SOFÍA, BULGARIA (2-5, diciembre)

Aunque este año no tenemos puente de la Constitución en Albacete nos las hemos arreglado para hacer una escapadita de dos días a Sofía (Bulgaria).

Antes de empezar el relato del viaje, alguna observación sobre este país:

En primer lugar, ya nos habían prevenido sobre los taxistas (y lo volvieron a hacer al llegar al país) los cuales, como en la mayoría de los países intentan estafar a los turistas. Y, pudimos comprobarlo, así es.

Así que, lo primero es un consejo sobre el transporte en Sofía (del que nos informó un joven búlgaro) que nos ha resultado muy cómodo y útil: en Bulgaria no hay Uber pero en la capital funciona una app que es igual, aunque con unos taxis determinados que llevan el nombre de la app en la carrocería: “TaxiMe” (solo en búlgaro e inglés) La hemos utilizado cada vez que hemos querido movernos por la ciudad y funciona de maravilla (es rápida, solo hay que dar a “recógeme aquÍ” ya que identifica tu situación, y escribir a dónde se quiere ir; te indica el tiempo que tarda en llegar el taxi, los kms. que vas a recorrer, el precio e incluso hay un mapita en el que puedes seguir en tiempo real el recorrido del taxi hasta que llega al punto de recogida; unos minutos antes de llegar también te avisa de que está llegando) IMPRESCINDIBLE BAJARLA SI SE VA A USAR TAXI y no queréis ser engañados.

En segundo lugar, pese a que este país pertenece a la UE desde hace 12 años, no hay ninguna información escrita en caracteres latinos (es alucinante que en la autovía, por ejemplo, o en la estación central de tren o en la de autobuses) todo esté únicamente escrito en cirílico con lo que es complicado moverse. Y eso que es el único país de la UE que usa ese alfabeto. Eso pasa en Sofía (lo que es alucinante) pero mucho más cuando se sale de la capital) Imposible leer las direcciones en la autovía, por ejemplo, o saber los horarios de trenes y autobuses en las estaciones.  

En tercer lugar, sacar siempre los billetes de bus o tren con antelación y A TRAVÉS DE WEBS como Omio o Busradar que son muchísimo más baratos. En las taquillas, especialmente en los buses, son el doble de su precio en la web (no sé si porque hay “precio especial” para turistas o es que es así. Luego contaré lo que nos pasó por si sirve de prueba de esto que digo.

En cuarto lugar, la accesibilidad en el país en general es cero. Escaleras por todas partes, escalones, tarimas, calles empedradas llenas de “trampas”… Una silla de ruedas debe de ser un problema y un suplicio importante. 

Y finalmente, en nuestra experiencia, y esta es la segunda vez que visitamos Sofía, consideramos que la gente aquí (especialmente la que está cara al público como taquillas de estación, información turística o en las estaciones y aeropuerto, camareras en el hotel, camareros en el aeropuerto…) es bastante seca y desagradable, incluso, en algunas situaciones maleducada, gritándonos con cara de pocos amigos. Además, tienen muy pocas ganas de trabajar; menos incluso que en España, que ya es decir!! Hemos vivido varias situaciones que rayaban la grosería. No se esfuerzan, en absoluto, por ayudar a los turistas, máxime cuando, como he dicho, no hay ni un solo cartel o información en caracteres latinos.

Tras estas observaciones y consejos, comienza el relato de la visita a un país que tiene mucho que ofrecer.

 

Viernes, 2 de diciembre

Volamos desde Alicante con WizzAir y al llegar al control de pasaportes me indican que mi DNI figura como robado en el programa de la policía -¡horror!- y que puedo tener problemas en Bulgaria para entrar en el país. 

Voy a contar aquí lo sucedido por si puede servirle mi caso a alguien: hace años perdí el DNI, denuncié su pérdida, me saqué otro, y un año después me llama la directora de mi banco para decirme que ha aparecido mi DNI en la sucursal. Bien, pues resulta que debía haber ido a retirar la denuncia porque de lo contrario mi DNI sigue constando como robado en el sistema no solo de la policía de España, sino de toda Europa. 

