratito de nada aterrizamos en Búfalo. Los billetes los sacamos con JetBlue, una compañía de bajo coste que funciona muy bien, es muy barata, dan piscolabi a bordo gratis y... los asientos van numerados y no es un "sálvese quien pueda" como Ryanair o cualquiera de las de por aquí. Cogemos unos mapas y nos informamos de la carretera para llegar a la zona canadiense, donde está nuestro hotel, Vistoria Inn (crítica en TripAdvisor) y nos acercamos a Álamo a recoger el coche que tenemos reservado. Es automático y me da un poco de yuyu pues nunca he conducido uno automático. Y debo ser muy paleta, pero ¡creía que no llevaría palanca de cambio!... Y llevaba, una palanca con 6 posiciones, nada menos!!! Después de un rato no nos ha quedado más remedio que decirle a la chica de la agencia de alquiler que nos explicara cómo funcionaba y para que servía cada posición. Ha debido de pensar que somos idiotas. Y menos mal porque si no, no habríamos salido del garaje. La verdad es que es cómodo, pero al no estar acostumbrado, cuesta hacerse a él y es muy rara la sensación.
Como nuestro hotel está en la zona canadiense hay que cruzar la frontera que se realiza atravesando uno de los tres puentes que separan ambos países. En el aeropuerto nos informamos y el puente que menos tiempo de espera tiene es el Peace bridge (el Rainbow, que es el famoso de las cataratas, suele tener cerca de una hora de espera)para pasar a Canadá hay que pagar $3 por vehículo en moneda canadiense o USA. El trámite es rápido y consiste en responder unas preguntas rutinarias (a qué viene a Canadá, dónde se hospeda, de dónde es, es la primera vez que viene...
Y después de un rato
al fin hemos llegado al hotel, típico de película, con su piscinita vallada en medio del asfalto, igualito que en las pelis americanas.
Nos hemos bajado enseguida a ver las cataratas que son impresionantes, aunque la zona es ...¡¡BENIDORM!! Pero con cataratas. Y por la noche ha empeorado aún más; parecía que estábamos en Las Vegas, en pequeño: chiringuitos, música, luces de lo más hortera, cienmil restaurantes y otros tantos turistas, puestos de recuerdos y demás. Y sonando Macarena a toda pastilla. En este sentido, a mí me han decepcionado las cataratas. Me imaginaba que habría turistas y puestos... Pero esto supera cualquier idea. Es igualito que Benidorm en verano pero con hoteles más grandes. Y las cataratas por la noche las iluminan de colores. ¡Bueno! Mañana más.









Lunes, 13 de agosto. CANADÁ: NIÁGARA

Hoy el día tiene luces y sombras. Ha comenzado con una mala noticia: mi amiga, y este año compañera de trabajo, Virginia ha muerto, se ha suicidado. Una compañera del insti me ha mandado un sms para decírmelo. Aún no lo puedo creer. Me he quedado de piedra y sin capacidad de reacción; ni he preguntado cómo ha sido.
Pero esto es el diario del viaje y no quiero incluir determinadas cosas en él que puedan ser demasiado personales.
Por lo que respecta al viaje, para empezar, el desayuno tuvo su punto. Lo hicimos en el mismo hotel. Yo pedí chocolate caliente... Y...me pusieron 4 nubes dentro del vaso; al principio pensé que era nata pero luego vi que no se deshacía y flotaba. Pues resultó que eran 4 nubecillas de chuchería.
Bajamos dando un paseo hasta la zona del agua y retiro lo que dije ayer de que esto parece Benidorm, parece totalmente un parque de atracciones con mil artilugios y mundos recreados, carricoches, noria, museos de cera... En fin, es gracioso pero me ha sorprendido mucho el aspecto que le han dado a todo esto.
Hoy nos hemos dedicado a conocer el parque natural de Niágara y toda esta zona. Hemos sacado un Aventure Pass que da acceso a las 4 atracciones más importantes: Maid of the Mist (un barco que se adentra en la herradura que es la catarata más grande, con esa forma, hasta casi dar la impresión de estar debajo; es impresionante, pero estando tan cerca no se ve nada del agua que te cae encima; White Water Walk, un paseo por los rápidos que quedan después de las cataratas y que son verdaderamente impresionantes; Journey Behind the Falls, a través de un ascensor excavado en la roca se baja hasta quedar detrás de la catarata que se ve por dos agujeros (realmente no se ve nada salvo niebla del enorme vapor de agua) y luego se accede también a un balcón-mirador que queda a media catarata y desde el que cuesta abrir los ojos pues está tan cerca que cae demasiada agua encima para poder verlo bien o hacer buenas fotos; y Niagara' s Fury, que es una proyección en una pantalla circular de una película sobre la formación de las cataratas, de unos dibujos animados muy graciosos, desde donde a continuación se pasa a otra sala en la que se vive la experiencia de las cataratas en 4D, con movimiento del suelo, sonido, caída de agua, viento... Acabamos empapados hoy. Pero merece la pena. Este pase se puede comprar en cualquiera de las atracciones o en los centros de información a los visitantes que hay al lado de las cataratas y vale para dos días ($49,95 canadienses); con él se peden usar todos los autobuses que recorren la zona(4 líneas) durante dos días. También se obtienen descuentos para otras atracciones como el jardín de mariposas que visitaremos mañana.
Al salir de la proyección hemos cogido un autobús, línea roja, y hemos hecho todo el trayecto de ida y vuelta; este bus se adentra en la ciudad menos turística, aunque aquí todo lo es. Hemos visto un Factory Outlet enorme al que iremos mañana.
Y, de vuelta  la zona de rascacielos, nos hemos encontrado un espectáculo gratis: Nick Wallenda, el famoso funambulista que este verano en junio  ha cruzado las cataratas del Niágara en un alambre, cruzando entre dos altísimos edificios, uno de ellos es el casino de Niágara. Da miedo verlo.
Luego hemos vuelto a nuestra calle en otro bus. Hemos picado algo y hemos vuelto al hotel.

