CASTELLÓN (2-5, enero, 2023)

 Lunes, 2 de enero

Siempre viene bien una escapadita y dado que esta Navidad no podemos ir más lejos, hemos decidido ir a Castellón, una ciudad que aún no conocíamos y conocer algunos pueblecillo que merecen mucho la pena.

Salimos de Albacete sobre las 09.30 ya que a las 12:00 tenemos una reserva para visitar las Cuevas de Sant Josep (https://covesdesantjosep.es)

Las cuevas, también conocidas como     ofrece a sus visitantes un tranquilo paseo en barca a lo largo de uno de los ríos subterráneos navegables más espectaculares. La visita incluye un tramo en barca de 800 metros y un recorrido a pie de 250 metros, con una duración aproximada de 40 minutos y  una temperatura constante en el interior de 20ºC durante todo el año. Son impresionantes la Sala de los Murciélagos o el Lago de Diana, una poza de cinco metros de profundidad donde se puede ver un musgo que crece curiosamente en esa zona. También se puede  contemplar el Lago Azul  con su llamativo color o descubrir qué esconden las galerías de los Sifones y la galería Seca.


Es una visita muy recomendable. Las cuevas son impresionantes, no por lo grandes sino por lo cooquetas y bonitas. El río de agua dulce del interior es una maravilla. La profundidad va desde los 50 cm. a los 11 metros.

Se toman unas barcas en el embarcadero (dentro de la gruta) y se llega a la parte seca por un cauce; y se vuelve por otro. A lo largo del recorrido en las barcas hay algunas zonas más anchas pero otras son antiguos sifones y, por tanto, estrechísimas. No apto para claustrofóbicos. La zona seca es un trayecto  no muy largo que circula entre estalactitas y estalagmitas hasta llegar a otro embarcadero que lleva de nuevo a la salida por otro cauce. 

Al final del recorrido, en la última sala más amplia, se asiste a un espectáculo de música y luz que se contempla desde la barca. Merece muchísimo la pena visitar estas cuevas. Son algo muy especial.

A continuación continuamos camino hacia la ciudad de Castellón donde tenemos un apartamento reservado por Airbnb, como siempre.

Se trata de un alojamiento estupendo, muy cerca del centro, justo enfrente de El Corte Inglés y junto al parque Ribalta. (Ver en  https://www.airbnb.es/rooms/776786732329307170?source_impression_id=p3_1679479167_lFDJOKfMlrtdl3Kx

Como ya es hora de comer, cogemos el coche y nos dirigimos a El Grao, la zona marítima de Castellón, que se encuentra a 9 Km del centro de la ciudad.

Comemos en la terraza de un local llamado Terra & Mar, en la Plaza del Mar, el lugar más bonito del Grao. Es un local muy recomendable (4,5 de 5 en Tripadvisor)

El servicio es excepcional (rápido y atentísimo), los manteles y servilletas de tela, y cambian los cubiertos de plato a plato además de las copas si se pide una segunda. Y el menú solo cuesta 14€ (pan con tomate y ajioli, un primero (de una extensísima variedad), un segundo (una gran variedad de arroces), postre o café y bebida. Increíble. Hemos tomado almejas marinera, ensalada templada de bacon y frutos secos, arroz con calamares, gambas y pulpo y café. Todo rico y al solecito. Genial.

Después de la comida hemos paseado por la zona, que tampoco tiene mucho que ver y hemos vuelto a la ciudad.

Compramos provisiones en el Corte Inglés y dado una vuelta por el parque Ribalta que queda justo al ladi del apartamento. Es el parque más importante de la ciudad, con fuentes preciosas y muy coqueto.

 

Martes, 3 de enero

Hoy hemos dedicado el día a visitar la ciudad.

Comenzamos por el parque Ribalta y, cruzando este, llegamos al Monumento a  la Farola, una plaza con una artística farola de forja en el centro; de ahí sale la calle Zaragoza, posteriormente Colón, que lleva hasta la plaza Mayor.

Hacia la mitad de la calle se puede contemplar el antiguo edificio de Correos, ahora cerrado pero con una arquitectura muy bella mezcla de modernismo valenciano y neomudéjar.