En el control de España me dejaron salir -¿qué remedio?- pero cuando aterrizamos en Sofía la cosa empeoró bastante. Me retuvo la policía porque llevaba un carnet robado. De nada sirvió enseñarle el de conducir, la tarjeta sanitaria europea, el carnet de profesora de la JCCM…Nada.

Se llevaron el documento y me tuvieron esperando (unto a otro chico español al que le había pasado exactamente lo mismo: perder el DNI, denunciarlo, hcerse otro, recuperarlo, pero no uitar la denuncia) En fin, más de 30 minutos sentados en un pasillo, sin ninguna explicación de qué iban a hacer. Al rato, aparece el mismo policía con una cámara de fotos y, tras hacernos una foto, desparece durante otros 40 minutos. Al cabo de este tiempo, vuelve y nos dice que ya podemos pasar el control, pero que a la salida del país será lo mismo por tanto que lleguemos con mucha antelación al aeropuerto para no perder nuestro vuelo.

En fin, parece que no empieza muy bien el viaje. Menos mal que el taxista que nos esperaba (reservado previamente con Booking) tuvo la amabilidad de esperar casi una hora y media.

Llegamos bastante tarde al hotel, con todo cerrado (menos mal que llevábamos un bocata desde España y eso fue lo que cenamos.

El hotel elegido ha sido el Sofía Palace, un nombre bastante rimbombante para un hotel bastante normalito aunque limpio, céntrico y correcto (ver crítica  en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g294452-d20185441-r883128926-Hotel_Sofia_Palace-Sofia_Sofia_Region.html

 

Sábado, 3 de diciembre   Sofía

Tras el desayuno y la búsqueda de un cajero para sacar algunas levas (en la calle Vitosha hay muchísimas casas de cambio) nos dirigimos al Palacio de Justicia que es el punto de encuentro del free tour que hemos reservado a través de Civitatis, aunque la empresa que lo realiza es local y se llama 365 Asociation SofiaTour, una iniciativa que comenzó en 2010 por parte de un grupo de jóvenes rumanos que hablan perfectamente español. El grupo era hoy bastante numeroso así que se ha dividido en tres subgrupos y cada uno con un guía; el nuestro se llamaba Jorge. El recorrido dura 2 horas y comienza a las 11:00, junto a los leones. No se visita ningún monumento ni se entra a ningún edificio pero es una buena manera de tener una idea de lo más relevante de la ciudad así de como su ubicación. El recorrido visita los siguientes lugares emblemáticos de la ciudad:


Palace of Justice

El tour se inicia en el  Palace of  Justice para continuar después hacia arriba de la calle donde se encuenta  Sveta Nedelya Church (iglesia de Sto. Domingo), una preciosa iglesia ortodoxa del siglo X que tiene una sangrienta historia detrás ya que en ella tuvo lugar el atentado contra el monarca el día del funeral de un general,  en el que murieron 50 personas y 200 resultaron heridasCoat of Arms of SofiaStatue of Sofiae a que esta estatua fue una cagada de los políticos porque representa a Sta Sofía y el nombre de la ciudad no tiene que ver con la santa. Es una de las más bonitas de Sofía. Posteriormente vemos Church of St. Petka


Iglesia de Sto. Domingo

A continuación nos dirigimos al Largo Square ruins (ruinas de Serdica) junto al que se encuentra la pequeña Iglesia ortodoxa de Santa Petka Samardzhiiska Fue construida en el Siglo IX en el lugar donde se encontraba una cripta romana y a pesar de las diversas ocupaciones y conflictos bélicos que ha sufrido la ciudad, se ha mantenido en pie hasta nuestros días. estaba cerrada y solo la vemos desde fuera.