Niágara: Un parque temático





Maid of the Mist



White Water Walk


Nick Wallenda



Martes, 14 de agosto. CANADÁ:NIÁGARA

Hoy hemos cogido el coche para recorrer la zona empezado por visitar el mariposario que está a unos Kms. de Niagara on the Falls. Al salir nos ha caído un chaparrón increíble porque aquí siempre se tiene la impresión de estar mojado, cuando no se está de verdad. Nosotros llevamos empapados desde que llegamos, ayer por las atracciones de las cataratas y hoy por el día de perros que ha hecho, alternando la lluvia con el agaucero. Y para remate conduciendo con el coche automático que requiere todos los sentidos sobre él, pues en cuanto no se descuida salen los reflejos de cambiar de marcha y es un lío; es difícil relajarse para disfrutar del paisaje entre lluvia y coche.
Pese a todo la zona es una preciosidad y merece mucho la pena. El pequeño pueblecillo Niagara on the Lake es muy mono, parece de cuento, con casitas coquetonas y jardincillos encantadores, todo lleno de flores y tiendas muy bonitas, con mucho estilo. Quizá la pega es que es muy, muy turístico, quiero decir, preparado para el turista.
El enclave es maravillloso, a la orilla del lago Ontario que parece más un mar que un lago porque no se ven las orillas ¡Por algo les llaman los grandes lagos! Todo es verde con mucha vegetación frondosa, césped con campos e golf, bancos para sentarse... Un área preciosa para pasear. E nuestro caso ha sido una pena el día, porque no ha dejado de llover así que después de comer hemos recorrido un poco la zona con el coche y nos hemos vuelto a Niágara on the Falls. Nos hemos acercado al Outlet y hemos dado una vuelta. Luego hemos descansado un rato y hemos bajado a las cataratas a decirles adiós, pero el día de perros que hacía creaba una nube de vapor que se veía desde el hotel e impedía ver las cataratas. Pace increíble pero no se veían ni iluminadas de la cantidad, y no se podía pasear por el paseo porque te ponías como una sopa. Hemos comprado algo dulce para desayunar mañana y hemos vuelto al centro a pica algo y preparar la maleta para mañana salir hacia el aeropuerto al levantarnos.



Niagara on the Lake





Miércoles, 15 de agosto. BOSTON

Así como pasar la frontera hacia Canadá fue rápido y los oficiales muy amables, no se puede decir lo mismo en la entrada en EEUU donde en general los guardias de la frontera son jóvenes y antipáticos sin ningún interés por entenderse con los extranjeros (debo decir que yo creía que hablaba inglés, aunque no perfecto, pero a los americanos no les entiendo absolutamente nada y ellos, en especial la gente joven, parece no entenderme tampoco a mí, ni se esfuerzan por hacerlo)Pues bien, aparte de antipáticos nos han retenido los pasaportes, nos han hecho aparcar y pasar a la oficina donde nos han hecho un montón de preguntas y nos han tenido un rato comprobando...vaya usted a saber qué. Supongo que eso lo hace al azar, pues no creo que tengamos cara de terroristas o de camellos, pero a mí esto me pone un poco nerviosa porque la policía de aquí no me inspira ninguna confianza, creo que están muy obsesionados con el 11/S y los veo muy nerviosos. La verdad es que me dan un poco de miedo.
Bueno, pues con algo de retraso, llegamos al fin al aeropuerto, dejamos el coche y en un ratito estábamos en la puerta de embarque. Hay que decir que la compañía JetBlue funciona mas que de maravilla y los aviones son muy cómodos y tienen mucho sitio entre filas (no como Ryanair, Vueling, Easyjet...)
Llegamos a Boston a su hora y al albergue en metro no tardamos mucho. Nos hospedamos en el Berkeley 40 que, para ser un albergue, está genial. (ver la crítica en TripAdvisor). Sacamos una tarjeta de transporte de 7 días pues aunque solo estaremos tres, compensa ya que vale $18 y con 9 viajes ya se ha amortizado.
Enseguida salimos a recorrer la ciudad un poco, empezando por Public Garden y el Boston Common que es el mayor parque de la ciudad. Luego continuamos hacia el centro y llegamos hasta la zona de la estación Sur y nos sentamos un rato en n banco al lado de un canal. Luego volvimos paseando hacia el centro otra vez buscando un sitio para cenar y acabamos en Quincy Market que es el mercado antiguo y una gran plaza rectangular llena de restaurantes y puestos, donde cenamos en la terracita de un restaurante asiático.