Hacemos unas fotos y vamos directamente al Museo Etnológico (gratuito) que se encuentra un poco más adelante, muy cerca de la plaza Mayor, en la calle de los Caballeros, 25. 

El museo está ubicado en un palacete de tres plantas, la Casa Matutano, y en él se expone una gran cantidad de objetos de la vida cotidiana del pasado siglo XIX y primera mitad del XX. La farmacia es muy curiosa. Muy interesante.

Desde ahí visitamos la Concatedral de Santa María, llamada concatedral porque comparte con la de Segorbe la sede del Obispado Segorbe-Castellón. Inicialmente era de estilo Gótico en su construcción a finales del siglo XIII, pero tras un incendio en 1936 fue reconstruida en el siglo XV y finalizada en 1549. Está situada en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento.

Actualmente el templo ocupa una manzana completa y se compone de una  planta de cruz latina con tres naves y un ábside. El interior sorprende por la altura, la sencillez y la luminosidad.

Junto a la iglesia se sitúa la torre campanario conocida como El Fadrí, o Campanar de la Vila auténtico emblema de la ciudad, también llamada “el soltero”, al estar exenta de cualquier otro edificio religioso-civil. No subimos, pero se puede subir.

En el lado contrario de la plaza se puede contemplar el mercado cubierto, un edificio curioso inaugurado en 1949, que alberga más de 60 puestos de alimentación(o “paradas” como los llaman aquí). Damos una vuelta por su interior para ver los productos típicos y luego salimos a la plaza Mayor donde se encuentra también el Ayuntamiento. La concatedral, el Ayuntamiento, el mercado y  la torre Fadrí forman un bonito conjunto arquitectónico.

Tras dar una vuelta por la zona nos dirigimos a otro de los edificios que merecen la pena: el Casino. No permiten la entrada a los no socios por lo que nos conformamos con ver el edificio desde el exterior y hacer unas fotos. No está mal. Un poco más arriba se llega al Teatro Municipal.

Desde aquí volvemos a la plaza Mayor y nos tomamos un aperitivo en una terraza de las muchas que hay alrededor del mercado. También vemos algunos bares donde puedes llevar el marisco, pescado o carne comprada en los puestos y te la preparan.

A las 14:00 nos dirigimos a un restaurante donde hemos reservado mesa, Plan B (https://elplanbrestaurante.com )que resultó genial. El sitio es precioso, acogedor, la atención muy buena y la comida estupenda. Tomamos mejillones thai al curry rojo, dúo de crujientes con foie, queso fresco y dulce de tomate que estaba exquisito, y de plato fuerte unas costillas confitadas, causa limeña y salsa de Guinness (recomendadas por todos los clientes en internet, y verdaderamente buenísimas), vino, cerveza y café por 46€. Es un local muy, muy recomendable.

Tras la comida cogemos el coche y nos dirigimos a una localidad cercana a Castellón llamada Fanzara que es conocida porque en ella se encuentra el MIAU, Museo Inacabado de Arte Urbano, es decir, de grafittis. 

En la plaza del pueblo hay un punto de información donde se pueden coger planos con toda la ruta de grafittis; si no está abierta también hay planos en el bar De abajo (se llama así, justo a la entrada del pueblo. No hay pérdida porque solo hay dos bares), donde lo cogimos nosotros.

En principio pensábamos que el pueblo estaría repleto de pinturas ya que en el plano que cogimos (y en internet donde buscamos información) aparecen unos 80 graffittis, y en internet también había muchas fotos preciosas, pero la realidad es que apenas hay algunos que merezcan la pena; muchos se han borrado con el tiempo y otros son apenas unos dibujillos en las fachadas. Fue decepcionante. Además el plano es muy confuso y cuesta bastante encontrar algunos.


Tras la visita volvimos a la ciudad, damos una vuelta por el Corte Inglés y cenamos en casa.

 

Miércoles, 4 de enero

 Hoy haremos una pequeña ruta por algunos lugares de la comarca denominada el Maestrazgo: Culla, el parque minero del Maestrazgo y Villafarmés.