Desde las ruinas se puede contemplar al fondo la mezquita Banya Bashi , justo enfrente del Mercado Central. Este templo fue construido a finales del siglo XVI, durante el período de dominación otomana, lo que la hace una de las mezquitas más antiguas de Europa.
El edificio fue levantado sobre unos baños termales y, de hecho aun en la actualidad el vapor de agua se filtra al exterior por algunos respiraderos que hay en los muros del edificio.
El templo es famoso por su gran cúpula (de 15 metros de diámetro) y por su minarete que puede ser visto desde algunas calles próximas.
En la actualidad la Mezquita de Banya Bashi es la única mezquita que sigue abierta al culto islámico en Sofía.
Desde aquí continuamos hacia Sofia Synagogue, que es la mayor sinagoga sefardí del mundo, la más grande en el sureste de Europa,  una de las dos que funcionan en Bulgaria y la tercera más grande de toda Europa. Se encuentra en la llamada Plaza de la Tolerancia, cuyo nombre se debe a que en ella se encuentran cuatro templos de cuatro religiones diferentes: la sinagoga, iglesia católica, iglesia ortodoxa y la mezquita.
Muy cerca de la mezquita, hacemos una parada en Mineral Water Springs, una construcción peculiar de granito con  12 fuentes de agua mineral caliente que abastece a gran parte de los habitantes que se acercan a ella con garrafas y cubos a coger esta agua de importantes propiedades medicinales beneficiosas para la salud.

Baños

De ahí nos dirigimos a los Baños Minerales Centrales que son un punto de referencia en el centro de luna ciudad conocida por los manantiales minerales. El edificio fue construido a principios del siglo XX cerca de los antiguos baños turcos y se utilizó como baño público de la ciudad hasta 1986. Hoy día alberga el Museo de la capital, ahora cerrado por restauración.

También en el centro de la ciudad se encuentra El Largo que es es un conjunto arquitectónico estalinista de tres edificios situado en la Plaza de la Independencia, Ploshtad Nezavisimost.

Visitamos varios de estos edificios entre los que están: en el centro, la antigua Casa del Partido de 1954 (antigua sede del extinto Partido Comunista Búlgaro), hoy son las oficinas administrativas por la Asamblea Nacional de Bulgaria; y a ambos lados dos edificios: uno los grandes almacenes TZUM y el Consejo de Ministros de Bulgaria. Y el otro albergan: la Oficina del Presidente, el Sofia Hotel Balkan y el Ministerio de Educación.

En la zona hay un lugar CURIOSO que no hay que perderse (de hecho es uno de los enclaves más visitados de Bulgaria) y al que se accede por arco del edificio de la Presidencia  de la Nación (a pocos metros de los restos de la antigua fortaleza de Sárdica (antiguo nombre de Sofía) en cuyo interior alberga un gran patio donde se esconde una pequeña iglesita: la Iglesia de San Jorge de la Rotonda que antaño no fue un templo sino que eran unos baños del emperador romano. Se trata de una iglesia  paleocristiana construida originalmente por los romanos durante el siglo IV, lo que la convierte en uno de los edificios más antiguos de Bulgaria. Se pueden ver alrededor las ruinas de las termas. Es curioso cómo este templo fue escondido por el Comunismo, rodeándolo por edificios comunistas de más altura que la iglesia, para que no se viera y así esconderla, y para que tampoco fuera visitada, ya que estaba controlada por estos edificios de los comunistas.



Otros lugares que recorremos durante la visita son el City Garden, donde se encuentra el Museo de arte y el etnográfico (ahora es el lugar donde se ha instalado el mercadillo navideño) o el National Theater Ivan Vazov.
 
National Theater Ivan Vazov.