Public Garden y el Boston Common



Estación Sur



Jueves, 16 de agosto. BOSTON

Nos hemos levantado temprano ya que en estos albergues el desayuno solo se sirve hasta las 9.
Ayer pensábamos que Boston es una ciudad preciosa; hoy lo constatamos: es una maravilla, viva, agradable, bonita, limpia, cuidada. Una ciudad excepcional para vivir, con el nivel de vida más alto del mundo y la tasa de paro más baja de EEUU. Es una preciosidad que merece la pena visitar. Nos ha encantado. Además, la gente es muy amable. Es una ciudad con mucha clase y todo tiene un aire muy distinto a NY. Todo mucho más pijo.
Nos hemos dirigido a la oficina de información turística que está en el parque Boston Common justo donde empieza el Freedom Trail (sendero de la libertad) que se trata de un itinerario que recorre los 16 sitios más importantes de la ciudad, todos ellos relacionados con la lucha y revolución de los colonos estadounidenses para independizarse del dominio inglés y que llevaron a la Declaración de la Independencia. Lo del sendero es una idea genial que deberían poner en práctica todas las ciudades pues se trata de una linea roja pintada (o con baldosas rojas) en el suelo y que el turista solo debe seguir. En cada sitio emblemático hay un círculo en el suelo y panel explicativo (nosotros hemos comprado un pequeño librito del recorrido, en español, muy útil e ilustrativo. $6 en la oficina de turismo) con la idea de la línea no hay que estar como loco con el mapa a todas horas para localizar lo que se quiere visitar, y que a veces no sabe uno ni qué es lo más importante. Así no hay problema y es muy cómodo. Nos ha encantado.
La señora de la oficina de turismo nos ha recomendado para visitar en un día: un museo (Isabella Stewart Gardner Museum), la zona de Beacon Hill y luego recorrer el Freedom Trail. Y también le hemos preguntado un sitio para comer langosta (o bogavante, aquí es igual) bueno y no caro y nos ha dicho en Yanquee Lobster, en el World Trade Center (esa parada de metro, línea Silver, en el America Pabilion) hemos ido por la tarde y está muy bien y lleno de gente aunque no es un sitio elegante, como los de la zona.
Lo primero que hemos visitado es el museo de la tal Isabella, una millonaria coleccionista de arte que se hizo un palacio tipo veneciano que es una preciosidad y lo llenó de obras de arte de todo tipo(incluso tiene la escultura en mármol yacente de un caballero de Salamanca. A ello se le ha añadido otro pabellón muy moderno que produce un contraste muy interesante. Merece la pena visitarlo porque, especialmente la casa de ella, es una maravilla y está amueblada tal cual la dejó. Si solo se puede ver un museo en Boston, por falta de tiempo, es este. (metro línea verde en direción a Heath, a la parada del Fine Art Museum. Se encuentra una vez pasado este, en la acera de enfrente. Abre a las 11:00.
De ahí nos hemos ido a recorrer la zona de Beacon Hill que es PRE-CIO-SA y señorial. Unas calles coquetonas llenas de arbolitos, con sus faroles de gas en forja de hierro, aceras de adoquines y unas casas con mucho estilo. Es la zona más antigua de la ciudad y en ella abundan las tiendas de antigüedades y galerías de arte. Ahí hemos comido en un local llamado Cafe Bella Vista, en Charles St., la famosa sopa de almejas. RIQUÍSIMA. No hay que dejar de probarla; en inglés: New England clam chowder.
Y después de comer hemos recorrido The Freedom Trail que nos ha llevado toda la tarde: Boston Common, Robert Gould Shaw Memorial, The State House, Park Street Church, The Granary Burying Ground, Kings Chapel, Old Corner Book Store, The Old State House (desde cuyo balcón se proclamó la declaración de independencia), Boston Masacre, Faneuil Hall, Paul Revere House, Old North Church, Copp' s Hill Burying Ground, y los dos últimos los hemos dejado sin ver, la fragata Constitución y el monumento a Bunker Hill. Todo ello es muy fácil y no tiene pérdida pues solo hay que seguir la línea roja pintada en el suelo. Es genial y así se ve toda la ciudad.
Al terminar la ruta, hemos cogido el metro para ir a la zona del Distrito Financiero de los muelles (World Trade Center) porque la señora de la oficina de turismo nos dijo que había una vista muy bonita desde los muelles por la noche y un local para comer bogavante. La zona es cierto que estaba animadísima y se trata de algo similar al puerto de Alicante, Barcelona... Con sitios puturrús para comer especialmente marisco. Todo muy pijo y muy chic. Se estaba muy bien sentados en el muelle mirando los barcos y aviones (el aeropuerto queda enfrente y se ven aterrizar y despegar)
Estuvimos un rato, hasta que anocheció, por allí y luego, como no teníamos todavía hambre para cenarxxx allí, volvimos en metro de nuevo a la zona donde cenamos anoche que estaba igualmente superanimada, Quincy Market; hemos dado una vuelta, hemos comprado algo en el mercado para cenar más tarde y nos hemos ido al albergue en cuyo patio, al fresquito, nos hemos tomado las viandas.
La verdad es que la ciudad nos está gustando una barbaridad. Recomendamos encarecidamente que se visite si se viene a NY y hay tiempo.

Bacon Hill









La Casa de Estado. Comienzo del Freedom Trail



The Granary Burying Ground  (1660)




Balcón desde el que se proclamo la carta de independencia de los EEUU


Faneuil Hall Marketplace

Faneuil Hall Marketplace

Casa de Paul Revere

Patio del albergue


Viernes, 17 de agosto. BOSTON

Nuestra cita con Michael ha sido un desastre total. Nos hemos confundido de día.
Por la mañana nos hemos ido a Harvard para conocer la prestigiosa universidad de la que tantas veces hemos oído hablar. Hemos estado toda la mañana paseando por el campus y la verdad es que es muy chulo y lo que hay es toda una ciudad en torno a la universidad.
Hemos comido allí y a la hora convenida con Michael nos hemos ido hasta la parada de Wonderland donde hemos estad esperando 3/4 de hora y al ver que no venía, lo hemos llamado por teléfono y... ¡horror! Yo tenía mal la fecha en el móvil pues habíamos quedado el día 16 y yo tenía el 17; o sea, que no lo hemos podido ver pues esta tarde él ya no podía. En fin, ha sido una pena y estoy cabreadísima conmigo misma por el error. En fin, otra vez será.
Como habíamos planeado pasar la tarde con Michael, no teníamos ningún plan así que hemos improvisado y nos hemos ido a la zona de los muelles, por el hotel Sheraton, desde donde salen los ferrys para las islas y excursiones para avistar ballenas, al lado de donde estuvimos el primer día pero otros muelles un poco más al norte. La zona estaba más que animada, repleta de sitios y de gente paseando. Hemos pasado allí la tarde mezclados con los bostonianos. Al anochecer hemos vuelto a Quincy Market, un mercado cubierto con puestos en los que venden TODO tipo de comida que luego se puede tomar sentado en unas mesa que hay en la zona central y que es muy bonita, con una cúpula enorme ( que resulta que estaba justo al lado de los muelles donde estábamos, si uno se dirige al interior se cruza una carretera y se entra en Quincy. Hemos tomado sandwich de langosta, sopa de bogavante y sopa de almejas de Nueva Inglaterra, que me encantó.
Luego hemos pasado mucho rato paseando por la plaza, viendo tiendas (me he comprado algunas cosillas) y hemos vuelto tarde al albergue.