Comenzamos dirigiéndonos a Culla que es el lugar más alejado y donde además tenemos reserva a las 12:00 para visitar las minas que se encuentran en la zona.

Culla es una pequeñísima localidad encaramada en un monte y con algunas callecitas y rincones bonitos. Hay varios edificios que se recomienda visitar, a saber, la prisión, el hospital y la iglesia.

Lo primero que hacemos es subir a la oficina de turismo donde nos dan un plano, pero nos indican que no se puede visitar ninguno de los lugares citados porque solo se ven en la visita guiada que hacen ellos a las 12:00 (hora en que teníamos la visita a las minas). Nos molestó bastante que hubiera 2 personas en la oficina de turismo (de casquera), que los tres lugares importantes estaban justo al lado de dicha oficina y que no había nadie más en toda la aldea (ni locales ni turistas), de hecho el lugar parecía desierto, y que no se ofrecieran a enseñárnoslos cobrando la entrada. O sea, que no vimos nada gracias a la poca predisposición de los dos de la oficina de turismo.

También hay un castillo al que subimos y que es más bien una ruina.

Resumen: ¿merece la pena ir hasta allí? Realmente no (aunque si se coge la visita guiada no sabemos si puede resultar algo más interesante). Muy pocas ganas de trabajar en la oficina de turismo.

Desde Culla nos dirigimos al Parque Minero del Maestrat que se encuentra a 9 km. La entrada cuesta 12 €, y jubilados 9,60€. Es imprescindible tener reserva que se hace por teléfono 651177971 o wasap.

La visita recorre dos minas, Victoria y Esperanza. Comienza subiendo en un trenecito que transporta a los visitantes a la entrada de la mina Victoria (la más grande y explotada) para continuar a pie el recorrido de muchas de las galerías del interior. Al salir, otra vez se toma el trenecito para visitar la segunda que es mucho más pequeña. Curiosa visita.

Justo al lado de la estación del tren hay un restaurante en el que se puede tomar un menú del día por 17€. Es  sencillo pero hemos preferido comer aquí porque la visita termina sobre las 14:00. El menú consiste en una ensalada, un primero, un segundo, pan y postre o café. Nos daba miedo comer aquí porque habíamos leído algunas malas críticas, pero ha resultado que el servicio ha sido atentísimo y rápido y la comida estaba muy buena (sopa de la casa, chuletas de cordero y un cheesecake que estaba exquisito)

Después de comer nos acercamos a otro pueblo de los considerados más bonitos de España: Villafamés. Esta localidad se encuentra en lo alto de una pequeña montaña y aparece coronado con un castillo.

El tráfico para los no residentes está prohibido, pero a la entrada hay un parking gratuito. Desde ahí hay una dura subida hasta el casco antiguo.

El pueblo recuerda los orígenes árabes con sus calles estrechas y zigzagueantes. Con la ampliación cristiana, Vilafamés empieza a crecer edificando su impresionante iglesia parroquial y su palacio del siglo XV. Aquí las calles son de trazado lineal.  

Llama mucho la atención su impresionante “roca grossa”, una mole de piedra que se encuentra a medida que se sube por la calle principal.; aunque lo que más sorprende, sin duda, es que en todo el casco antiguo de Vilafamés, predomina en todas las construcciones su piedra roca. El conjunto histórico de Vilafamés es declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 2005.






Damos una vuelta por sus calles, algunas muy bonitas y cuidadas. Subimos al castillo del que solo queda una torre y algunos muros. Vemos la iglesia por fuera ya que está cerrada y a continuación visitamos el MAC (Museo de Arte Contemporáneo) que se encuentra ubicado en el  Palacio Batlle, un palacio gótico civil del siglo XV. Alberga más de 700 obras distribuidas en 29 salas. Es magnífico. Lo mejor del pueblo.

Damos otro paseo por las calles y volvemos a Castellón donde damos un paseo por el centro para ver la ciudad de noche y volvemos al apartamento.

Al día siguiente volvemos a Albacete dando por concluido el viaje.


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