La visita finaliza en la plaza donde se halla la Catedral Alexander Nevski, que fue construida a finales del siglo XIX (a partir de 1877) para conmemorar y rendir honor a los rusos que cayeron durante la guerra de liberación búlgara entre este país y el Imperio Otomano.
Se trata de uno de los mayores templos jamás construido, con unas dimensiones descomunales: 72 metros de largo y una torre que alcanza los 52 metros de alto. Además, el hecho de que se haya situado en medio de una gran plaza lo convierte en un monumento impresionante.

https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Alejandro_Nevski_de_Sof%C3%ADa#/media/Archivo:AlexanderNevskyCathedral-Sofia-6.jpg

El estilo de la catedral es neobizantino, como se puede observar por el conjunto de cúpulas y semicúpulas que caen en cascada y que nos pueden recordar a Santa Sofía o a la Mezquita Azul de Estambul.
El interior es también deslumbrante. Destaca sobre todo el precioso iconostasio que, aunque no sea tan antiguo como el de otras iglesias del país, es francamente bello. La decoración es soberbia, usando todo tipo de mármoles y materiales lujosos.

Finalizada la visita, el guía nos regala un folleto con recomendaciones, horarios y otras actividades  que es bastante útil.

Desde aquí nos vamos a comer a ARBAT, un restaurante con terraza de cristal suspendida sobre la calle, justo enfrente de la iglesia rusa, donde teníamos reserva para las 13:30 (la hicimos desde España en su web).El sitio que está muy bien, especialmente las mesas del piso superior junto al cristal y frente a la iglesia. Ahí nos pusieron. 25 €/persona, con vino (que es megacaro), postre y café. 

**Una curiosidad de los restaurantes en Bulgaria es que nunca ponen pan; si quieres tienes que pedirlo y se pide por rebanadas. 

Desde la misma puerta del restaurante llamamos a un taxi a través de la app taxime, que llegó en un segundo, con el que subimos a la iglesia de Boyana, una pequeña iglesia ortodoxa medieval, patrimonio de la humanidad desde 1979, que se encuentra bastante alejada del centro (también se puede llegar en bus, n 64)

La entrada cuesta 10 levas (5€) y el horario de visitas es de 09:30-18:00

La parte más antigua de la iglesia, al este, consta de un ábside con bóveda de crucería con apoyos interiores cruciformes. Fue construido durante finales del siglo x o principios del siglo xi.

La segunda sección, que se añade a la iglesia oriental, es de mediados del XIII. La última sección fue construida con donaciones de la comunidad local a mediados del siglo xix. La iglesia cerró al público en 1954 para proceder a su conservación y restauración. Reabrió parcialmente en 2006

La iglesia merece mucho la pena. Es preciosa por dentro con unos frescos espléndidos, de hecho, es célebre por ellos, realizados en 1259 sobre otros más antiguos. Representan uno de los ejemplos más completos y mejor conservados del arte medieval de Europa Oriental. En total, son ochenta y nueve escenas con doscientas cuarenta figuras humanas.

Además de la primera capa de frescos, de los siglos XI y XII, de la que se conservan pocos fragmentos, y de la segunda, la más famosa, de 1259, la iglesia tiene unos pocos frescos más recientes, de los siglos XIV, XVI y XVII, así como de 1882.

https://www.guialowcost.es/alrededores-sofia-visita-monasterio-rila-iglesia-boyana/
Se pueden ver en las paredes,  claramente, las diferentes capas de frescos; en algunas zonas hasta 4 capas, una sobre otra. En el interior está terminantemente prohibido hacer fotos.

Para acceder al templo, hay que esperar fuera, en el jardín, a que te permitan entrar porque es muy pequeña y no cabe mucha gente; y no se puede permanecer dentro más de 10 minutos debido a la fragilidad de las pinturas. 


En el jardín exterior se encuentra la tumba de Leonor, la segunda esposa del monarca Ferdinard.

Terminada la visita volvemos a llamar a un taxi con la misma app y nos dirigimos al centro de Sofía, a City Garden, lugar donde se encuentra el Palacio Real (antigua residencia de los reyes, cuando hubo reyes) que hoy alberga el museo de pintura y el etnográfico que es el que hemos visitado nosotros ya que estos museos  siempre resultan curiosos. La entrada son 3€. El museo está un poco destartalado. Es bastante sencillo y no había ni un visitante, estábamos solos.

Desde el museo nos vamos a visitar en interior de las iglesias que esta mañana hemos visto durante la visita guiada, exteriormente. En Sofía, todas las iglesias se pueden visitar gratis y cierran alrededor de las 19:00. SE hace de noche y tenemos la suerte de poder verlas también iluminadas.

Empezamos por Santa Sofía (Agia Sofia), nombre que recibe no por la santa sino que se refiere a la santa sabiduría, la sabiduría divina; sencilla por fuera, de ladrillo caravista, pero bonita por dentro. Es la más antigua de Sofía. En el sótano alberga un pequeño museo (de pago) que no pudimos ver porque ya estaba cerrado

De ahí vamos a la catedral de Alexander Nevsky, que por dentro es maravillosa toda repleta de frescos. No hay bancos, la gente ora de pie.

Este templo es impresionante, magestuoso por fuera y casi más por dentro. Es la sede del Patriarcado de Bulgaria y una de las sesenta catedrales cristianas más grandes del mundo, ​ así como una de las Diez Catedrales Ortodoxas más grandes del mundo, símbolo de Sofía y principal atracción turística de la ciudad.

Fue construida a principios del siglo XX para conmemorar la liberación de Bulgaria del impero Otomano unos 20 años antes, y es una joya arquitectónica y artística.

El interior recuerda a Santa Sofía de Estambul – con una gran cúpula central apoyada por arcos, frescos dorados y mosaicos oscurecidos por años de velas e incienso, con pasillos laterales abovedados. Cada centímetro del interior está cubierto por frescos impresionantes. Nos dejó deslumbrados.

Finalmente volvemos a Sto. Domingo que es una iglesia ortodoxa, por fuera, en nuestra opinión, la más bonita de la ciudad; en el interior, preciosa, como todas las ortodoxas, por su profusa decoración y pinturas. Además pudimos asistir a parte de una misa que se estaba celebrando, amenizada con un coro. Muy interesante, e interminable. Muy curiosas resultan siempre estas celebraciones. 

Iglesia de Santo Domingo

Volvemos un rato al hotel a descansar para salir un rato después a los jardines City Garden, donde se monta en estas fechas el mercadillo navideño, como es tradición en estas fechas.

Normalmente tiene horario de 11:00-21:00, pero hoy es sábado y cierra mucho más tarde; además estaba a rebosar de gente, animadísimo e incluso con actuación de un cantante

Cenamos en el mercado, lo típico: un bocadillo de salchicha y vino caliente.

Para bajar un poco la cena recorremos de punta a punta el bulevard Vitosha que hoy sábado está también  animadísimo y muy concurrido; iluminado con luces navideñas y repleto a ambos lados de restaurantes con terrazas cubiertas. Todos llenos.

Damos una vuelta por allí y volvemos al hotel

 

Domingo, 4 de diciembre  Plovdiv

Hoy amanece un día frío y soleado, pese a que después se transformo en más frío y muy nublado con niebla espesa.

Hoy decidimos visitar la ciudad de Plovdiv, una de la más antigua de Europa, fundada por Filipo II de Macedonia, padre de Alejando Magno, en el 342 a.C., aunque los primeros signos de asentamiento humano en la zona datan del VI milenio a.C. Se encuentra construida junto al río Maritsa, entre 7 colinas. Detrás de Sofía es la ciudad más poblada del país.

La ciudad se encuentra a unos 140 Km. de Sofía y es fácil llegar en transporte público, bus o tren. Elegimos el bus porque hay más opciones horarias. Miramos en la web Busradar y Omio y dos billetes de ida costaban desde 13,50 a 16 €, pero decidimos sacarlo en la estación por si cambiábamos de idea respecto a cogerlo a una u otra hora. Al final pensamos coger el de las 10:00 que tarda 2:20 horas en llegar (que al final fueron solo 2 horas) y sacamos los billetes en taquilla…OJO!!!!!:  ¡HORROR!, en la taquilla nos atendieron fatal y nos costaron 14 € cada billete, es decir, 28€ los dos -¡¡¡¡EL DOBLE QUE POR LA WEB!!!! Recomendamos sacar siempre los billetes a través de webs 

OJO: En Sofía hay dos estaciones de bus, una frente a otra, una es internacional y otra nacional; el edificio de esta última es el de color azul, y ahí es donde se sacan los billetes.

Dado que no sabíamos a qué hora íbamos a regresar, no sacamos la vuelta y luego nos encontramos con que la vuelta era aún más cara (30€ los dos; 15 cada billete), además quisimos sacarlo a las 17:00 pero estaba completo y no había otro hasta las 19:00, el último. Compramos para ese, y en la taquilla nos atendieron aún peor que en Sofía, con muy malas formas y mala cara; parecía molestarles que les habláramos.

Bueno, pues llegamos a las 12:00 a Plovdiv y dado la estación se encuentra bastante retirada del casco antiguo, y para no perder mucho tiempo, decidimos coger un taxi (posteriormente nos dimos cuenta de que no estaba tan lejos y se podía ir andando en muy poco tiempo)

Para nuestra desgracia, la app TaxiMe no funcionaba en esta ciudad y cogimos uno en la parada. ¡¡Y dimos con un sinvergüenza!! Su treta para timarnos fue:  El tipo llevaba el taxímetro en la parte de abajo, bastante oculto y trataba todo el tiempo de taparlo con su cuerpo, pero yo me movía para poder visualizar el precio; en un momento dado vi que marcaba 7 levas, me volví un segundo a mirar a mi marido y cuando volví a mirar al taxímetro marcaba 15 levas. El tipo hizo algo y el taxímetro marcó el doble. En resumen, este sujeto nos cobró 20 levas (10 €) por 1,5 km. Fue el trayecto más caro, carísimo, pues en Sofía, con la app hicimos un trayecto de 9,5 km y nos cobraron 17 levas; ir al aeropuerto fueron 16 levas y el resto en la ciudad no llegó en ningún caso a 10 levas. O sea, que este sinvergüenza nos estafó bien. Así que ¡¡¡¡¡¡OJO CON LOS TAXISTAS!!!!! 

En fin, una vez en el casco antiguo nos dirigimos a la oficina de turismo (09:00-18:00) donde nos dieron un plano, pero, para variar, no nos informaron de mucho más (no nos dijeron, por ejemplo, que hay un ticket combinado que vale 15 levas (7,5 €) y permite visitar 5 de los monumentos más relevantes) En fin, parece que todos los de atención al público (especialmente extranjeros) van en la misma línea!

La ciudad antigua de Plovdiv se extiende por tres de las siete colinas que componen su orografía. Durante el recorrido por sus calles empedradas se pueden descubrir los restos de la muralla fortificada (construida en época del imperio romano), visitar bellas casas de estilo barroco balcánico reconvertidas es museos, deleitarnos con las obras expuestas en sus abundantes galerías artísticas o detenernos para escuchar el repique de campanas de su iglesia ortodoxa

Justo frente a la oficina de turismo comienza nuestro recorrido ya que en este punto se encuentra el primer monumento importante que queremos visitar: la iglesia de los Santos Constantino y Elena, la iglesia ortodoxa más antigua de Plovdiv (horario: 08:00-17:30) Entrada gratuita. 

Está dedicada al emperador Constantino y a su madre, Elena. Lo más interesante es el pórtico alargado de la entrada repleto de frescos y una gran torre blanca separada de ella. Por dentro también se pueden observar los frescos que adornan las paredes. Es curioso que esta iglesia, desde fuera, e incluso al entrar al jardín, parece una casa más del casco viejo por lo que puede pasar desapercibida (además es pequeña).

A continuación nos dirigimos calle arriba unos metros para visitar el Museo Etnográfico Regional que se ubica en una casa de las conocidas como de estilo “barroco balcánico” y son las típicas de la zona y de las que se pueden ver bastantes ejemplos especialmente aquí.

La época del Renacimiento Búlgaro tuvo lugar a finales del S. XIX, con especial arraigo en Plovdiv. Durante ese periodo, y aún bajo la influencia del Imperio Otomano, la ciudad empezó a desarrollar una nueva corriente artística, mezcla de los estilos eminentemente occidentales, propios de ciudades como París o Viena. Una seña de identidad que Plovdiv logró imprimir tanto en su arquitectura como en otras disciplinas artísticas. Prueba de ello son todas las  preciosas y coloridas casas de la burguesía, profusas en ventanas, como símbolo de las riquezas de sus moradores

Las casas/palacetes típicas están repartidas por toda la ciudad y son muy interesantes y diversas. Todas las casas cerraban hoy domingo a las 17:30.

En una de estas casas se halla hoy el Museo Etnográfico. Se trata de la vivienda que ocupó el importante comerciante búlgaro llamado Argir Kuyumdzhioglu, oriundo de Plovdiv, quien poseía una compañía en Viena.

La casa fue construida en 1847 por Hadzhi Georgi, proveniente del pueblo de Kosovo en las montañas Ródope, y fue descrita como el primer ejemplo de la arquitectura barroca de la ciudad de mediados del siglo XIX. Se trata de una bellísima edificación en madera con una fachada simétrica haciendo ondas y bellísimamente decorada; una de las postales más conocidas de la ciudad. En las diferentes salas del interior se pueden apreciar objetos variopintos de la vida diaria y trabajos tradicionales; en general, enseres relacionados con la vida cultural, las tradiciones y la población de la ciudad . Muy bonita.

La entrada al museo cuesta 6 levas (3€) y el horario es de 09:00-17:00.

Una vez visto el museo bajamos la misma calle en dirección a la oficina de turismo y giramos a la derecha para visitar la Casa Balabanov. Aquí es donde nos informan de que se puede comprar un ticket combinado para visitar 5 lugares de los más relevante (excepto el Museo Etnográfico) a elegir de los 9 que ofrece este ticket y que son: Teatro Antiguo, Casa Balabanov, Casa Hinliyan, Casa Nedkovich, la exhibición permanente de Zlatyu Boyazdhiev, El Museo y la farmacia de Hipócrates, la Casa Stambolyan, la Casa Klianti y el Estadio Romano. 

Nosotros compramos el ticket combinado y elegimos ver la Casa Balanov, la Casa Hinlyan, la Farmacia de Hipócrates, el Teatro y el Estadio.

La primera casa que disfrutamos es la Casa Balanov, una preciosa vivienda con una fachada muy bonita. En la planta baja alberga un pequeño museo de pintura; en el piso superior está la vivienda propiamente dicha con mobiliario de la época. Nos llama la atención que no hay dormitorios sino solo salas (o que no se visitan).

Un poco más abajo, en la misma callejuela en la que se halla la entrada a esta casa, se llega a la Casa Hindliyan que es la que más nos ha gustado. Fue construida entre 1834 y 1835, y es una de las pocas casas en Plovdiv que mantiene el diseño simétrico original. Su primer propietario fue un destacado comerciante cuyo negocio comenzó a principios del siglo XIX. Esta sí está totalmente amueblada y se pueden visitar todas las estancias: dormitorios, cocina, sala de baño…; y en el piso superior otras salas destinadas a la vida diaria.

Desde aquí nos dirigimos dando un agradable paseo, ya que por las fechas no hay casi ningún turista, hacia la Farmacia Aprens Hipocrat. Entre las antiguas paredes de la farmacia del Dr. Sotir Antoniadi, una de las primeras en alzar la persiana en Plovdiv, y la cual estuvo en activo hasta los años veinte, encontramos el Museo Hipócrates, el cual relata la historia de la farmacia de finales del Imperio Otomano hasta la de la década de los ochenta. Una colección privada de enseres y muestras originales que permiten recrear el ambiente de las boticas de antaño; donde se preparaban remedios basados en la tradición popular, a base de plantas, minerales y grasas naturales. 

La parte baja del edificio alberga un pequeño local comercial y ejerce de antesala del coqueto jardín en el cual, aún hoy, podemos recolectar algunas de las hierbas medicinales que el Dr. Sotir seleccionaba para elaborar sus fórmulas magistrales. Muy interesante y curiosa. (Horario: De Lunes a Domingo: 9:00 a 17:30 h)

La última visita ha sido el Teatro romano antiguo de Philippopolis, un antiguo recinto para representaciones teatrales que fue construido por la Antigua Roma en la ciudad entonces llamada Trimontium y en la actualidad perteneciente a Bulgaria. El recinto fue levantado durante el reinado del emperador Trajano (98-117 d. C.), en origen tuvo capacidad para entre 5000 y 7000 espectadores sentados. 

Está considerado como uno de los más bellos del país, acogiendo en su época dorada todo tipo de espectáculos teatrales y de gladiadores, así como convirtiéndose en sede de la Asamblea General de la roma tracia. En la actualidad sigue en uso gracias a su buen estado de conservación fruto de una cuidadosa restauración. La verdad es que es impresionante. (Horario: todos los días de 9:00 a 17:30 h.)

Una vez finalizado el recorrido del casco antiguo bajamos paseando hasta la zona nueva de la ciudad. Pasamos por el Estadio Romano y llegamos a la plaza Rimski Stadion, donde se  encuentra la mezquita Dzhumaya. La fundación de la mezquita se cree que fue en 1364 bajo el reinado del sultán turco Murad I y, con sus nueve cúpulas es un ejemplo  de arquitectura otomana temprana con rasgos bizantinos; cuenta además con  un alminar muy característico, con decoración romboidal..

Al lado de la mezquita nos encontramos el Barrio de Kapana, el más típico, cuna de artesanos y artistas y que en la actualidad acoge los locales, restaurantes y tiendas más bohemias de la ciudad. El trazo irregular de sus calles, (inscrito en su propio nombre, Kapana = trampa), dibuja un psicodélico recorrido de color, diseño y arte urbano que convierten Kapana en el barrio de moda. Aquí buscamos un local para comer y luego nos tomamos un café en otro local de la zona. Al contrario que sucedía en el casco antiguo, esta zona está animadísima y los locales a tope de gente.

Damos un paseo y nos dirigimos a pie a la estación para volver a Sofía. Y otro problema: teníamos un billete de bus para más tarde y quisimos cambiarlo, pero la tipa de la oficina nos gritaba y solo hacía gestos amenazadores. Resumiendo: no ha intentado entendernos en inglés y nos ha cerrado la puerta en las narices. Así que hemos ido a la estación de tren donde había una ventanilla en la que hablaban inglés y hemos comprado un billete de tren diez veces más barato que el de bus y que salía mucho antes. O sea, que hemos desperdiciado el dinero pagado por el de bus.La verdad es que la cuestión del transporte no se nos ha dado hoy nada bien. Mnnos mal que al llegar a la estación Central de Sofía, para volver al hotel, aunque era tarde y hacía mucho frío, pudimos usar de nuevo la app TaxiMe y en 5 minutos llegó el taxi y nos llevó sin problema. 

Descansamos un rato y nos acercamos al boulevard  Vitosha que está a rebosar de gente para buscar un local donde tomar una rica sopa caliente típica del país.

Tras la cena volvemos al hotel y preparamos todo para la vuelta.

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