Universidad de Harvard



Zona de los muelles de Boston



Sábado, 18 de agosto. BOSTON-NY

Ha amanecido lloviendo bastante por lo que nos hemos quedado en el albergue, leyendo y con la tablet hasta la hora de salir hacia la estación para coger el bus de vuelta a NY. La verdad es que era un autobús alucinante, muy cómodo y de dos plantas ynos ha salido el viaje realmente barato ($22, los dos billetes); lo hemos hecho con MEGABUS (al igual que los,billetes de Washington=$44 ida y vuelta los dos). Es una compañía de autobuses de bajo coste que funciona de maravilla. Puntualísima. En realidad, en EEUU el transporte público funciona estupendamente y es muy puntual, al menos en nuestra experiencia.
Hemos llegado sobre las 7:00 p.m. y nos he os ido directamente al apartamento. Ha sido una sensación extraña: conforme nos acercábamos a NY, era la impresión de volver a casa; esta ciudad me ha enamorado.

Domingo, 19 de agosto. MANHATTAN

Hoy es domingo, pero no lo parece. Me encantan las ciudades en las que los domingos no se diferencian del resto de días y, no como ocurre en la mayoría de las ciudades que se transforman en fantasmales y muertas, con algún transeúnte arregladito para el paseo que toca. Los domingos son deprimentes. Aquí no; aunque la gente, especialmente en Harlem se pone sus mejores galas para asistir a las celebraciones religiosas o solo porque es fiesta, las tiendas en su mayoría están abiertas y la ciudad bulle igual, si no más, que otro día cualquiera.
Al levantarnos nos hemos ido a Central Park a alquilar unas bicis ara pasar la mañana allí. El día acompañaba porque era fresquito y nublado, o sea, genial para montar en bici.
Hemos cogido dos a unos de los muchos vendedores que hay en la puerta del parque, en Columbus Circle, y que parece que son un poco chanchullo, pero nos ha salido medio día, o sea, 4 horas por $ 25 mientras que en la caseta oficial que hay en la entrada vale $29 dos horas y $40 las 4, o sea, casi la mitad; y pese a la primera impresión que ofrecen, regateando y captándote en la calle como los moros de las ciudades árabes, luego han sido serios, eficientes y muy amables. O sea, que son recomendables y se ahorra bastante dinero.
Hemos terminado el paseo a las 4:30 y nos he os ido a comer. Por cierto, otro sitio con café decente es Balducci's, en la 8ª avda. con la calle 56 ($2).El resto de la tarde lo hemos dedicado a pasear por el centro y entra en alguna que otra tienda, entre ellas la de Apple de la 5ª avda.










Lunes, 20 de agosto. MANHATTAN

Hoy hemos dedicado el día a compras.
Lo primero ha sido volver a B&H, la inmensa tienda de electrónica (informática, fotografía, tv, audio...) que los judíos tienen en el 420 de la 9ª avda. Es algo descomunal donde debe de entrar el dinero a espuertas cada día aunque porque había muchísima gente y las colas eran enmensas; no dejaba de salir mercancía, pero hay que reconocer que funciona de maravilla y nunca hemos visto algo tan enorme y que sea tan eficiente. Está perfectamente organizada y trabajan estupendamente todos. Una gestión modélica. Deben de tener un almacén increíble pues casi todo el catálogo está en stock. También sirven a todo el mundo y su web es increíble pues está todo. Los judíos ortodoxos que lo llevan no atienden al público, pero andan a cientos por la tienda y están abajo entregando la mercancía. Del público se encargan otros cientos de individuos con uniforme verde. La tienda tiene dos pisos y todo lo que hay allí, para los amantes, como yo, de los aparatitos y demás, es inenarrable. ¡¡DE TODO!! A unos precios muy buenos. Todo está expuesto para verlo y si no, se pide y en un minuto llega a través de un sistema de cajas que circulan por los techos por unas cintas transportadoras a varios niveles. Toda la mercancía se mueve de esa manera. Se elige lo que se quiere y el vendedor te hace un ticket y mete lo que has elegido en una caja grande de plástico, o lo escribe en el PC si hay que traerlo del almacén. Si se compran varios artículos en diferentes áreas, el vendedor rompe el ticket anterior cada vez que se añade algo y hace uno nuevo añadiendo lo que se ha comprado con anterioridad. Luego se baja a las cajas y se paga ( dos colas: una para cash y otra para tarjetas). En las cajas hay chicas que organizan la cola y colocan a los clientes y la apremian para que se agilice todo. Estaba "petao" de gente y sin darnos cuenta en dos minutos hemos pagado y recogido las bolsas. Una vez que pagas, vas a otra zona de mostrador (igualmente ágil y rápida) con el ticket de caja y ya está preparada tu bolsa o bolsas con los pedidos. TODO EN 10 MINUTOS. Es alucinante. Nunca hemos visto nada igual de bien organizado y eficiente.
Hemos comprado dos prismáticos Nikon a un tercio de lo que velen aquí (uno que en España cuesta ciento y pico euros nos ha costado $49), tres trípodes para cámaras y unos enganches-llaveros para colgar los trípodes. GENIAL.
Después hemos dado una vuelta por algunas librerías nuevas y de segunda mano; algunas impresionantes de grandes y otras auténticas "de anticuario". Destacamos la Strand Book Store, en 12nd St. con Broadway (enorme) y Used Alabaster Bookshop, en 122 4ª av. 12nd-13rd St. (detrás de la anterior) que es una pasada el local; el chico que la lleva, muy amable, nos ha ofrecido un libro suyo sobre ballenas pero no nos interesaba. Hemos comprado algunos curiosos para regalar y para nosotros.
Después hemos comido en Republic, en Union Square, un asiático genial con especialidad en noodles, muy conocido y frecuentado por neoyorkinos.
Y de ahí a LOT-LESS closeouts, en la 206w, 40th ST., a comprar algunas cosas tiradas de precio (rímel L' Oreal double extend a $2,99, aquí vale sobre 12-15€; gafas de lupa para leer a $1,99 (precio real marcado atrás desde $10 hasta $28); carcasas para iphone por $1,99 ...)
Luego hemos cagido el bus para ir a la calle 118 con la 10 ª av. para ver otra librería pero la han cerrado y como estábamos cerca de casa, hemos merendado unas pastas con café con leche (=aguate) y nos hemos recogido temprano para organizar el viaje a Washington a donde vamos mañana.

Tipo de parkings frecuente por el centro


Puesto callejero de chiles

Nuestra estación de metro



Martes, 21 de agosto. WASHINGTON

Hoy hemos llegado a Washington. El viaje ha sido largo porque había un tráfico infernal. Por lo demás muy bien, muy cómodo el bus, incluso con wifi; hoy hemos cogido los asientos de la
primera fila del piso superior.
Coger el metro ha sido una aventura; realmente la aventura es lograr comprar los billetes porque las máquinas son diabólicamente complicadas, no en vano en los foros se explica cómo usarlas. Menos mal que aquí la gente es también muy amable y un encargado nos ha informado de todas las tarifas, nos ha aconsejado la mejor para nosotros y le ha dado a los botones. En fin, en poco tiempo estábamos en el hotel que por cierto está muy bien. Además, todos los días de 5 a 6 ofrece un vino gratis a los clientes así que nos hemos tomado un y nos hemos lanzado a la calle a tomar contacto con la ciudad.
Hemos visto la Casa Blanca, el memorial de Washington y hemos paseado por ahí. Luego hemos preguntado una pizzería para cenar y una chica nos ha recomendado una que está muy bien llamada Aria, on the Plaza at 1300 de Pensylvania av.; la pasta y la pizza muy ricas y no cara.


Dejando NY

Camino de Washington







Miércoles, 22 de agosto. WASHINGTON

Washintgton se puede definir con una palabra: Memorial.
Hemos madrugado porque había mucho que ver y poco tiempo. Después de desayunar nos hemos lanzado al metro (cuyas máquinas diabólicas ya entendemos un poco) y hemos sacado nos bonos para todo el día de hoy.
Lo primero ha sido visitar los Archivos Nacionales donde se encuentran, bajo grandes medidas de seguridad, los originales de la Carta Magna, la Declaración de Independencia, algunas de las leyes más importantes sobre esclavitud, trabajo... Aunque abrían a las 10:00, a las 9:15 estábamos en la cola, los segundos, porque solo entran pequeños grupos de personas cada vez y teníamos que ver eso hoy. Tras pasar la seguridad que es como de un aeropuerto, hemos subido a la zona denominada ROTONDA; antes de entrar en ella se expone la Carta Magna y dentro de la rotonda todos los demás documentos con la explicación herméticamente guardados tras unos cristales de 3 cms. antibalas y antitodo. Muy interesante. Ha sido emocionante. Solo hemos visto esa parte, no hemos subido a ver otras exposiciones temporales porque no hay tiempo y a mí solo me interesaban esos documentos.
Al salir hemos cogido el metro para salir disparados hacia el Capitolio donde teníamos visita a las 11:00, reservada en la web de Capitolio. Es recomendable hacer la reserva porque no hemos tenido que hacer cola sino que se accede a un mostrador especial don te dan el ticket y una pegatina. Por cierto, los controles de seguridad... también bestiales. Aunque hemos llegado tarde, hemos podido entrar con el grupo de las 11:00 porque iba con retraso. La visita ha sido guiada y dura sobre una hora durante la cual nadie del pequeño grupo en el que íbamos nos podíamos separar un milímetro de la guía (si eso sucedía aparecía en menos de un segundo un guardia que te colocaba otra vez en el grupete). Antes de comenzar te llevan a una sala de cine y hay una proyección muy chula sobre el origen de los EEUU. Ha sido interesante.
De ahí habíamos pensado salir del edificio para ir a la Biblioteca del Congreso que según dicen es una maravilla, pero al terminar la visita, la guía nos ha recomendado llegar a ella a través de un larguísimo túnel subterráneo. Y merece la pena porque es verdaderamente ¡UNA MARAVILLA! Una visita altamente recomendable. Lo mejor es acceder desde el Capitolio y sacar por internet el pase para este; así no hay que esperar ninguna cola. Y todo es gratis.
Vista la Biblioteca, hemos cogido el metro y nos hemos ido hasta el Pentágono. Impresiona. No el edificio, que no se aprecia mucho, aunque es el mayor del mundo seguido por el Palacio del Pueblo de Bucarest, sino por el ambiente que se respira (militares, medallas y medallones, guardias de seguridad, zonas restringidas por todo el perímetro, caras de desconfianza hacia todo el mundo...). Por supuesto no se puede entrar, ni siquiera hacer fotos en la zona, ni acercarse a la entrada de lejos, pero sí se puede visitar el memorial de las víctimas del atentado 11/S. Y, con un sol de justicia, es lo que hemos hecho. La verdad es que el diseño es muy bonito, sencillo y elegante(líneas rectas y agua, los dos componentes del monumento del TWC). Dicen que se pueden ver en el edificio aún los daños del avión, pero nosotros no hemos visto nada de eso.
La última visita antes de la comida ha sido al archifamoso cementerio militar de Arlington que alberga la tumba de JFK. Todo el mundo ha visto este cementerio en alguna película americana de guerra, policías..., es ese que se extiende a lo largo de un vasto territorio de lomas y llanos de césped verde y la vista se pierde en los miles de lápidas blancas, todas igualitas y ordenadas milimétricamente en filas. Impacta.
Después de comer una hamburguesa muy rica hecha con carbón, nos hemos ido a la zona de Georgetown que parece ser el centro de la ciudad, aunque está lejos de la zona turística. Las casas son muy bonitas, coloniales, antiguas (lo que aquí se considera antiguo que es dos siglos), es un barrio muy agradable y cuidado, y muy animado. Ahí están todas las tiendas de moda. Hemos paseado un rato por él y hemos bajado andando hasta el National Mall, o sea, la zona de los Memorials. Para todos los gustos, aunque debo decir que impresionan. El primero el de Lincoln, cómo no, que nos ha gustado bastante. Exteriormente parece un templo griego con una escalinata inmensa y en el interior se encuentra la estatua, que es enorme, mide 6 metros de alto y 6 de ancho. Abajo se exhiben algunos textos y fotos de diferentes políticos o pesadores sobre los derechos humanos, y fotos de acontecimientos tos emblemáticos en el monumento como símbolo de la lucha por la libertad y la paz. Después hemos recorrido el resto de Memoriales hasta llega al de la WW II, que es muy bonito y el inmenso monolito que honra la memoria de G. Washington.
Todo el Mall es un enorme parque con inmensas zonas de césped en el que había muchísima gente jugando al beisball. Nos hemos quedado un rato viendo cómo lo hacían hasta que se ha hecho de noche y los partidos han acabado.
Hemos buscado un sitio para cenar, pero la zona está muerta por lo que hemos decidido volver a los alrededores del hotel, con mucho acierto porque el barrio del Dupont Circle estaba de lo más animado con muchísima gente por la calle y cenando en las muchas terracitas de bares y restaurantes. Y hemos dado con un pequeño restaurante griego que es una maravilla, bueno, bonito y barato, y los que lo llevan (la mayoría son hispanos) son muy agradables y hablan español. Una gozada de sitio muy, muy recomendable. Se llama Zorba' s Cafe, en el 1620 de la 20th. St., nada más salir de la estación del metro Dupont Circle (web: zorbascafe.com) Todo lo que hemos comido estaba riquísimo y, como hemos hablado un poco, al final nos han invitado a un trocito de dulce. Para rematar hemos estado oyendo una banda de "jazz" callejera antes de irnos al hotel.
Por hoy, ha sido bastante. Un día intenso.

El capitolio


Sala de los Padres Fundadores



Biblioteca del Capitolio



El Pentágono


Cementerio de Arlington


Georgetown. Casco antiguo de Washington

Casa más antigua de Georgetown

Monumento a Lincoln




Monumento a Washington (169 mt.)

La Casa Blanca


Jueves, 23 de agosto. WASHINGTON

Hoy ha sido nuestro último día en Washington y hemos aprovechado bien la mañana hasta las 17:30 que salía el bus.
Lo primero que hemos hecho ha sido ir a la National Geographic Society que teníamos mucho interés por conocer. Había durante este verano una exposición itinerante sobre el Titanic, muy, muy interesante. Nos ha encantado.
Luego también hemos visto una película- documental mu premiada introductoria a lo que hay en el museo que era un recorrido por la historia de los inventores anónimos de las culturas antiguas que realmente fueron los que marcaron la pauta para los inventos posteriores de las grandes figuras. Muy bien montada. Para terminar se puede ver también la exposición temática de algunas fotos (ahora era sobre desastres naturales y las fuerzas de la naturaleza)
De ahí hemos recorrido toda la avenida Conneticut en la que hay muchas tiendas y luego nos hemos acercado al distrito histórico del Logan Circle que es precioso con unas casas y unas calles muy elegantes. En esta zona vivieron bastantes figuras, especialmente negras, que lucharon por los derechos de su raza cuyo recuerdo conmemoran placas en algunas fachadas.
Paseando hemos vuelto a nuestra zona Dupont Circle, muy animada, como siempre, y hemos comido en Zorba' s Cafe. Después nos hemos tomado un expresso malísimo, ara variar, en la terraza del Starbucks, hemos recogido el equipaje y nos hemos ido a la estación. El autobús ha salido en punto, pero ha tardado en llegar una hora más porque el tráfico es infernal (casi en caravana rápida desde Washington)
Cuando faltaban unos kilómetros para llegar, la chica que iba en el asiento de la primera fila de la planta superior se ha bajado y yo me he podido sentar ahí: emocionante la entrada en NY con todo el skyline iluminado. Me he puesto la canción de Frank Sinatra New York, New York, a todo volumen mientras nos acercábamos y ha sido n momento para recordar. Aunque hemos llegado tarde, sobre las 11:30, hemos tenido suerte con el metro y los autobuses que hemos cogido nada más ir llegando a las paradas por lo que en 20 minutos estábamos en casita. Compra de leche para el desayuno en el super y fin del día. Esto de que aquí estén las tiendas abiertas a cualquier hora es genial. 

National Geographic. Expo del Titanic

Autómata. National Geographic

Dupont Circle


Zorba' s Cafe


Viernes, 24 de agosto. MANHATTAN y BROOKLYN

Hoy ha tocado realizar algunas compras de última hora: algunas librerías, otra vez a B&H y alguna que otra más por Manhattan.
De ahí nos hemos ido a Brooklyn al famoso Beacon' s Closet, al parecer el paraíso para los amantes de la ropa de segunda mano y muy frecuentado por los neoyorquinos. A mí no me ha gustado, parecía un R que R y olía igual. Había algunos zapatos interesantes de marcas muy prestigiosas a buen precio, pero no era mi número.
Como estábamos hambrientos, nos he os metido en un sitio que tenía buena pinta y ha resultado todo un acierto. El local, MUY RECOMENDABLE, se llama PURE y está justo en la esquina de la calle Warren con la 5ª av. ¡Ojo, en Brooklyn, al lado de Park Slope! que es una zona que también es agradable para pasear! El restaurante no es muy grande y todo lo que sirve es ecológico y natural, orgánico (la carne, verduras, zumos...) y de gran calidad. El trato ha sido excepcional. La comida estaba riquísima. Los platos son enormes, no nos los hemos podido terminar y e precio está muy bien.
Después de comer hemos recorrido un poco la zona, entrado en algún centro comercial, que hay varios, luego hemos vuelto a Manhattan a terminar las compras por la 7ª.
Hemos entrado un rato al Cortes inglés (=Macy's) y hemos echado un vistazo, pero era tal el bullicio, griterío y gentío que hasta yo que me gustan los centros comerciales me he agobiado así hemos vuelto a la calle que después de Macy's parecía tranquila y
hemos concluido nuestro penúltimo día en NY paseando por Times Square y tomando un helado en una mesita en Columbus Circle.
Parece mentira pero mañana es nuestro último día en esta maravillosa ciudad. Se ha pasado volando.










Sábado, 25 de agosto. MANHATTAN, HARLEM, QUEENS


Para el último día en NY hemos dejado algunas cosillas que queríamos hacer, pero dejamos para el final, porque teníamos menos interés, por si no nos daba tiempo. 
Los primero ha sido visitar el Museo del Barrio ( El Barrio es como se conoce a la zona de East Harlem que es la zona hispana, especialmente puertorriqueña) está bien, aunque yo me lo imaginaba más grande. Había una exposición de obras de autores caribeños interesante. La entrada de este museo incluye la entrada a otras dos que albergan obras de arte de autores hispanoamericanos, pero no hemos ido porque no había tiempo.
De ahí hemos ido al Museo de la ciudad de Nueva York; también me imaginaba otra cosa, más grande. A mí me ha gustado porque me encanta la fotografía y el museo es principalmente una exposición fotográfica del NY de varias épocas. También había una temporal sobre "Calles de Londres". También hay unas pequeñas exposiciones de juguetes y mobiliario y de cuadros con escenas de calles de NY tipo Antonio López, de esos que parecen fotos. También hay una sala inmensa con el tema del poder financiero de la ciudad que es el segundo centro de negocios, económico, del mundo después de Londres. Por supuesto, Madrid no aparece en los 10 de la lista.
Al termina aquí teníamos previsto ir al museo Rubin (arte oriental), recomendado por Wanda, pero ya era la hora de comer y queríamos ir a un restaurante que también nos dijo Wanda, Amy Ruth's en Harlem, en la 116 con Malcom X, con comida auténtica sureña, así que hemos ido al bus y para Harlem.
El sitio es muy, muy recomendable, comida muy rica y raciones grandes con sabores del sur, efectivamente, exquisitos. El local es frecuentado principalmente por negros, con lo que tiene el toque sureño auténtico además; el ambiente es muy agradable y acogedor con paredes llenas de cuadros con fotos. El servicio muy, muy amable. Yo he dicho ala chica que me recomendara ella lo mejor y me ha dicho que pollo, lo que en principio no me ha hecha mucha gracia pues parece un poco tono venir hasta aquí para comer pollo. Pero la recomendación mereció la pena porque ha sido el mejor pollo que me he comido en mi vida. Estaba rebozado con una capa crujiente que estaba de muerte e iba acompañado con una salsita entre dulce y salada muy, muy rica que tú le ponías a gusto de un bote. Lo peculiar y lo típico del local es que los, platos se sirven sobre un gofre, sí, todo el fondo de plato es un gofre redondo y gigante, o mejor dicho, 4 gofres unidos en forma redondeada y sobre ello va el plato. El pollo estaba tiernísimo y con un sabor fabuloso. Domingo ha tomado lo mismo pero con pescado sin raspas, solo la mollita, que también estaba delicioso.
Allí mismo hemos cogido el metro para Queens, para ver el último sitio que yo tenía interés por conocer, el Point5, el mayor museo del mundo de graffittis. A mí me gustan mucho los garffittis. 

https://greenpointers.com/2019/04/30/the-tragic-death-and-lasting-legacy-of-five-pointz/

Se trata de una antigua fábrica enorme abandonada que ha servido de espacio para grafiteros de todo el mundo y donde pueden pintar  con un permiso, como digo se trata de un verdadero museo de arte urbano donde algunos obras son verdaderamente obras de arte. La zona se puede visitar gratis pero está vigilada por algunos individuos tipo ocupa-perroflauta que además llevan a cabo performers. Estuvimos un rato por allí, vimos unos números de magia y dos grafitteros yerminando sus obras. Recuerda mucho a Berlín, por el muro todo graffitado y por el edificio Tachelles. Desde donde mejor se ven realmente las pinturas es desde el metro cuando se pasa al lado, porque es de esos elevados y " sobrevuela" la fábrica entera a la que le da la vuelta por arriba . Para llegar se coge la línea de metro 7, parada de Court Sq. Justo al lado está el Point1 MOMA, que es una extensión del Museo de Arte Moderno. No hemos entrado a este último, pero aunque no se visite el MOMA, merece mucho la pena dar una vuelta por la zona. 

https://www.latercera.com/culto/2018/07/19/los-grafitis-la-disidencia-la-historia-tras-5-pointz/

Ese día empezaba no sé qué festival en el Moma este y allí estaba congregado lo más cool de la Gran Manzana; un ejemplo: chico con camisa y chaqueta, superrepeinado, gafas a la última, zapatos carísimos y... con bañador. A quien más extravagante.
Después de un corto paseo por ella hemos vuelto en metro al centro, a Times Square, a dar un último pase y despedirnos de NY.
Casa. Maletas. Peli en la tele, El caso Bourne. Cena y a dormir.

Domingo, 26 de agosto

Parece mentira pero esto ya se ha acabado.
Después de arreglar un poco la casa, hemos bajado a una panadería a comprar unos croissanes para el desayuno y unos panecillos para llevar unos bocatas para el viaje. 
Hemos cerrado todo y ... partimos de vuelta a España.
El viaje perfecto hasta Madrid, pero allí hemos tenido que esperar 4 horas porque no hemos podido hacer un cambio en los billetes del tren. Pero, aunque muy cansados, hemos llegado a Albacete sin ningún problema y con todo nuestro equipaje.



VALORACIONES Y REFLEXIONES SOBRE LA PRIMERA VISITA A NY

A grandes rasgos, es una ciudad variopinta cuya esencia, identidad, que yo dije en un principio que no existía, es precisamente la diversidad. La gente más estrafalaria está aquí y el contraste de esta ciudad con las que la rodean (Boston y Washington, por ejemplo) es enorme en lo que respecta a la gente y al modo de vida. Nada que ver con la normalidad absoluta de Washington o con la clase y el estilo de Boston. Todas las razas, todos los credos, todas las lenguas tienen su hueco... y su barrio. El español lo habla casi todo el mundo, casi tanto como el inglés.
Aquí siempre hay personas por la calle, luces y tiendas abiertas; si te apetece puedes hacer la compra a las 3 de la madrugada. Se puede comer o cenar,  merendar o lo que se quiera a cualquier hora pues muchos lugares tienen horario ininterrumpido. Los famosos "Delis" (=de delicatessen) son una especie de tienda donde se puede además tomar algo y está abierta las 24 horas. Al igual que los Ginos o puestos callejeros de hot dogs.
Lo de la comida basura no es un mito, es pura realidad... pero está buenísima. La gente suele comer por la calle en sus bandejas. Todo el mundo anda por la calle, sube al autobús, entra en las tiendas... con un vaso en la mano de café o de brebajes de colores. Esta comida no es muy sana y engorda mucho. Algo que nos ha llamado la atención muchísimo es la cantidad de personas gordas, gordísimas, que hay aquí.
Por otro lado, todo se consume en bandejas o vasos de plástico, reciclable, creo; no obstante, la ciudad  genera residuos por toneladas.
Las ensaladas con los tops y salsa que cada cual desee son buenísimas. Las sirve en cientos de sitios.
En todos los restaurantes y lugares para comer te sirven agua fresca al sentarte.
Hay que dejar propina en todos sitios (15-20 % del total de la cuenta) , eso no me gusta, casi es preferible que lo incluyan en la factura como en otros países; no obstante, eso hace que todo los trabajadores se esfuerzan y esmeran en atender bien a los clientes.
El café expresso es imposible encontrarlo y si se encuentra es malísimo. Por otro lado no conciben tomar cafe latte (café con leche) con la leche fría; lo hemos intentado pero es imposible, te miran como si estuvieras loco y al final, aunque te hayan entendido, te la ponen caliente. Los Starbucks triunfan, los hay a millones por todos sitios.
Otra cosa que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho es la atención que se dispensa a los clientes en todos sitios, es un trato esmeradísimo y da igual la pinta que se tenga, aquí a nadie se le juzga por la apariencia. Esto es muy importante y llama poderosamente la atención viniendo de España donde se mira con recelo a determinadas personas por entrar a algunos establecimientos. Además hemos observado que la gente es muy educada y respetuosa, mucho, lo cual también llama mucho la atención. Como dato, en una ciudad de millones de personas por la calle o tiendas no nos hemos chocado con nadie, ni nos han empujado una sola vez. ¡¡INCREIBLE!! Ni se rozan. Dentro del poco espacio, los demás son muy respetuosos. Esto es algo que también nos sorprendió especialmente en Boston, la amabilidad de la gente. En cuanto te ven con cara de perdido o con el mapa en la mano, se acercan y... do you need any help?
Dentro del caos que aparenta la ciudad, la gente no está histérica, se toman las cosas con calma y se ayudan los unos a los otros. Se les ve relajados, no sé, el ritmo de vida no es tan de locura. Para ser una ciudad con tantos edificios hay muchísimas zonas de esparcimiento, parques, jardines, áreas de recreo entre las moles de cemento y los autóctonos y foráneos las aprovechan bien. Otra cosa llamativa es que casi no se bebe alcohol y casi nadie fuma. 
No sé cómo explicarlo pero me ha dado la impresión de un pueblo muy unido pese a sus enormes diferencias, han sabido hacer de la diversidad un valor y eso los ha hecho fuertes. Siendo tan enormemente diferentes tienen la conciencia de pertenecer a un todo común y eso manteniendo sus diversas culturas y lenguas, aceptando y respetando sus diferencias.
Seguro que respecto a todo hay excepciones, y hace falta vivir en una ciudad para conocerla, pero nuestra primera impresión como extranjeros, después de un mes aquí, es esta.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS