Aranjuez y Chinchón (Noviembre, 2019)


Jueves, 21 de noviembre


Este año la JCCM ha decidido que el Día de la Enseñanza se celebre el 22 de noviembre por lo que nos hemos encontrado con un finde largo que aprovecharemos para hacer una escapadita para visitar los Jardines de Aranjuez, que están preciosos en otoño, y el pueblo de Chinchón que no conocemos.
Salimos de Albacete sobre las 18:00 y, pese a que se había pronosticado lluvia, el viaje es bastante bueno porque solo caen unas gotitas.
Llegamos sobre las 20:30 al apartamento que hemos reservado para los cuatro días a través de Airbnb (como siempre); resulta que es muchísimo más bonito incluso que en fotos, acogedor, muy bien situado, con una decoración y detalles impresionante y con absolutamente todo -y más- de lo que se puede necesitar.












Dejamos aquí el link porque es muy, muy recomendable y a un precio imbatible:


Tatiana, la propietaria nos indica dos sitios cercanos para picotear algo (Casa Pablete y La Tinaja); el primero está lleno y en el segundo encontramos sitio: mesita, croquetas caseras y asadillo casero de pimientos con melba. 
Volvemos a ver un poco la tv y a dormir.


Viernes, 22 de noviembre

Hoy vamos a visitar el Palacio y la Casita del Labrador (para esta última hay que reservar ya que solo entran 10 personas cada hora)
Tras el desayuno nos dirigimos a la Oficina de Turismo para coger información y algún mapa.


Comenzamos dirigiéndonos al Palacio Real. Los profesores tienen entrada gratuita con el carnet de profesor. Se puede elegir la visita guiada o alquilar audioguía (3€) que es lo que hemos preferido porque se puede hacer la visita al ritmo que se quiera. En concreto las audioguías aquí son pequeñas tablets que además de los audios se acompaña de muchísimas imágenes muy ilustrativas. La guía te ofrece dos visitas (de 1 hora o casi 2) con más o menos información adicional a demanda. Es estupenda. También es genial la consigna para paraguas de la entrada.

Nosotros hemos llegado a primera hora (10:00) y no había casi nadie por lo que la visita ha sido muy tranquila, cómoda y agradable.
El Palacio está bien -como todos- y en él llama la atención el gabinete árabe y la sala de porcelana; el primero, con ambiente historicista e inspirado en la sala de las Dos Hermanas de la Alhambra de Granada. Fue construido entre 1848 y 1850 bajo la dirección de Rafael Contreras, restaurador del palacio nazarí. La segunda, panelada completamente por piezas de porcelana con bellísimas figuras orientales, dragones, monos, frutos y diversos objetos entre una maraña de ramajes y cintas, todo realizado en la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro.
La visita acaba en la planta baja donde se encuentran los carruajes y un minimuseo de trajes reales, con una sala de trajes de boda en el que se exponen los de las Reinas y las Infantas. Desde ahí se vuelve a salir al patio para visitar la capilla.


Finalizada la visita nos dirigimos al Jardín del Príncipe en cuyo interior se ubica el Museo de Falúas Reales, muy cerca del Embarcadero Real, que es pequeño pero muy curioso. La entrada está incluida en la del Palacio.
Este Museo reúne una espectacular colección de embarcaciones que los reyes de España utilizaban para navegar por el río Tajo.


Destaca la falúa que perteneció a Carlos IV construida en Cartagena por Salvador Maella, así como la góndola de Felipe V que en realidad es del periodo de Carlos II (siglo XVII).
En el Museo también se puede ver una colección de pinturas sobre la escuadra española del siglo XIX, así como un colección de cañones de bronce procedentes del reinado de Fernando VI y distintos utensilios usado para la navegación de las falúas.
El museo es muy pequeño y se ve rápido. Damos un paseo corto por el jardín hasta la puerta de salida, ya que está lloviendo bastante, y cogemos el coche para ir a visitar La Casa Del Labrador que también se encuentra dentro de los jardines, pero bastante alejada (unos 2 km) para ir con lo que estaba cayendo.
La entrada cuesta 5€ y es muy, muy recomendable comprarla por internet en la web de Patrimonio Nacional (https://entradas.patrimonionacional.es/es-ES/venta-de-entradas) ya que solo se permite la entrada a 10 personas cada hora. También se puede sac en taquilla. Nosotros teníamos la visita a las 14:00 y a esa hora, diluviando y viernes de noviembre, solo éramos tres personas.


Este pequeño palacete nos ha sosprendido y encantado, casi más que el propio palacio. Se trata de una residencia de descanso para los Reyes cuando pasaban un día fuera del Palacio al que siempre volvían a dormir, por lo que no dispone de dormitorios.  Es de estilo neoclásico, y el interior (sorprendente) es un conjunto de estancias bella y ricamente decoradas.


Fue como regio pabellón campestre por el arquitecto neoclásico Juan de Villanueva y por su discípulo Isidoro González Velázquez, entre 1794 y 1804, por orden de Carlos IV. Atesora en su interior las más exquisitas ornamentaciones que imaginar quepa: bóvedas al temple, lámparas cristalinas, colgaduras de seda, lienzos, relojes, bronces, mármoles y soleras de porcelana del Buen Retiro. Todo resultó muy dañado por las riadas del Tajo en 1916 y 1924.
Con dos plantas, su fachada de ladrillo y piedra de ventanas con fraileros castaños se ve jalonada, a la manera romana, por 20 bustos marmóreos. Sobre machones, escoltan media docena de estatuas de personajes mitológicos. Desde la planta principal se accede a la primera por una pequeña y retorcida escalera de caoba y bronce recubierto de oro. En ella se disponen una tras otra las diferentes salas de paredes con sedas bordadas, relojes, tapices, suelos y bovedas delicadas en extremo.
La visita dura media hora y al terminar nos dirigimos al restaurante Matilde en el que hemos reservado para comer. Es una muy buena opción en Aranjuez: el sitio tiene un enclave precioso al lado del río, la comida es buena y los precios están muy bien (el menú del día cuesta 11,50€)
Descansamos un rato y a las 19:00 estábamos otra vez en la calle para realizar una visita que habíamos reservado con la empresa Conoce Aranjuez https://www.visitaranjuez.com/ y que era una ruta de Misterios y Leyendas de diferentes lugares de la ciudad.

El precio es de 12€/persona y la verdad es que no vimos nada, literalmente nada, aunque sí nos contó el guía muchas cosas curiosas un poco fantásticas.
Fue una visita privada ya que solo estábamos nosotros dos. El guía, un estudiante, era bastante esotérico y en fin…
Cenamos en la zona de tapeo, por la calle Postas, en una local que nos había recomendado una amiga y que está genial: Seis Reales (c/ Postas,3). Tapas buenas, muy buen ambiente, gran variedad y precios asequibles. Tuvimos suerte porque estaba todo llenísimo pero, como era temprano, nos dejaron una mesita que estaba reservada para más tarde.

La lluvia nos ha respetado casi todo el tiempo. Paseo a casa y a dormir.

Sábado, 23 de noviembre

Tras el desayuno salimos en dirección a una localidad que está cerca de Chinchón y que nos han recomendado, Colmenar de Oreja; su casco urbano está declarado Bien de Interés Cultural. Hay que decir que merece la pena muchísimo porque tiene mucho encanto y bastantes cosas para ver. De hecho es mucho más inteersante que Chinchón que nos ha defraudado.
Lo primero que hecemos es ir a la Oficina de Turismo a por información que está muy cerca de la Iglesia de Santa María la Mayor. Está cerrado y decidimos esperar a que abra visitando la Iglesia. Construida por la Orden de Santiago, en el segundo tercio del siglo XIII, fue ampliada durante la segunda mitad del siglo XVI y finalizada por Fernando de Herrera.  La entrada vale 0,50€ y son interesantes los enormes murales al fresco pintados por Ulpiano Checa.
También resulta curioso un Jesucristo sentado en una butaca en el altar; es la primera vez que vemos una figura así, como dando la bienvenida desde una silla.
Y precisamente uno de los atractivos de esta desconocida localidad es el maravilloso museo de este artista pintor, al que nos dirigimos al salir de la iglesia. La entrada vale 5€. El Museo Ulpiano Checa es uno de los museos municipales más importantes de España. El edificio, restaurado y ampliado, tiene su acceso por unos cuidados jardines, donde además del busto del pintor, se ubica un monumento a los elementos característicos de la ciudad: la piedra y la tinaja. Ubicado en la llamada Casa de los Siete Picos, Desde su inauguración ha ido incrementando sus colecciones hasta convertirse en el principal depositario de su obra.(en gran parte pintura histórica de finales del siglo XIX, pintura orientalista y obra de género)
Entre adquisiciones y donaciones ha ingresado casi un centenar de piezas que representan todas sus facetas artísticas. Además de adquirir óleos, carteles, acuarelas, grabados, libros ilustrados, dibujos y libros de referencia, ha tenido acceso a importante documentación cedida por los descendientes del pintor que, conscientes de la importancia de este proyecto, han colaborado con la institución de forma desinteresada. Es curioso que algunas de las grandes producciones de Hollywod (Ben-Hur, entre otras) se inspiraron en sus obras para los decorados.


Al salir del museo ya ha abierto la Oficina de Turismo y nos acercamos a por algún mapa e información.
Como he dicho, este desconocido pueblo  nos ha parecido mucho más interesante que Chinchón. La plaza de Colmenar de Oreja es muy curiosa ya que es muy semejante a la de su vecino pero además está hueca, según nos contaron en una cafetería donde paramos a por un café. Y efectivamente, en Turismo nos aclararon la historia: el pueblo, la tercera ciudad más importante antaño tras Madrid y Alcalá, estaba dividida en la zona árabe a un lado y la cristiana a otro, El Arrabal, y ambas separadas por un tajo por el discurría un  cauce de agua (donde hoy se puede ver el antiguo abrevadero/lavadero) y donde está la entrada al llamado Puente Zacatín que hoy es un túnel sobre el que se encuentra la plaza.
Los orígenes de la magna obra de la Plaza Mayor del municipio de Colmenar de Oreja se remontan a 1629. 
 

En aquella época la localidad había experimentado un notable crecimiento, de manera especial hacia el oeste, en lo que dio en llamarse El Arrabal, núcleo separado de La Villa por el barranco. Aquel año, los colmenaretes solicitaron a Felipe IV licencia para levantar una plaza que respondiese a la importancia alcanzada por su pueblo, al tiempo que eliminase las molestias que originaba el precipicio. Iniciadas en 1677 el coste y complejidad de las obras se dispararon.
 

De nada sirvieron las donaciones de la Corona e, incluso, los peculiares impuestos establecidos, como el que gravaba cada libra de carne con dos maravedíes o las multas recolectadas entre los ropavejeros. Rellenar tan amplia depresión de manera artificial y construir por su mitad una galería capaz de canalizar las aguas fue algo complejo en extremo. La obra duró 118 años y así se refleja en una placa situada sobre el dintel del Arco de Zacatín en la que puede leerse que finalizó: REINANDO CARLOS III EN EL AÑO DE 1794. Una vez finalizadas las obras esta Plaza Mayor se constituyó en uno de los magníficos ejemplos de las típicas plazas porticadas castellanas. Ha sido el marco de multitud de películas y series televisivas. En su interior se levanta la Plaza de Toros, en época de festejos taurinos.

En fin, una localidad que merece mucho la pena.

Finalizado nuestro pequeño recorrido, nos dirigimos a Chinchón, del que distan 4 kms., y donde resulta bastante complicado aparcar. CONSEJO: aparcar abajo, junto al Convento de las Clarisas, que hay sitio y queda muy cerca del Parador y de la plaza. El parking que aconsejan (y el que está señalizado) está mucho más lejos y con más cuesta para llegar a él.
 

Comenzamos en la oficina de turismo, en la plaza, donde un señor que parecía un autómata nos informa, tal salmodia, de lo que hay que ver.
 

Justo detrás de la oficina está el Museo Etnológico La Posada. Se accede a él atravesando el paso que forma la columna de los franceses y se ubica en una antigua posada fundada a principio del XIX. Consta de un pequeño patio y dos plantas con sótano. En él se exponen utensilios y enseres de la época así como mobiliario y otras curiosidades. Es pequeño, pero merece la pena.
Damos unas vueltas por la plaza y los alrededores. En Chinchón hay varias bodegas (y una quesería) que ofrecen visita y degustación, pero miramos alguna por la que pasamos y era necesario reservar por lo que no pudimos entrar.
Decidimos subir, antes de la comida, a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que domina una colina sobre el pueblo y desde la que hay bonitas vistas de la plaza. La entrada vale 0, 50 € y en el interior, en el retablo, se puede contemplar una pintura de Goya, La Asunción de la Virgen, sobre el altar mayor; Goya regaló este lienzo a condición de que su hermano Camilo fuera nombrado Capellán de la Iglesia. El templo inició su construcción en 1534 y la finalizó en 1626.
Bajamos de nuevo a la plaza donde habíamos reservado para comer, en Ajofino, restaurante que elegimos por las buenas críticas de TripAdvisor.


El sitio no es muy grande pero a atención y el trato es excepcional y el ambiente agradable. La comida está rica y el precio no es desorbitado. (web: http://ajofinochinchon.com/home)

Terminamos la comida y, como solemos hacer en los lugares con Parador, nos dirigimos a él para tomar allí el café con pastas.
Dando un rodeo por una subida empinada, llegamos al Convento de los Agustinos del siglo XVII, que hoy alberga el Parador de Turismo (nada excepcional, por otro lado; al menos la zona de cafetería) Nos tomamos un café (es increíble que en los Paradores el café esté siempre tan malísimo) y descansamos un rato leyendo el periódico.
Desde ahí nos dirigimos a Convento de las Clarisas del siglo XVI. La entrada vale 5 € y solo se puede acceder en visita guiada a las 17:00. El Convento está cerrado hasta la hora de la visita y, como faltaba un rato y hacía frío, dimos una vuelta por el pueblo mientras esperamos.
En Chinchón hay muchas pequeñas ermitas (bastante parecidas en cuanto a la construcción: una nave sola pequeñita) como la de San Antón, San Roque, Santa Ana, Ntra. Sra. Del Rosario (esta perteneció en su día al Convento Agustino y se halla aneja a él, hoy Parador) o la de la Misericordia. En el recorrido pudimos ver alguna de ellas.
A la hora en punto llegamos a las Clarisas y se abrió la puerta de la Iglesia por la que accedimos los pocos turistas que allí esperábamos muertos de frío.
Nos sentaron en los bancos mientras hacíamos tiempo por si alguien más se decidía a hacer la visita, cosa que no sucedió. El complejo es grande y está formado por la iglesia de estilo herreriano y el convento de clausura. Lo fundaron en 1653 los V Condes de Chinchón para ser allí enterrados; su panteón está realizado en mármol se encuentra en el coro de la iglesia.
 

La parte que se visita, además de dicho coro, es la zona que rodea el claustro (realmente no es muy extensa pero como el chico que hizo de guía dio tantas explicaciones, la visita se hizo bastante larga)



Lo más curioso es una exposición de Niños Jesús (como muñecos grandes) que hay en el coro. Nos contaron que a cada monja de clausura, al entrar a la orden, se le entregaba un Niño Jesús y debía cuidarlo y vestirlo durante toda su vida en el convento, haciendo ella una especie de ajuar (si abandonaban la orden por alguna causa, debía dejar/abandonar  al Niño allí) Es curioso porque cada Niño tiene un montón de vestiditos, zapatos, gorros, calzones, calcetines.. primorosamente realizados.
Al finalizar la visita nos dan a cada uno de recuerdo una estampa del Niño Jesús. Un detalle.
Aunque nosotros no compramos nada, las monjas venden dulces caseros deliciosos de  16:00 a 18:00 todas las tardes.
En el convento, o al menos en las zonas que recorrimos, hacía bastante frío así que salimos derechos a buscar una  cafetería  para tomar una bebida caliente. Ya repuestos, recorrimos la plaza que, ya de noche, estaba toda iluminada, hicimos unas fotos  y emprendimos al vuelta a Aranjuez.


Tras descansar un poco en el apartamento salimos a dar una vuelta por la ciudad y cenamos en un local de la cadena Lizarrán, donde de milagro encontramos una mesita ya que todo Aranjuez se había tirado a la calle.

Domingo, 24 de noviembre

Hoy hemos reservado con https://www.visitaranjuez.com/ los mismos del primer día, una visita por los jardines (Parterre, Isla y Príncipe); pero ayer vimos un cartel de que los de la Isla y Parterre estaban cerrados. Contactamos con la empresa pero no pudimos anular la visita y el guía nos ha dicho que les avisan sin tiempo (pero nosotros ya habíamos visto el cartel la misma noche en que llegamos; es decir, ellos lo sabían antes pese a que dijeron que no). A nosotros, personalmente, nos ha parecido fatal que no avisen y cambien el recorrido a su gusto porque, en nuestro caso, ya habíamos visto todo menos los jardines que era lo que nos interesaba y cuyas explicaciones deseábamos.
En fin, cuidado con esta empresa porque puede cambiar sin avisar lo que los clientes reservan y se quedan tan panchos.

Pero, al final, la visita (12€) no resultó tan aburrida. El guía sabía muchas cosas de Historia y de arte y, como le presenté mi queja por no avisar de que los jardines estaban cerrados y de que eso era lo que no interesaba, cambió otra vez de itinerario y casi todo el tiempo lo pasamos en el Jardín del Príncipe viendo las fuentes y recibiendo sus explicaciones. También estivimos visitando toda la zona donde residían los trabajadores del palacio. resulta curios saber que en aquella época usaban camellos para trabajar (en vez de burros). Así que, en general, bien.
 



Al terminar la visita buscamos un local para comer antes de emprender el regreso a Albacete. Elegimos uno que nos gustó por fuera, El Jardín del Príncipe, frente a la entrada primera del Jardín del mismo nombre. Estaba llenísimo, aunque también en esta ocasión hemos tenido suerte pues logramos coger, nada más llegar, una mesita en la terraza cubierta y climatizada. Hay menú del día baratísimo y la comida está buena. El servicio rapidísimo, aunque demasiado apretujadas las mesas.
Al terminar de comer recogimos los trastos y volvimos a Albacete. El viaje de vuelta estupendo sin tráfico.

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ESLOVENIA en 15 días (Agosto, 2019)

Este verano hemos elegido Eslovenia para pasar nuestras vacaciones, el único país de Europa que tiene en su nombre la palabra “amor”: es-LOVE-nia
Vamos a hacer lo que ahora se llama un Roundtrip, es decir, recorrer el país por nuestra cuenta con un coche. Entraremos por el suroeste desde Venecia y visitaremos Piran, Skocjan, Predjama, Maribor, Ptuj, Ljubljana, Velika Planina, Skofja Loka, Bled, Tolmin, Lago Bohinj, Gargnta de Vintgar, Tolmin, Paso de Vrsic, Valle del Soca, Bovec y Kobarid.
El viaje, como otros a centroeuropa y norte, nos ha dejado claro de nuevo que España está a siglos por detrás de toda esta Europa en civismo, educación, cuidado del medioambiente, respeto por la vida natural... En fin, que da un poco de vergüenza ser español cuando se viaja por ahí. Todas las ciudades tienen los centros peatonalizados y todo el mundo va en bicicleta o andando, nada de coches, las ciudades están limpísimas (ni una cáscara, ni chicle en el suelo, ni mucho menos papeles o basura), no se grita, coches y peatones respetan absolutamente las señales y semáforos, no hay bicis ni motos por las aceras, se respeta a los peatones, en los lugares por los que pueden circular coches no hay ninguno en doble fila, ni interrumpiendo (ni en la acera mucho menos), la gente no coge las plantas y macetas que adornan los espacios públicos, ni destrozan o pintan el mobiliario ... en fin, una maravilla, todo lo contrario que, por desgracia, nuestra España. Es, además, un país muy seguro, de hecho, las casas no suelen tener rejas. Y todo verde, de hecho Ljubljana fue nombrada capital verde europea en el 2016.
También nos ha sorprendido y agradado ver que muchísia gente (eslovenos y de centroeuropa) viajan con sus mascotas que se admiten en casi todos los sitios (bares, restaurantes, hoteles..., de hecho, en muchos hay cuencos especiales para ponerles agua)
Por citar algo malo de Eslovenia hay que decir que en las oficinas de turismo (y hemos estado en bastantes) son muy desagradables y no dan ninguna información, da la impresión de que no quieren trabajar o están cansados, solo te dan un plano y te dicen que ahí mires los lugares que quieras visitar (para lo que no hace falta nadie) En fin, menos mal que nos habíamos informado de todo gracias a los blogs de  otros viajeros. En todo el viaje solo hubo una excepción: la oficina de turismo de Skofja Loka donde hay un chico amabilísimo que da muchísima información, sugerencias e ideas. 

Miércoles, 31 de julio

Salimos de Albacete temprano pensando en que habría muchísimo tráfico ya que mañana es 1 de agosto y en que, además, el aeropuerto estaría hasta los topes de gente. Pero nada de eso. Por la carretera no había prácticamente coches y el aeropuerto estaba como cualquier día (no se notaba que mañana toda España comienza sus vacaciones de verano)
Así pues, hemos llegado muy pronto, con tiempo de sobra. El vuelo ha salido con algo más de media hora de retraso, pero recupera y llegamos solo con 15 minutos.
Enseguida nos dirigimos al Parking 1, 3ª planta, donde se enuentran las oficinas de alquiler de coches ya ue hemos reservado previamente un coche para los 15 días con Maggiore, una empresa local (298€ que para ser temporada alta no está mal); es probable que alquilarlo en eslovenia hubiera sido más barato, pero nos resultaba mucho más cómodo cogerlo en el mismo aeropuerto. En fin, no había nadie en la ventanilla y los trámites son muy rápidos así que en media hora vamos en nuestro Fiat Panda (coche en miniatura) camino de Noventa di Piave donde tenemos el hotel para pasar a primera noche, el Base Hotel to Stay (Ver crítica en Tripadvisor:

Llegamos cerca de las 23:00 y sin cenar así que preguntamos por un local y salimos disparados siguiendo las indicaciones del chico de recepción, pero al llegar está cerrado. Seguimos andando un poco más y encontramos una pizzería estupenda que recomendamos si os alojáis en este hotel, se llama “Cin Cin” y queda bastante cerca (unos 750 metros). Pizza deliciosa, servicio rápido, precio aceptable y muy buen ambiente. 

Jueves, 1 de agosto. Piran

Tras el desayuno emprendemos el camino hacia Rodik donde tenemos el alojamiento las dos noches siguientes. 
El viaje , aunque es corto, algo más de 100 kms., se hace pesadísimo porque el tráfico de Italia es infame. Las autopistas, da igual la que sea, están colapsadas por camiones especialmente.
Nada más pasar la frontera paramos para comprar la “viñeta”. 
En Eslovaquia no hay peajes en las autopistas/autovías sino que para conducir por el país es necesario comprar una pegatina (que ha de llevarse visible en el cristal delantero) llamada “viñeta” y que tiene diferentes precios según la duración. La de un mes vale 30€ y fue la que nos vendieron en la primera cafetería nada más entrar en Eslovenia (pese a que la pedimos para 5 días y que, al parecer, existe y vale menos; pero o no tenían o no nos la quisieron vender)
Las carreteras en el país están muy bien y en poco tiempo llegamos a nuestro destinos gracias a Siri. El alojamiento, Domačija Linč, resulta ser un lugar fabuloso con un jardín muy agradable y un servicio superior (Ver crítica en Triadvisor:



Tras alojarnos cogemos el coche y nos dirigimos a Piran, un típico pueblecito en la costa adriática y el lugar de playa más turístico del país en verano.
Esta localidad ocupa una pequeña península y el tráfico está muy restringido. Hay varios parkings antes de llegar al pueblo (con servicio incluido gratuito de autobús hasta la plaza) pero bastante caros: el Parking Fornače, a un kilómetro del centro (bus gratuito al centro; precio por hora es de 1,70€ aunque sale más barato comprar el ticket diario 17€). El Parking Arze está situado a unos 2 kilómetros del centro, es un poco más económico aunque no tiene bus gratuito, el precio por hora es de 1,20€ y el ticket diario cuesta 12€.
OJO: Hay que tener cuidado porque pasados estos aparcamientos ya no hay vuelta atrás y hay que atravesar un puesto de control de pago para acceder al pueblo con coche (haya o no aparcamiento en el único parking que es el que está cerca de la plaza (carísimo)
En algunas webs habíamos leído que lo mejor es dirigirse al parking del casino Bernardin y que es gratis las 24 horas, pasando por una barrera que está bierta siempre. Allí nos dirigimos, pero el casino ha cerrado definitivamente y ahora ese parking es de pago también y para acceder hay que sacar un ticket (hay barrera para entrar y salir y el ticket hay que validarlo antes de salir en la recepción del hotel Bernardin), pero es más barato que los otros más cercanos (5 €/día) Desde ludo es la mejor opción por precio.
Desde el parking se baja por unas escaleras hasta el mar y se llega al pueblo en 25 munutos por un paseo muy agradable lleno de terrazas y bañistas (con calor es un poco agobiante
Una vez en el pueblo, lo primero que hacemos es buscar un lugar para comer. Elegimos uno delos muchos que hay junto al agua. No recomendamos ninguno porque son todos iguales y sirven lo mismo.
Ya con la tripa llena nos dedicamos el resto de la tarde a visitar el lugar. Piran es conocida por su largo muelle y por la arquitectura veneciana. 
Comenzamos el paseo por la plaza principal, plaza Tartini, que está flanqueada por la Casa Veneciana, de estilo gótico y color rosa, y la Casa Tartini, que alberga frescos interesantes. Esta es una de las viviendas más antiguas de la plaza y el lugar donde nació Giuseppe Tartini en el año 1692. En la actualidad la casa se utiliza para temas culturales, exposiciones y alberga algunos objetos personales del compositor como su violín, algunas partituras, la máscara de su muerte o un retrato al óleo de Tartini
Por su parte, la Casa Veneciana es un espectacular palacio construido a mediados del siglo XV en estilo gótico por un mercader veneciano para su amante, una joven de Piran; entre las ventanas mandó grabar en la piedra una inscripción de un león con un pergamino en la boca en el que se puede leer "Déjales que hablen" y que según cuenta la leyenda lo puso para acallar los rumores 
Ambas son dos de las construcciones más llamativas.
El ayuntamiento, que preside la plaza, es de estilo neoclásico, de color verde pastel,data del siglo XIX, y tiene un león de piedra, símbolo de la antigua República de Venecia. Junto a él se ubica un museo de dragones y el acuario.
Continuamos la visita por detrás de la casa veneciana ascendiendo por una callecita empedrada hasta la catedral de San Jorge que tiene un campanario que imita al Campanille de Venecia (muy bonito) desde el que hay unas vistas espectaculares (subir cuesta 2€). Detrás de la iglesia hay una enorme esplanada con un gran mirador desde el que también se tienen bonitas vistas. La iglesia acoge cuadros del siglo XVII y varios altares de mármol.
En un principio habíamos pensado continuar subiendo hasta las murallas que quedan un poco más arriba, pero hace mucho calor y decidimos no hacerlo; además las vistas son más o menos.
Bajamos hacia el centro de nuevo a travesando empinadas callejuelas llenas de recovecos hasta que llegamos a otro lugar importante y muy curioso, la Plaza Maja, que fue la plaza principal de la ciudad y sede del ayuntamiento hasta el siglo XIII. En su centro alberga una enorme cisterna, que antiaguamente abastecía la ciudad recogiendo el agua de lluvia, decorada con estatuas, escalinatas y  columnas. En esta plaza estaba la farmacia y otros lugares interesantes que hoy se han transformados en restaurantes. 
Recorremos durante un buen rato las callejuelas que rodean la plaza y que discurren paralelas al muelle y pasamos bajo muchos de los numerosísimos arcos con los que cuenta este pueblecillo.
A continuación damos un paseo por el muelle lleno de bañistas y tarrazas. Nos sentamos en una de ellas y nos tomamos un frappe de limón que está exquisito, sabe exactamente como los caramelos sugus de limón y frequito. Lo recomendamos.
Terminada la visita y la tarde, volvemos dando un paseo que atraviesa el puerto deportivo y bordea al mar hasta el hotel Bernerdín para recoger el coche y emprendemos el camino de vuelta a Rodik.
Cenamos en el jardín del alojamiento y aprovechamos para degustar uno de los platos típicos del país, una sopa de repollo, costillas y salchicha llamada jota (pronunciado “iota”), muy rica, y probamos también el jamón serrano esloveno (parecido al de España)









Viernes, 2 de agosto   Cuevas de Skocjan y Castillo de Predjama

Tras un estupendo desayuno en el jardín de nuestro pequeño hotelito emprendemos el camino hacia las Cuevas de  Skocjan que se encuentran a tan solo 4,5 kms.
En la zona hay dos cuevas importantes: Postojna y Skocjan. Las primeras se recorren a bordo de un trenecito y después a pie, pero nosotros ya las visitamos en el viaje a Croacia por lo que  hemos decidido ver en esta ocasión las de Skocjan que han resultados ser las más espectaculares y curiosas que hemos visto nunca.
El horario de verano es de 10:00 a 17:00 con entrada cada hora. La visita de la cueva se realiza obligatoriamente con un guía que lleva a la gente a través de un sendero en el campo hasta el punto de acceso al interior (aunque cada hora hay muchs visitantes, en la entrada se hacen grupos más pequeños y cada uno va con su guía por lo que no resulta en absoluto agobiante) 
De todas maneras, recomendamos intentar llegar a primera hora, visita de las 10:00 ya que hay muchísima menos gente, especialmente en verano.
Hay varias opciones para sacar los tickets: 1) Entrada al recorrido clásico (path 1): ...... euros con reducciones para niños, mayores y estudiantes. 2) Entrada para el recorrido nuevo, un sendero recientemente abierto) (path 2): ...... euros. 3) Entrada para el recorrido de ambos senderos (1 y 2) con una duración de 3,5 horas. 24€. Este es el que hemos cogido nosotros.
El sendero 1 es el del interior de la cueva y se realiza, como hemos dicho, con guía. Al finalizar se puede subir en ascensor o por un sendero exterior (se pasa por una cascada) que se recorre en 30 minutos, para los que solo tienen el ticket básico; si se ha sacado el completo (nuestro caso) desde el sendero de salida se cruza el Puente de los Pescadores, suspendido a 20 metros sobre el río y se sube a unas escaleras que llevan a una verja donde comienza el path 2 (y donde se pide el ticket) que discurre por bosques, interior de cuevas inmensas, por la margen del río e incluso atraviesa un pueblecillo hasta volver al centro de visitantes donde está el parking. Muy recomendable si se está en buena forma física ya que hay tramos algo duros.
Es importante decir que esta visita no es apta para personas con movilidad reducida.
Al comenzar la visita el guía ofrece unas normas básicas como la prohibición absoluta de sacar fotos (con o sin flah), no salirse de los senderos marcados, no separarse del grupo... A partir de ese momento se traspasan dos puertas de hierro que dan paso a un larguísimo tunel que lleva directamente a la cueva.
El sistema de grutas de Škocjan es Patrimonio de la Humanidad y los expertos lo consideran uno de los más importantes fenómenos subterráneos del planeta. Las cuevas, que tienen millones de años y estuvieron habitadas en la prehistoria. Más de 6 km de pasajes acompañan intermitente al río Reka en su recorrido por la región, de los cuales el turista visita aproximadamente 3km (con unos 500 escalones). El punto más profundo de las cuevas se encuentra a unos 212 metros bajo tierra y la temperatura en el interior es de unos 12ºC (conviene llevar algo de abrigo y calzado deportivo). Es curioso que esl río se llame “Río”, ya que “reka” en esloveno significa “río”, así que esta formación geológica ha sido creada por el río Río.
Realmente se trata, más que de una cueva en sí, de una montaña hueca, horadada en su interior durante millones de años por el río que discurre bajo ella. 
Es impresionante pensar que durante los mese de invierno, especialmente en febrero, el río inunda casi por completo todo el interior que es, obviamente, intransitable.
Los lugares clave de la visita -que se realiza más o menos en una hora y media- son el Órgano (una extraña formación de rocas que recuerda a dicho instrumento), Velika dolina (abismo al aire libre donde el río se esconde) y, sobre todo, la impresionante Murmuring Cave (Šumeča jama) con el puente Cerkvenik, que se eleva 47 metros por encima del Reka. La Murmuring Cave, que abarca de hecho la mayor parte del recorrido, deja sin aliento: hacia abajo, unos 50 metros de caída hasta el río Reka; hacia arriba, unos 50 metros de altura hasta el techo plagado de estalactitas, y al frente, un serpenteante camino vagamente iluminado que se pierde más allá de lo que uno alcanza a ver. Simplemente espectacular.
Estas cuevas, como ya hemos dicho, son las más impresionantes que hayamos visto nunca tanto por su belleza como por su tamaño inmenso o por el ensordecedor ruido del río bramando bajo nosotros durante partes del recorrido.
Al salir al exterior está diluviando y tenemos que esperar un rato a que pare antes de continuar con el recorrido del segundo sendero, que realizamos sin guía y con muy poca gente. este segundo recorrido es muy interesante y discurre gran parte por el exterior del cañón, de lal cueva y también por el interior de enormes grutas por las que atraviesa el río.
Cuando llegamos a la entrada, tras la ruta, son casi las 13:30 y la cola para comprar entradas es enorme. Por ello, recomendamos llegar a primera hora y visitar las grutas a las 10:00 pues hay muchísima menos gente.

A continuación cogemos el coche y nos dirigimos al Predjama, donde se encuentra el famoso castillo del mismo nombre. Durante el trayecto, unos 40 kms., tenemos ocasión de comprobar los cambios de tiempo que habíamos leído que se daban en este país: sol y lluvias alternándose a lo largo del día, y a veces las lluvias son torrenciales. Salimos de las cuevas con sol pero nos cae el diluvio universal, intermitentemente hasta la llegada al castillo: sol, diluvio, granizo, diluvio, sol, granizo, diluvio... y así continuará ya todo el día; y durante la noche no cesa la tormenta con lluvia fuerte, truenos y relámpagos.
Al llegar al castillo no hay tanta gente como imaginábamos. Buscamos un sitio para comer (hay muchos restarantes cerca) y elegimos uno al azar. Bien.
La taquilla para las entradas queda a unos 500 metros antes de llegar al castillo, en la zona de lo restaurantes. El horario de verano es de 10:00 a 17:00 y hay 5 ticket diferentes según se quiera visitar solo el castillo, o con las cuevas interiores, o combinado con las cuevas de Postojna, etc.
Nosotros sacamos solo el castillo que es lo que nos interesa ya que aunque lo habíamos visto por fuera en otro viaje, no habíamos visitado el interior.
Para conocer la historia e información de las dependencias de los varios pisos del castillo se entrega un audioguía en español (o cualquier idioma) en la entrada.
El llamado Castillo de Predjama es una fortaleza medieval que ha sufrido diferentes remodelaciones y ampliaciones a lo largo del tiempo. Tiene una ubicación poco usual para un castillo, sobre un acantilado de 127 metros de altura, formando parte de la montaña y ofreciendo una imagen sorprendente como un nido de águila sobre el territorio cercano; es uno de los lugares más conocidos de Eslovenia.
El espacio interior del castillo se adapta a la cueva existente detrás de este castillo, cueva conocida como Gruta o Jama bajo el castillo, que con 13 kilómetros de túneles, es la segunda cueva mayor de Eslovenia. La leyenda romántica del castillo nos habla del caballero bandido Erasmo (un Robin Hood esloveno), que durante un año y un día se enfrentó con valor al ejército del emperador, que había decidido derrotarlo mediante el hambre sitiando el castillo. Pero el caballero logró salir a través de las grutas que existían bajo él y que nadie conocía, y así obtener provisiones. Únicamente el engaño y tradición de su siervo, que informó a los sitiadores del único punto débil del castillo, condujo a Erasmo a la muerte en el año 1484. La ironía del destino quiso que el punto débil del castillo, prácticamente inexpugnable, fuera el retrete de Eramo, que murió bajo el peso de los proyectiles de los cañones precisamente en el momento en el que se hallaba en el aseo.
Sin embargo la leyenda tiene un final romántico. Su amada entristecida plantó en la tumba de Erasmo un tilo, como símbolo de su amor, y este tilo sigue en pié. El enorme árbol, hoy ya casi completamente hueco, sigue siendo testigo del amor de Erasmo y Poliksena. La tumba y el tilo se pueden visitar y se encuentran junto a la pequeña iglesia del pueblo.
Hoy el castillo está acondicionado en el estilo de la Edad Media y ofrece una bella reproducción de la vida cotidiana del medievo. El paseo por el castillo, es un paseo por la Edad Media, y al tiempo, con su estilo de construcción, el castillo es la perfecta unión entre hombre y naturaleza.
En los meses de verano, desde mayo a septiembre se abre, para la visita, la Gruta bajo el Castillo, para dejar dormir tranquilos a los numerosos murciélagos que la pueblan en los meses de invierno.
Cada año tiene lugar en el mes de Julio, en el castillo de Predjama, el tradicional torneo de los caballeros de Erasmo, en el que participan más de 400 actores, tanto de Eslovenia, como del exterior. A los visitantes se les ofrece durante todo el día el espectáculo de los torneos de caballeros, los juegos de los campesinos, el mercado medieval, el banquete de los caballeros, música medieval, los bufones y muchas más actividades. Es la representación medieval mayor y con más tradición de toda Eslovenia.
Sábado, 3 de agosto. Maribor

Tras el desayuno emprendemos el camino hacia nuestro próximo destino, la ciudad de Maribor, al este del país.
Aunque solo hay 210 kms. y todo el trayecto es autovía, tardamos en hacerlo 4 horas, tal es el estado de caos y atasco de las carreteras aquí. Horroroso. Pensamos que era solo Italia, pero Eslovenia tiene las autovías colapsadas (quizá por las fechas)Al llegar a Maribor nos dirigimos al apartamento que hemos reservado, Apto.Lent, que está justo al lado de río y muy céntrico (no aparece en  tripadvisor, peroponemos el enlace a Booking, con los que nosotros reservamos:

https://www.booking.com/hotel/si/apartment-lent.es.html) y rápidamente a comer porque es tarde. Encontramos en la ribera un local muy recomendable, con terraza muy agradable, buen servicio, comida excelente, platos muy generosos (enormes!!!!) y buen precio: Grill Ranca (web: https://www.ranca.si/) Exquisita la especialidad de la casa, burguer Ranca, con ajvar (salsa de pimientos y especias) y kajmak (salsa de nata montada como mantequillosa)

A continuación comenzamos la visita del pueblo cuyo casco histórico es muy pequeño. Maribor no es una ciudad especialmente relevante por sus monumentos ni que va a impactar, pero es coqueta y resulta agradable pasar un día en ella recorriendo sus calles o la ribera del río.
y así comenzamos, recorriendo la ribera hasta el puente Glavni, para dirigirnos a la plaza del Ayuntamiento, la Plaza Principal llamada Glavni Trg. Justo aquí encontramos la Columna de la Plaga, un monumento construido desde la gratitud por el final de la epidemia de peste del siglo XVII que acabo con un tercio de lo habitantes de la ciudad. Es interesante que esta columna, que se encuentra hoy aquí en esta plaza, es en realidad un trabajo reemplazado de su creación original del año 1681. 
La columna está hecha de mármol blanco y de la estatua dorada de la Virgen María. Desde aquí subimos hacia la catedral que es muy sencilla y sin gracia, ni por dentro ni por fuera. Continuamos callejeando  en dirección al Castillo, una edificación no muy grande del siglo XV, en la plaza Grajski, otro de los puntos imprescindibles de la visita. La entrada vale 5 € y alberga el Museo regional de Maribor; se visita toda la parte de exposición (arqueología, armas...) y después, atravesando el patio, se accede a las dependencias que también se han reconvertido en salas de exposiciones de pintura, armas.... Es muy pequeño y no es nada especial pero merece la pena visitarlo. Lo que más nos ha llamado la atención es la colección y maquetas con miles de soldaditos de plomo pintados. Recomendable y curioso.
Casi frente al castillo se puede contemplar la Iglesia de los Franciscanos de fines del XIX, toda ella en ladrillo rojo que se alza magestuosa hacia el cielo con sus dos altas torres. El interior también merece la pena (es mucho más interesante que la propia catedral)
Desde la Plaza Svobode donde se encuentra la iglesia (y la oficina de turismo, en la que hay “atendiendo” dos adolescentes sin ninguna gana de trabajar) bajamos hacia el río para visitar la Sinagoga y la torre judía, pero han cerrado a las 16:00 (la torre no se visita, es una sala de exposición de fotografías); contemplamos desde el mirador de la explanada de la sinagoga la Torre del Agua (abajo junto al río) y cruzamos el puente desde el que se pueden comtemplar las mejores vistas de la ciudad y hacemos unas fotos.
Finalmente, subimos de nuevo a la plaza Svobode, también llamada plaza de la libertad. En esta plaza llama la atención un monumento negro y redondeado que rinde homenaje a las víctimas de la guerra mundial. Este monumento rd conocido como «Kojac» entre los habitantes de Eslovenia, debido a su parecido con la cabeza del detective Kojac, protagonista de una serie de televisión.
En esta plaza encontramos también las bodegas Vinag. Esta es una zona rica en vinos y las bodegas Vinag es una excelente oportunidad para probarlos, pues se hacen en ellas visitas guiadas a la bodega con cata de vinos final. Nos sentamos en una terracita a tomar una limonada y a ver el diluvio que -¿cómo no?- comienza como cada tarde.
En la misma plaza hay un supermercado Spa donde compramos provisiones para la cena y el desayuno y bajamos al río para volver al apartamento atravesando el castizo barrio de Lenc (ribera del río) donde se encuentra nuestro apartamento. Aquí se puede contemplar una casa que posee la parra más antigua del mundo (dicen que tiene 400 años y está protegida con una verja de hierro)
Cenamos en el apartamento y descansamos.








Domingo, 4 de agosto.   Ptuj

Tras el desayuno salimos hacia la ciudad cercana de Ptuj que ha resultado mucho mejor de lo que esperábamos. Merece la pena mucho una visita a esta localidad.
Lo que primero se divisa al acercarse es su castillo en la parte alta de la colina donde se ubicaba la ciudad romana de Poetovio desde el siglo V a.C. Ptuj, está considerada como la ciudad más antigua de Eslovenia; se halla a orillas del río Drava. Ya en tiempos de la Roma Antigua, el emperador Trajano, le concedió el estatus de ciudad: Colonia Ulpia Traiana Poetovio, de aquí viene su nombre.
 
En primer lugar, como en toda Eslovenia, el aparcamiento es un problema ya que todo el centro es siempre peatonal y el aparcamiento es escaso y de pago. Leyendo en blogs de tros viajeros al preparar el viaje hablaban de dos aparcamientos gratuitos en Ptuj, uno en el centro comercial que está abierto incluso los domingos (Qlandia Ptuj) y el otro es el parking gratuito del castillo más cercano al centro (Raičeva ulica 7) que es dnde lo hemos dejado nosotros. Cualquiera de los dos es bueno porque la localidad es muy pequeña y se llega andando al centro en 5 minutos desde ambos.
Tras aparcar subimos al castillo para comenzar la visita. Nos ha sorprendido muchísimo porque es una joya, muchísimo más interesante que el de Maribor, y muchísimo más grande.
La entrada vale 6€ y se visita el castillo y las colecciones que se exponen en sus salas y que constituyen en Museo Regiobal Ptuj-Ormoz, abierto al público en 1893. El alcázar medieval data del siglo XI.
La visita comienza por las caballerizas en las que se expone una impresionante colección de disfraces de carnaval tradicionales y en las últimas salas una excepcional exposición de joyas desde la antigua Roma hasta nuestros días.

Desde ahí hay que volvera salir al patio y entrar al castillo y subir hasta el jardín por el que se accede al alcázar. Primero se visita la segunda planta en cuyas salas se exponen pinturas y esculturas desde la época gótica hasta el XVIII. A continuación se baja a la primera en la que se muestra la colección de la cultura de la vivienda feudal; los espacios reproducen el ambiente medieval y están decoradas con muebles, enseres y obras de arte de lso siglos XVI al XX.
es muy curiosa una colección de cuadros religiosos en vidrio que adornaron las casas rurales desde el XVIII hasta la primera mitad del XX.

 
Finalmente se sale de nuevo al patio donde se encuentra la sala de armas.

 

En el jardín hay una cafetería donde nos sentamos a la sombra a tomar un café y luego ns acercamos a la parte de mirador donde hay una licencia artística muy curiosa hecha con papelillos de plata. Una vez visto todo el complejo bajamos saliendo por una puerta trasera que da a un pasadizo que va bordeando la muralla hasta abajo, desembocando justo en la oficina de turismo donde pedimos un plano y alguna información. 

Justo al lado, en la plaza principal (pequeñita) se encuentra el teatro (uno de los más pequeños del mundo); delante se alza una estela romana (monumento a Orfeo) que se conserva en el mismo lugar donde se erigió y que tiene una altuar de 5 metros (en tiempos se uso como lugar de ejecuciones y castigos públicos). Al lado del teatro se encuentra  la iglesia, que visitamos, y el campanario. 

 
Continuamos por la callecita del teatro hacia el ayuntamiento que vemos por fuera y bajamosal río hasta el Monasterio Minorita (solo se visita la iglesia) y cruzamos el puente para hacer unas fotos, ya que las mejores vistas de la ciudad se obtienen desde el puente (Pest Most)

Volvemos sobre nuestros pasos y continuamos bordeando la ribera hasta el Convento de los Dominicos (hoy es un centro cultural, pero mantiene frescos, salas y otros elementos del original). La entrada vale 2€ y es curiosa la fusión que han llevado a cabo en la restauración de lo antiguo y lo moderno.Es interesante.
 
De vuelta al centro paramos a comer en una pizzería, callejeamos un poco más y emprendemos el camino hacia Ljubljana.
Afortunadamente el tráfico no es tan denso y caótico como ayer y en hora y media estamos ante nuestro apartamento en la capital (South City Centre Luxury Appartment, en Airbnb) que está genial y a 15 munutos del casco histórico a pie (no aparece en Tripadvisor).

Nos instalamos y salimos para el centro a tomar contacto con la ciudad que pese a ser domingo está animadísima, repleta de terrazas por doquier. 

Comenzamos por la Plaza Preseren que es la es la plaza más famosa y concurrida de la ciudad. Desde aquí empiezan todos los tours (la oficina de turismo está cruzando el río y en ella pedimos algo de información y un plano). La plaza, situada junto al río Ljubljanica, resulta especialmente atractiva por su famoso Triple Puente, obra de Plečnik, y por la fachada barroca de la Iglesia de la Anunciación. La plaza está dedicada al poeta nacional France Prešeren, cuya estatua podréis contemplar en un lateral.
 

Entramos a ver el interior de la iglesia y a continuación cogemos un barquito para dar un paseo por el río (un imprescindible también en la ciudad ya que se obtiene otra perpectiva de ella desde el agua) Hay muchs barcos de diferentes propietarios, pero todo ssalen desde el mismo lugar (bajo el puente de suelo de cristal repleto de candados), ofercen los mismo y valen lo mismo. Lo mejor es coger el siguiente que salga cuando lleguéis (los tickets los venden unas chicas que captan clientes en el puente y hay carteles con el horario) El precio es 10 € y el paso dura 45 minutos. Los asientos tienen unas mantas para abrigarse en caso de que refresque. Es agradable.
Tras el paseo nos sentamos en una taverna a comer unas salchichas, damos unas vueltas para ver el ambiente y así terminamos el día.







Lunes, 5 de agosto.   Ljubljana



Hoy toca recorrer la capital de Eslovenia, Ljubljana. 

Comenzamos paseando por la margen del río hasta el Triple Puentey desde ahí al funicular que sube al castillo. Los tickets ofrecen varias posibilidades (solo funicular, 4€;  funicular + entrada al castillo; o funicular + entrada + otras opciones (como tour guiado o audioguía) que es la que hemos cogido nosotros (15€). Está muy bien organizado porque antes de llegar a taquilla una chica te pregunta la opción ue quieres, te soluciona las dudas y te da un resguardo que entregar en taquilla, por lo que el acceso es muy rápido.

En dos minutos el teleférico te deja en el castillo y hay que ir a información a por la audioguía y el plano. 
No se puede imaginar una foto de Liubliana sin su castillo. Alzándose sobre un pequeño macizo en medio de la ciudad custodia la urbe desde 1144, aunque el edificio que podemos ver hoy fue reconstruido casi por completo en el s.XV. Hoy en día se usa para bodas y otros eventos.
Visitamos todo a fondo, subimos a la torre, tomamos un café en el café del patio central y vemos una proyección muy interesante de la historia del castillo y de la ciudad (película cada hora en punto en la torre; te dan auriculares que se enchufan a la audioguía y se oye la película en español)
Bajamos de nuevo en el funicular y nos dirigimos a la zona de la catedral para recorrer el Mercado que es otra visita imprescindible en la ciudad. 
El Mercado Central (Trznica) de Ljubljana fue diseñado por Plečnik, hacia 1940, bajo influencias renacentistas. Está formado por una alargada nave porticada construida en paralelo al río Ljubljanica, entre el Puente de los Dragones y el Triple Puente. Dos logias interrumpen la nave, permitiendo acercarse al borde del río. El mercado, que tiene una prolongación de tenderetes en la Plaza Vodnik, abre todos los días, salvo en domingo
Finalmente nos sentamos a comer en una de las muchísimas terrazas cerca del puente de los Dragones que recorremos a continuación. 
 

En este punto, queremos comentar el desorbitado precio del vino en este país, siendo como son productores. Es curioso ue en los restaurantes o bares te ponen una copa de 0,100 !!!, o sea, un sorbo nada más, al precio mínimo de 3 € (o una botella de 0,750 por no menos de 24€); nos parece una exageración. La comida no es tan cara y los platos son muy abundantes.
Este puente (Zmajski most)está flanqueado por cuatro dragones. Esta ejemplar obra de Art Nouveau hace referencia al mito del origen de la ciudad, según el cual Jasón y los Argonautas habrían derrotado en aquella tierra a un enorme dragón, que hoy es símbolo de la ciudad.
 
Nuestra primera visita de la tarde es Metelkova que es un curioso y alternativo espacio cultural, una especie de barrio independiente en el centro de la ciudad. Fue un antiguo cuartel militar que es considerado como una de las grandes mecas del arte y la cultura underground.
 
Fue allá por el año 1993 cuando un grupo de artistas voluntarios se unieron para evitar su demolición, algo que consiguieron tomando el lugar como lienzo para dar rienda suelta a la imaginación. Es una zona muy curiosa con grafitis y esculturas muy originales (misma experiencia que el Kunthaus Tacheles de Berlín). Pasamos un rato por la zona y acabamos descansando en la cafetería del Museo Etnográfico (un jardín fresco agradabilísimo con hamacas que está abierto aunque el museo no lo esté ya que es lunes)






 


Desde allí nos dirigimos hacia el centro para subir a la terraza del edificio Nebotičnik (Skyscraper), el “rascacielos” para los eslovenos (entrada por Stefnica ul., 1) que habíamos leídio en algún blog que merecía la pena. En realidad no es ni mucho menos un rascacielos, ya que solo tiene 11 plantas, pero, al estar ubicado a pocos metros del centro, las vistas son espectaculares y lo mejor es que tienes la panorámica completa del casco antiguo con el castillo incluido.
 
La entrada es gratuita y se puede solo hacer la foto y bajar o sentarse en la terraza y tomar algo contemplando las vistas. Nosotros hemos tomado 2 limonadas a la menta y un pedazo de pastel típico de Liubliana (Prekmurska Gibanica), unos 9 €, que no es caro.
Pasamos el resto de la tarde paseando por el casco antiguo donde visitamos el Ayuntamiento construido en estilo gótico en 1484, cuyo vestíbulo, salas de la planta baja y patio están abiertos al público como salas de exposiciones.
Compramos algunas provisiones para la cena y volvemos paseando por la orilla del río hasta el apartamento.



Martes, 6 de agosto  Velika Planina

Hoy hemos dedicado el día a visitar una zona interesante y relajante que se encuentra bastante cerca de la capital, a 45 minutos de Liubliana: la meseta montañosa de Velika Planina que es considerada el pasto más hermoso del país. Las praderas expansivas, de una milla de altura, de la "Gran Montaña", son la joya escénica de la corona de los Alpes Kamnik-Savinja. En los meses de verano, los granjeros lecheros tradicionales llevan a estos pastos su ganado y se quedan en chozas tradicionales de madera.
Se trata del pasto de montaña más extenso de Eslovenia y el que se encuentra a mayor altura, desde 1.400 a 1.666 metros. Se extiende por los Alpes de Kamnik y de Savinjal y está situado sobre el valle de Bistrica.
 
Para llegar hay que dirigirse a Kamnik. Una vez allí sigue las indicaciones hacia Kamniška Bistrica-Gornji Grad. (Hay señales amarillas en la carretera que pone “Velika Planina”
OJO: IMPORTANTE: La carretera gira a la izquierda en el pueblo de Stahovica (después de 6 km), y es fácil pasarse el desvío y seguir recto. Hay que estar atentos en este punto. Nosotros nos hemos pasado unos metros. 
A unos 4 kilómetros pasado Stahovica encontrarás un parking (gratuito) a mano derecha de la carretera y la estación del teleférico a mano izquierda, justo al lado del camping que está muy señalizado con grandes carteles.
En la taquilla del teleférico se puede sacar ticket solo para este o también para el telesilla que asciende a la cumbre del Gradisce, a 1668 metros y funciona durante los meses de  verano (Ida y vuelta son 17€).
Nosotros hemos elegido la opción de teleférico y telesilla. El paisaje con las montañas, los prados y las cabañas de madera a vista de pájaro es espectacular!


En menos de 10 minutos se pasa de los 540 metros de altura del valle a los 1.407 de la montaña de Smmovec. Para llegar a la cumbre se puede subir a pie pero ya hemos dicho que el telesilla es mucho más cómodo y las vistas espectaculares.
El telesilla tiene una estación intermedia en Zeleni Rob. Puedes bajarte allí y pasear un poquito más o tomar algo en el restaurante con terraza y luego cogerlo otra vez para subir. Nosotros nos hemos bajado en esta parada a la vuelta.
El mejos momento para visitar Velika Planina es de junio hasta septiembre cuando los pastos están más animados y llenos de vida. También hay más turistas aunque no había hoy demasiada gente, la verdad.
A principios de junio, los pastores llevan su ganado a Velika planina y permanecen allí durante tres meses.
Una vez el telesilla nos dejó en la cima de Velika Planina, subimos a pie unos pocos metros en dirección contraria al telesilla, hasta la cumbre del pico Gradisce. Desde este punto ya se divisa el poblado de pastores. A tan sólo 10-15 minutos de bajada caminando desde este punto.
En los pastos de la meseta de los Alpes de Kamnik y de Savinjal hay alredor de 200 cabañas. De estas, 63 forman el asentamiento de pastores.
La forma ovalada de las cabañas con sus tejados que llegan casi al suelo hace que parezcan sacadas de un cuento.
 
Su típica arquitectura es el símbolo de Velika Planina. Estas cabañas se las conoce com bajtes y tradicionalmente eran asentamientos provisionales para los pastores en verano.
Los batjes están cubiertas por unas tejas de madera de abeto o alarce llamadas sinkelni. Esto hace que a las cabañas sean impermeables y combatan el frío y la humedad. En el museo, que cuesta carísimo (3€) y que es una cabañita muy pequeña, muestra claramente la estrustura de estas. Realmente, la vivienda está construida dentro y luego se recubre con estas tejas de madera dejando un espacio como de un metro entre la vivienda y el recubrimiento.
Se tiene constancia de estos asentamientos desde la Edad Media, aunque actualmente las cabañas que encontrarás no son las originales.

Como era hora de comer, nos hemos sentado en una de estas cabañas en las que ofrecían solo dos platos típicos de los pastores: unas gachas de polenta y trocitos de panceta salada, y queso típico elaborado en el poblado (uno normal y otro con pimienta) llamado trnic regados con cervaza y vino eslovenos.
 

 
El trnič es conocido com el queso del amor. Tiene forma de pera o como de pecho. Y está hecho de la nata de la leche con un poco de sal.
Según la tradición, los pastores se lo regalaban a sus novias y esposas al final de la temporada de aislamiento en la montaña. Era un signo de amor y fidelidad.
El pastor también regalaba el queso como declaración de amor o como una promesa de matrimonio. Si la chica aceptaba, consentía el cortejo del pastor.


A continuación hemos dedicado el resto de la tarde a recorrer todo el poblado que parece el típico paisaje de cuento o de los dibujos de Heidi. Las cabañitas estaban diseminadas por todo el valle y las vacas andaban de aquí para allá pastando sin rumbo en pequeños grupos mientras los visitantes se acercan lo máximo posible para sacar un selfie. Cada pastor tiene alrededor de 8-10 vacas, y en total hay alrededor de 280-300. Son inofensivas, pero imponen un poco porque son enormes.
Sobre el poblado se divisa la pequeña iglesia de Santa María de las Nieves que es de color marrón oscuro y muy coqueta (como de cuento también)
 

Desde aquí parte una ruta que está indicada en paneles pero que no hemos hecho porque es larga y penosa. Así que, tras la visita del poblado hemos emprendido el regreso al telesilla haciendo un aparte de la ruta y ha sido bastante duro porque no estoy muy en forma.
MUSEO
Como ya hemos dicho, nos hemos bajado en la parada intermedia del telesilla y nos hemos sentado en la terraza a contemplar el paisaje y tomar un café con un dulce tradicional de la zona hecho con queso y recubierto con arándanos, grosellas y frambuesa que estaba riquísimo: štruklji de queso fresco, una pasta rellena de queso y bañado en pan rallado frito en mantequilla que se cocina en un rulo (como el “brazo gitano”).
Nos zampamos el pastel de queso y volvemos a coger el telesilla hasta la estación del teleférico y en este bajamos en 5 minutos al aparcamiento y volvemos a Ljubljana.














Miéroles, 7 de agosto.  Skofja Loka y  Bled

Hoy dejamos Ljubljana y nos trasladamos a la zona de Bled donde pasaremos 5 días.
En el camino hemos parado en un precioso pueblo llaado Skofja Loka que merece mucho la pena.  Es el mayor teatro al aire libre en el que se representa la obra eslovena más antigua conservada: tda la localidad es el escenario medieval de la Pasión de Škofja Loka, patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
 
La primera mención de esta ciudad data del año 973 y en el siglo XIV fue rodeada por murallas.
Al llegar hay que dejar el coche en un parking que hay a la derecha (muy cerca del casco histórico que queda a la izquierda). Es de pago pero no muy caro. se cruza la carretera y se accede a la ciudad antigua a través del puente de los Capuchinos o puente de piedra. 
Lo primero que hacemos es ir a la oficina de turismo a por un plano e información y, para nuestra sorpres, hay un chico especialmente amable y simpático que nos informa muy bien de todo, nos aconseja qué hacer, qué ruta seguir e incluso nos indica una opcion de ruta por una zona al otro lado del río llamada Pustal que merece la pena (como así fue)
Comenzamos tomando un café en la calle principal que lleva al castillo y subimos hasta él; en esta calle se puede ver a la izquierda el monumento a la Virgen María (dos columnas con una virgen en el centro). El castillo está muy bien conservado y ahora es museo y salas de exposiciones. La entrada vale 5€. El primer castillo ose construyó en 1212 pero fue totalmente destruido en el terremoto del año 1511 y se reconstrutó más tarde.
 
Al acabar la visita continuamos por la zona baja y cruzamos el río para visitar el barrio que nos han recomendado en turismo: el barrio de Pustal. 






Es un paseo muy agradable y merece la pena dar una vuelta por él y ver algunas de las fachadas más antiguas de la ciudad, palacetes y casitas coquetonas. Volvemos a cruzar el río en dirección a la Iglesia de Santiago, la más importante. Recorremos algunos de los puentes y callejas y volvemos al parking visitando la Iglesia de los Capuchinos que se encuentra al cruzar el puente del mismo nombre.
 
En el centro histórico merece la pena ver la Iglesia de las Monjas, la Casa Homanova Hisa, la Iglesia Spital, la Casa de Zigon, Stari Rotovz (hoy funciona como Palacio Municipal) y la Casa de Martín.
Cogemos el coche y seguimos hacia Bled por la autovía; al dejarla nos encontramos en una carretera colapsada por lo que ya vemos que se trata de una zona muy turística. Lo primero que salta a la vista es que Bled es el Benidorm de Eslovenia. Bonita pero llenísima de turistas.
Llegamos sin problma al apartamento Apartment Fine Stay Bled (Ver crítica en Tripadvisor:

donde nos espera el suegro de la propietaria que no habla inglés y con el que nos entendemos casi por señas. 
Nos instalamos y bajamos para no perder ni un minuto hasta el lago y comemos en un restaurante muy coqueto y con buenas vistas que encontramos casualmente:Vila Ajda Restavracija Dax

Pasamos el resto de la tarde paseando por la orilla y haciendo fotos. No en valde es el lago más fotografiado de Europa con su islita en el centro.
Es una zona muy bonita (pese a que nuestro favorito sigue siendo ellago de Como) y hay un sendero muy agradable que recorre todo el lago por su orilla. A esta hora estárepleto de turistas bañándose y tomando el sol. Hemos pensado alquilar mañana unas bicis para dar la vuelta al lago por el sendero, y también alquilar una tabla de paddle surf (1 hora/10€)
Compramos porvisiones en un super y volvemos, cuando el sol se está poniendo, al apartamento.








Jueves, 8 de agosto.   Bled

Hoy ha amanecidio lloviendo y no ha parado casi en todo el día así que nos hemos visto obligados a prescindir del baño en el lago y del alquiler de la table de paddle surf.
Lo rpimero que hacemos es ubir al castillo (se puede subir a pie pero es duro así que hemos optado por el cocje). En muchos blogs, incluso recientes, se dice que el parking del castillo es gratis, pero no es así ahora; vale 3€/2 horas.
Tras el pago del parking hay que desembolsar el precio de la entrada al castillo (11€) y si te tomas un café (malo, en vaso de papel y un palito para darle vueltas), otros 2,5 €. En resumen, subir a ver el famoso castillito sale un poco caro. ¿Por qué nos parece caro? Porque no merece tanto la pena. Realmente, si se visita Bled por primera vez (como es nuestro caso) hay que subir (lo que hemos hecho), pero solo tiene el enclave en lo alto de un alcantilado sobre el lago (y se ve mejor dese abajo); las vistas de la famosa islita en el centro del lago son mejores desde uno de los dos miradores (gratis) de la zona occidental, por lo que no es necesario subir al castillo para hacer la fotito. Finalmente, el interior del castillo son salas de exposiciones y lo que ofrece tampoco es nada extraordinario (el de Ptuj, sin tener tanta fama, nos gustó mucho más)

El castillo de Bled es uno de los más antiguos de Eslovenia (1011). Los edificios se ubican alrededor de los patios en dos niveles que están protegidos por una muralla románica con pasillo de defensa, torre de entrada y la torre gótica.
En todo el recinto hay wifi gratis porque la visita se realiza con nuestro móvil (un panel lo explica en la entrada): se accede a la web del castillo (http://www.virtualni-vodic.si/guide/4) y en cada punto importante del castillo hay un número que debemos marcar en el móvil y se lee o se oye la explicación en español. Si se dispone de lector de código QR, al lado de cada número aparece el código que s epuede leer con el móvil. También se pueden coger planos en todos los idiomas en la puerta de entrada.

La visita no es muy larga porue el castillo no es muy grande. Realmente, es más la puesta en escena (herrero, impresor...) que lo que realmente ofrece.
Bajamos de la colina tras la visita y dejamos el coche en el apartamento para bajar andando al pueblo de Bled que resulta agradable.
La verdad es que esta zona es bonita y la vista del lago con la islita está bien (es el más fotografiado de Europa), pero esperábamos más del pueblo (que solo son apartamentos turísticos, restaurantes y empresas de actividades) y de la zona en general (que está saturada de turistas), aunque el paseo por el perímetro del lago es muy agradable.
Por la tarde queremos alquilar unas bicicletas para recorrer todo el lago alrededor. Antes comemos en una pizzería muy recomendada en Tripadvisor y por muchos viajeros, "Rustika"; las pizzas están muy ricas y son muy grandes pero no es muy barato (aquí, de hecho, todo es caro)
Desde el restaurante nos dirigimos a la iglesia que está muy cerca y que no resulta nada especial por dentro.

Con la tripa llena nos dirigimos a la estación de autobuses que está un poco más abajo de la pizzería, en la misma calle, y alquilamos unas bicis (3€/hora, 5€/2 horas..., y hay una opción de llevarte la bici y pagar a la vuelta según el tiempo que hayas estado; esta es la que hemos escogido). 

Hay muchas empresas que ofrecen aventura (rafting, barranquismo, senderismo, kayak...por los alrededores y también alquilan bicis; todas tienen los mismso precios, aunque alguna que está junto al agua es algo más cara.
Hemos pasado el resto de la tarde recorriendo la orilla del lago (lo hemos rodeado) por el sendero que transcurre en la misma orilla, haciendo algunas paradas para descansar, relajarnos o hacer fotos.
Hemos devuelto las bicis y subido hasta la Iglesia cuyo interior hemsos podido visitar. Luego hemos paseado por la orilla y hemos tomado un café en una terraza sobre el agua. 






Tras comprar algunas provisiones para la cena y el desayuno damos por finalizado el día.
Sobre Bled hay que decir que es una zona agradable aunque nos esperábamos más. Esta repleta de apartamentos, bares, restaurantes, heladerías...como cualquier zona turística. Hay muchísima oferta de todo y hay autobuses y taxis (furgonetas) que llevan a todas partes por precios módicos. 


Viernes, 9 de agosto. Garganta de Vintgar

Cómo se ha notado que es viernes: todo llenísimo: el lago, cafeterías, alquileres de bisics y tablas o kayak, carretera...
Hoy hemos visitado una de las atracciones más famosas de Eslovenia: las Gargantas de Vintgar o, mejor dicho, hemos estado en la romería del Rocío eslovena. 
En primer lugar, llegar es una odisea porque està fatalmente indicada la entrada a las gargantas y puedes pasar mucho rato con el GPS loco dando vueltas al pueblo de Vitgar que es mini En segundo lugar, el parking de la entrada es pequeño y se llena enseguida por lo que unos jóvenes con chalecos naranjas te prohiben el acceso  a la entrada y te ves un rato dando mas vueltas buscando parking. Luego vemos algunos otros  chicos con chalecos naranjas que te indican la dirección del parking. Finalmente hay que seguir la señal de P+B (que es un parking que han hecho a dos kms.). Este parking es de pago como el de la entrada (5 €/4 horas) y desde él sale un autobús gratuito que te deja en la entrada. 
Al llegara. La entrada, más caos. Hay dos taquillas que están fatalmente señalizadas; de hecho, todo el mundo se ponía en una (cola kilométrica) porque la otra parecía una caseta de venta de helados. Hay, en general, poca información y poca cartelería tanto en la taquilla (solo te dan el ticket sin mapa ni explicacion ni nada) como en el recorrido en el que algunas señales (de las poquísimas que hay) son papeles o tablones con la indicación pintada a mano.
Da la impresion de que el boom del turismo en Eslovenia (país que se ha puesto muy de moda) les ha pillado desprevenidos y no hay infraestructuras, ni organización, ni están preparados para las hordas de turistas que llegan.
En un blog leímos que era mejor acceder a la garganta por Zasip (la otra entrada) en vez de por Podhom que es por donde entra todo el mundo. Pero no había indicación alguna ni carteles ni señales ni nada, y después de dar varias vueltas por el pueblo decidimos volver a Podhom y entrar por la de todo el mundo con el parking alejado, el shuttle atiborrado de gente..., y aún así nos costó alguna vuelta que otra hasta poder dejar el coche.
Llegamos a la taquilla y tras una cola larga pagamos los 10 € (han incrementado el precio una barbaridad, al igual que el cobro del parking que era gratis antes) y nos unimos a la procesión que peregrinaba hacia el torno de entrada. Cuando, por fin, logramos traspasarlo las pasarelas parecían una romería (el gentío era espantoso); el desfiladero y el paseo son espectaculare y muy agradables si no fuera por la muchedumbre; deben de ser preciosas sin gente.


 


 
Hay que decir que las personas con problemas de movilidad no pueden visitar este paraje porque no está adaptado; de hecho, en Eslovenia no hay prácticamente nada adaptado para minusválidos.
Vintgar Gorge es una garganta por la cual circula el río Radovna. Está a 4Km al norte de Blend, justo detrás de los pueblos de Podhom y Zasip (algunos viajeros dicen que desde éstos últimos está bien indicado cómo llegar, pero en agosto con el gentío y que no permiten acercarse a la entrada si el parking está medio lleno, es complicado). 
La caminata por la garganta son 1600m y es muy sencilla. A lo largo del recorrido se alternan los tramos de sendero (grava), cemento y las pasarelas de madera que discurren literalmente sobre el cauce colgadas el la piedra como voladas. Es recomendable llevar calzado adecuado aunque la ruta es muy fácil y no tiene peligro alguno.
Al final del recorrido se llega a la entrada que buscamos al principio (Zasip) en la que hay otro puesto de control (sin control puesto que se accede por tornos) y traspasando este (se puede volver luego a entrar con el mismo ticket) hay unas mesas de madera con bancos corridos para tomar algo (un café nos costó 1,5 €) y el puente de medera que se debe cruzar para llegar a una sendita que en pocos metros conduce a la cascasa Sum, que significa “ruidosa” y que tiene una caída de 13 metros.

Nos hacemos unas fotos y volvemos sobre nuestros pasos recorriendo ahora la garganta en dirección opuesta.



Cogemos el coche y volvemos a Bled donde comemos.
El resto de la tarde alquiilamos otra vez bicicletas y lo pasamos en el lago, bañándonos, paseando... Queríamos alquiloar una tabla de paddle surf, pero es imposible. Es fin de semana y está todo lleno y todas las tablas cogidas.

 
Devolvemos las biscis, damos una vuelta por el lago, compramos provisiones y nos retiramos por hoy.

Sábado, 10 de agosto. Tolmin en motor rail

Hoy amanece un día soleadoy hemos decidido visitar la zona de Tolmin e ir hacia allí usando el moto-rail. Este medio de transporte es muy curioso y nunca habíamos visto algo así. Se trata de un tren de mercancías que transporta coches y los pasajeros viajan dentro de los vehículos.

Llegamos un ahora antespensando que habría gente aunque no imaginábamos que habría tanta, Nos pusimos en la cola y éramos el número 26; en un rato ya era el doble de larga. 
El precio está bastante bien: 14 euros el conductor con el vehículo y 2,58 cada pasajero adicional, por trayecto. Y hay que estar en la estación 10 minutos antes de que salga el tren pero en verano una hora es poco. El ticket se puede comprar allí mismo pues un trabajador se acerca a cada coche a cobrar (puedes pagar en efectivo o con tarjeta).
Este moto-rail recorre una distancia que une varios pueblos: Bohinjska Bistrica (muy cerca de Bled) – Podbrdo – Most na Soči (muy cerca de Tolmin) – Nova Gorica. La carretera que une estos pueblos es una carretera de montaña que es muy bonita de recorrer pero que te llevaría así como una hora y media o dos horas de curvas y más curvas. Nosostros hemos ido en el moto-rail y hemos vuelto por esta carretera.
Una vez llegamos a la estación, nos pusimos en la cola y cuando llegó el cobrador a nuestro coche dijo que era el último, que ya no cabían más. Tuvimos muchísima suerte ya que todos los que estaban detrás se quedaron en tierra.
El tren arranca en punto (cogimos el primero a las 09:13. Esta es su web donde se puede consultar horarios y precios: https://www.slo-zeleznice.si/en/passenger-transport/timetable/motorail)

El tren recorre los apenas 70 kms entre túneles, bosques y preciosos paisajes alpinos. El paso por los túneles con oscuridad absoluta y ruido ensordecedor es especial.
Al llegar a Most na Soci, bajamos del tren y nos dirigimos a al localidad de Zatolmin (muy cerca de Tolmin) que es donde se encuentra la garganta. Hay que seguir siempre las indicaciones “Tolmin Korita”. Para encontrar la garganta, primero hay que llegar a Tolmin, desde allí ir en dirección a Zatolmin y, antes de llegar al pueblo, tomar la carretera a la derecha y a unos 2 kilómetros (10 a 12 minutos), se encuentra un amplio estacionamiento donde dejar el coche. Si te vas a guiar por un GPS o Google Maps, te aconsejamos buscar como Tolminska Korita, ya que si la buscas como Tolmin Gorges o garganta de Tolmin, te puede guiar a otro punto y no al correcto.
La garganta se encuentra dentro del Parque Nacional de Triglav al noroeste de Eslovenia. La garganta es el desfiladero formado por los ríos Tolminka y Zadlaščica.
 
Al llegar a la entrada unos chicos con chalecos te indican dónde puedes aparcar y, como siempre, hay que soltar otros 5 € por 3 horas (no hace mucho, gratis)
Esta garganta está muchísimo menos frecuentada que la de Vintgar y no hay casi nadie en la caja para sacar el ticket. Con el ticket te dan un folleto con el recorrido que hay que realizar. La señora de la taquilla es muy amable y da muchísima información y consejos sobre el itinerario para no perderse ningún punto. 
 

Es un camino circular de unos 2km, se tarda 1'5h ó 2 horas dependiendo de la tranquilidad con la que te lo tomes. Hay que llevar calzado adecuado ya que se pasa por caminos llenos de piedras y pendientes y escaleras en época de lluvia estarán embarradas. 
 


Dejamos una foto del mapa traducido al español que encontramos en un blog de internet.

Esta garganta es muchísimo más dura que las de Vintgar. Está muchísimo mejor indicada tanto para llegar como el recorrido. Las subidas son muy duras aunque las vistas son preciosas. Hay que estar en forma para no echar el hígado. 

Finalizado el recorrido nos acercamos a la oficina de turismo de Tolmín donde también hay unas chicas muy entregadas y competentes que nos indican todo lo que se puede ver. Elegimos subir a la Iglesia Memorial del Espíritu Santo (de la Gran Guerra) en Javorca que está a unos kilómetros sobre una empinada colina.
 
Se puede llegar en coche hasta el aparcamiento por una pista de curvas imposibles y luego hay que ascender durante 20 minutos por una rampa con un desnivel espantoso y para rematar una escalinata larga hasta la capilla. 
 


La entrada vale 4€ y eloven de la taquilla es muy amable y trata de hablar español para ofrecer algunas explicaciones (además dan un folleto en inglés). El lugar donde se ubica es hoy un paisaje bucólico pero en él se libraron violentas batallas. La iglesia fue construida en 8 meses por soldados austro-húngaros en memoria de los miles de compañeros muertos en la contienda.
La base y paredes son de piedra mientras que el tejado es de madera. El interior es precioso, de madera pintada en azul y blanco y con unos paneles con los nombres de los fallecidos, unos 2500. 
 

 
En el exterior está decorrada on los escudos de las 20 provincias del estado austro-húngaro. La verdad es que la subida es muy penosa pero merece la pena.

 

 

Terminada la visita volvemos a bajar por la pista hasta Tolmín y comemos en un restaurante al azar. 
La vuelta a Bled la hacemos atravesando las montañas. Nos habían metido un poco de miedo los comentarios de otros viajeros sobre esta carretera pues decían que llevaba más de tres horas recorrer los 67 kms. ; pero según Google Maps, solo 1,5 horas por lo que haciendo caso a la tecnología nos aventuramos por ella. Es cierto que hay muchísimas curvas y la carretera es estrecha, pero el firme está en buen estado. Casi llegando a Bohinj ha habido un accidente de moto y hemos estado parados mucho tiempo. Si no hubiera sido por eso, lleva menos de dos horas llegar a Bled y el trayecto y las vistas son muy chulas.
En Bled el tráfico es infernal (fin de semana) pero llegamos sin contratiempo.

Domingo, 11 de agosto.   Lago Bohinj

Hoy pasaremos el día en el lago Bohinj (en esloveno: Bohinjsko jezero) que es el lago más grande de Eslovenia.Se localiza en el municipio de Bohinj, al noroeste del país, y se encuentra dentro del Parque Nacional Triglav; tiene 4,2 km de largo y 1 km de anchura máxima; es un lago glaciar represado por una morrena y cambia completamente sus aguas tres veces al año (por eso el agua está más fría que en el de Bled)

La zona parece más tranquila que Bled, pero aún así hay gente y en la zona del camping (en el extremo opuesto) hay un gentío espantoso.
Llegamos no muy temprano a Ribcev Laz, que es el primer pueblo al llegar al lago; aquí hay a la izquierda un parking grande y la oficina de turismo; todo petado de gente y las chicas de la oficina, en la tónica del país, te dan el mapa y te dicen ue visites lo que hay en él. Y “chim-pum”.
Al llegar el cielo está muy encapotado y parece que va a haber una tormenta y a diluviar. Mal día para pasarlo en el lago. No obstante, aparcamos donde podemos y cruzamos el puente para ver la preciosa iglesia de San Juan Bautista que es muy pequeñita. 
 

 




Volvemos a cruzar el puente de piedra (en su origen de madera) y comenzamos a recorrer la orilla del lago por una senda por la que se puede bordear.

 





No lo hacemos entero y tras varios kilómetros decidimos volver y comemos en una de las zonas de actividades acuáticas de las que hay varias a lo largo de la orilla. Hay muchos deportes acuáticos que se pueden practicar en él (muchas empresas en la zona) y también otras actividades como parapente, escalada, senderismo...
Después de comer el tiempo ha cambiado completamente, hace un sol radiante y calor, así que, por fin, alquilo una tabla de paddle surf (10€/hora) y, por primera vez, pruebo este deporte.




Es más difícil de lo que parece mantenerse en equilibrio de pie sobre la tabla (y eso que en el lago no hay movimiento casi en el agua). No obstante, mis primeros pinitos son un éxito porque lo consigo sin caer al agua. Y también se hace bastante ejercicio porque las piernas están en tensión continua y los brazos remando...  Ha estado bien.

Después del deporte y el baño pensamos en qué hacer. Hay dos excursiones muy frecuentadas en la zona que son: la subida en teleférico hacia el monte Vogel para disfrutar de las vistas sobre el lago de Bohinj, las montañas circundantes y el propio Pico Triglav, símbolo del país; y la ruta de senderismo a la Cascada Savica.
Nosotros nos hemos tomado hoy el día de relax absoluto y no hemos pensado darnos otra paliza a subir montes como ayer, así que hemos descartado la cascada. Tampoco hemos cogido el teleférico porque nos ha parecido un robo pagar 24 € por persona para subir y ver un paisaje como ya hemos visto otros muchos en este país.
En fin, hemos optado por unos barquitos de madera tradicionales que cruzan todo el lago y es un paseo cómodo y agradable. Cogemos ida y vuelta por 10,5 €/persona (la ida solo vale 9)
En el otro extremo del lago (donde llega el barquito) está el camping: un horror. El sitio es precioso pero una caravana pegada a otra y en los pequeños huecos libres hay tiendas de campaña. Petadísimo de gente. 
Nos tomamos un café (bueno) en la cantina del camping (llena de niños chillando y con la música “a toda pastilla”) y cogemos el siguiente barco de vuelta. La zona es un espanto. 
Vamos a recoger el coche (con multa de aparcamiento incluida) y volvemos a Bled. 
Aquí en Eslovenia lo del aparcamiento es un problema. Seguimos pensando que este país no se esperaba el aluvión de turistas que están llegando hace poco tiempo y no está preparado. Los parkings están a rebosar y todos son de pago, así que la gente (si no encuentra hueco) aparca donde puede (por ejemplo, en los arcenes de las carreteras que son amplias). Nosotros hoy hemos ido a todos los aparcamientos de pago y no había sitio, así que tuvimos que dejar el coche en un metido de la calle donde había otros. Y al llegar a recogerlo, una multa. Ha ido a la basura; ya veremos qué pasa.
Compramos provisiones para el desayuno y la cena y nos vamos a recoger todo porque mañana dejamos Bled y nos vamos a la zona de Kobarid, la última parada en este viaje.

Lunes, 12 de agosto.  Paso de Vršič. Kobarid

Dejamos Bled en dirección al norte para iniciar la subida al famoso y complicado Paso de Vršič que es es una de las maravillas de la ingeniería de caminos del S. XX, una carretera alpina que conecta Kranjska Gora con Bovec y que tiene una longitud de 50 kilómetros. El recorrido incluye 50 curvas en U muy cerradas, que están numeras, y espectaculares vistas en el paso de Vršic (1611 m). También es llamada la Carretera Rusa, ya que gran parte fue construida por prisioneros de guerra.
En algunas curvas el Google Maps se volvía loco a veces y daba vueltas sin parar. 
Como curiosidad a partir de este punto, desde la curva 1 a la 25 las curvas estan adoquinadas; esto es algo testimonial pues aunque originariamente toda ella estaba adoquinada, ahora solo se ha dejado este tipo de firme en algunas curvas.
Nada más acercarnos al paso, encontramos el Lago Jasna o Jezero Jasna. Es un lago pequeño, rodeado de montañas, arena blanca y bosque de pinos. En una de las esquinas del lago se encuentra la estatua en bronce del Zlatorog, la cabra de cuernos dorados que custodia el tesoro de la montaña. Hacemos una parada ahí, unas fotos y nos tomamos un café. Es muy recomendable porque es una preciosidad de laguito.



En la curva 8 paramos para ver La Capilla Rusa (Ruska Kapelica). Para verla hay que subir un pequeño tramo de escaleras de madera. La capilla es de madera con dos torres en forma de bulbo. Se erigió en honor a las 400 personas que murieron allí por una avalancha de nieve en 1916. Muy coqueta. Parar es complicado; nosotros lo hacemos, como la mayoría, en el arcén.


 

A mitad de camino, en la curva 25 se encuentra el Puerto de Vrsic, donde  merece la pena parar y admirar las vistas. Es este punto más alto encontramos una especie de aparcamiento, aunque re realidad es un pequeño ancho en la carretera donde la gente aparca como y donde puede sin mucha organización. Aún así el estacionamiento es de pago. Nosotros hemos aparcado en el arcén un poco antes de llegar a lo más alto. Básicamente hay dos zonas de aparcamiento separadas unos 100 m. La primera en el punto más alto de la carretera y otra un poquito más abajo. Desde el alto surgen numerosas rutas de senderismo, la mayoría de varias horas de duración; desde nuestra posición se veía a la gente haciendo la ruta y daba verdadero miedo por la altura y la pendiente. Desde el parking hay una pequeña subida a una tienda de souvenires y desde allí un montículo/mirador con unas vistas espectaculares.
 
 
Desde aquí toca emprender el descenso hacia el otro lado del paso Vršič. Es una bajada bastante pronunciada así que, como en cualquier carretera de montaña y, como todas aquí, saturadas de ciclistas y sendristas ( y sin arcén) por lo que hay que extremar muchísimo la precaución e ir muy despacio.

Al llegar a la curva 48 a la izquierda podemos ver la estatua del escritor Julius Kugy, pero el espacio para detenerse es casi inexistente, limitándose a un par de coches y no hemos podido parar, así hemos continuado.
La carretera va poco a poco desrizándose y empezamos a ver el río Soca y sus aguas de un color turquesa impresionante. 
Abajo nos encontramos con un señal que indica un Jardín Botánico Alpino (queda a la izquierda de la carretera, y para ls a hace4 la visita. De trata de un mardín pequeñito pero muy majo, con muchas especies de plantas alpinas (realmente es un trozo de terreno que han vallado) Merece la pena hacer una parada y echar un vistazo. La entrada vale 3,25 €. 
 
Tras un poco más de carretera que discurre paralela a la margen del río y con curvas constantes (aunque ya no cerradas) llegamos a Bovec. Comemos ene “ primer sitio en el que se puede parar, una pizzería-grill llamada Nono, que no recomendamos (ver crítica en Tripadvisor:https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g274866-d17661788-r698285555-Nono_Grill_Pizza-Bovec_Slovenian_Littoral_Region.html 
.)
No paramos en Bovec ya que mañana tenemos aquí reservada una actividad de rafting por el río Soča y podremos hacer una visita al pueblo también.
Llegamos a Kobarid donde está nuestro alojamiento Apto. Pod Matajurjem (ver crítica en Tripadvisor:............)
Descansamos un poco del viaje y del calor y nos acercamos al pueblo. Damos unas vueltas, vamos a la oficina de turismo a por algún mapa de la zona y algo de información (que, para variar, ha sido muy escueta) y visitamos el Museo de Kobarid, sobre la Primera Guerra Mundial, que resulta una joya. Merece la pena. Nos ha gustado mucho. La entrada vale 7 € y con ella te entregan un folleto en español y también ofrecen una proyección de 20 minutos muy interesante sobre la contienda en la zona de Soča, también en español.
La hoy apacible cordillera de los Alpes Julianos que separa las fronteras de Italia, Austria y Eslovenia ha tapado con su manto verde de árboles las penurias vividas en las batallas de la primera Guerra Mundial.


El llamado frente de Isonzo, nombre italiano del río Soca, fue el escenario durante tres años entre 1915 y 1918, de cruentas batallas entre el ejercito italiano y las tropas del imperio austro-húngaro. La estabilización del frente, con pocos progresos de territorio, significó que decenas de miles de hombres perecían en cada bando en cada una de las doce batallas que se produjeron. Sólo en la última, conocida como la batalla de Caporetto (nombre italiano de Kobarid)  en octubre de 1917, murieron unos 13.000 italianos y unos 50.000 efectivos del imperio austro-húngaro. El resultado fue la debacle italiana que desembocó en una retirada hasta el río Piave cerca de Venecia.
El museo de Kobarid recupera su historia para no olvidar el sinsentido de toda guerra, especialmente esta por haberse vivido en las carnes de la gente local. En el recorrido por las salas se pueden ver expuestos numerosos objetos del día a día, como armas, uniformes, cruces de piedra de tumbas, o material de suministros a las tropas. Además, el rico material fotográfico y las proyecciones audiovisuales permiten una aproximación al conflicto que sacudió Europa. 
 
Curiosamente, uno de los testimonios más notorios es el de uno de los voluntarios norteamericanos que trabajó como conductor de ambulancias durante la guerra en este frente (donde fue herido por cierto), el célebre escritor Ernest Hemingway, que plasmó sus vivencias en la obra “Adios a las armas”, un canto al pacifismo.
Terminada la visita buscamos una tienda para comprar provisiones para la cena y el desayuno y nos acercamos al Puente de Napoleón a ver dón de está el parking y hacernos una idea de la zona para mañana que haremos el Historical Trail.
Entre unas cosas y otras se hace de noche. Volvemos al apartamento a cenar.











Martes, 13 de agosto.   Bovec  Kobarid

Salimos hacia Bovec no muy temprano. Hoy tenemos en ese pueblo reservada un a actividad de rafting por el río Soca con la empresa Sport Mix, a las 12:00 (hay que estar en las oficinas a las 11:30) La explicaciónn de elegir esta empresa en Bovec (y no en Kobarid que es donde estábamos y donde también hay muchas que ofrecen este tipo de deportes de aventura) fue por las críticas que tenía en Tripadvisor; y no nos equivocamos en absoluto.
Como llegamos a Bovec con tiempo de sobra apovechamos para tomar un café en una de las cafeterías de la plaza, al lado de donde se ubica la empresa del rafting.
A la hora acordada nos acercamos a las oficinas y el recibimiento fue espectacular. La empresa la lleva un equipo de chicos jóvenes muy simpáticos y preparados. Tras esperar un rato en unos bancos en la puerta a la sombra, pasamos a la parte trasera donde tienen los equipos y nos entregan a cada uno el nuestro (traje de neopreno, escarpines, casco y chaleco salvavidas). Dejamos también las cosas de valor en unas taquillas que tienen en la oficina y solo llevamos las mochilas con toallas y poco más.
Ya con nuestro material subimos a unas furgonetas que nos trasladas a una zona del río (como a 20 minutos) desde donde iniciaremos el descenso.
En primer lugar,nos cambiamos de ropa y nos ponemos los equipos a la orilla y recibimos una clase expres para comenzar. Subimos a las balsas hinchables y, en ellas, recibimos otras cuantas instrucciones necesarias para nuestra tarea en las lanchas y de seguridad.
Y comenzamos a descender por las turquesas aguas del río Soca. El nivel del agua en verano es muy bajo y la actividad, incluso para inexpertos como nosotros, no reviste dificultad ni riesgo ninguno.
   

La actividad dura en total 3 horas, que está bastante bien, y a lo largo del río hay zonas más tranquilas, algunos rápidos y se realizan varias paradas para hacer saltos desde las rocas (en uno de ellos, los monitores colocan una lancha boca abajo a modo de tobogán y nos deslizamos por ella para caer al agua; tambén se pueden hacer flotando, llevados por la corriente, los últimos 50 metros (saltando de la embarcacion)o llegar hasta el final en la balsa.

 

Una vez finalizada la actividad, subimos las lancas hasta el parking, nos cambiamos de ropa, dejamos el material y volvemos en la furgoneta a las oficinas.  Allí se rellena un formulario con la opinión y se deja nuestro correo electrónico ya que en el precio se incluye un reportaje fotográfico que envían por mail. (Lo recibimos a primera horade la tarde). El precio de la actividad es de 44€ por persona que nos ha parecido muy buen precio teniendo en cuenta todo lo que incluye y la duración.
Buscamos un restaurante para comer y damos con uno que está genial y con terraza, Gostisce Sovdat (web: http://www.gostiscesovdat.com/)
Después de comer volvemos a Kobarid para hacer la ruta del Historical Trail. 
Aparcar es complicado, como en todo el país, pero aquí ha resultado fácil. Según se llega al puente de Napoleón, hay que cruzarlo y subir un poco por la carretera que va al camping y a la izquierda está el parking (hay muchas señales que lo indican); pone que es de pago, pero no hemos tenido problema en dejar el coche sin pagar (además no hay ningún sitio para pagar)
El sendero se incia un poco más arriba del aparcamiento, en la acera de enfrente por el acceso al camping Koren. Está muy bien señalizado todo ya que, aunque existe una ruta circular prefijada en los folletos que te dan en la oficina de turismo, se puede variar y no hacerla entera. Nosotros no lo hicimos completo ya que no queríamos subir al castillo porque el ascenso es bastante duro.

La ruta consta de 9 puntos de interés, comenzando por el 1 que es el museo (que ya visitamos ayer) y ascendiendo por el lado izquierdo para volver por el derecho.
Nosotros, como digo, no lo hicimos así. Si no se quiere hacer un ascenso fuerte y agotador, recomendamos nuestra versión en la que se visitan casi todos los puntos importantes y es bastante fácil. Nos la recomendó la chica de la oficina de turismo como opción para los que no deseen pegarse una paliza. 
Saliendo desde el parking que está unos metros más arriba del Puente de Napoleón (punto 8 del folleto, pero punto 1 de nuestra opción) se daja el camping a la izquierda y ahí se inicia la senda (está perfectamente indicado)  hacia el punto 7, la línea de defensa italiana.
El puente de Napoleón es impresionante. Se construyó en 1750 y recibió ese nombre cuando la tropas del general marcharon sobre él. 


La línea de defensa italiana es interesante y conserva un punto de emplazamiento de armas de defensa y varios puestos de observación camuflados entre el follaje y otros excavados en el suelo. Es impresionante recorrer sus corredores oscuros imaginando a los soldados ocultos allí en el duro invierno. 



Desde este punto se divisa el puente colgante que atraviesa el Soca a una altura espeluznante, pero no hay que cruzarlo todavía sino continuar por la margen derecha para  comenzar  una ascensión (suave) hacia uno de los atractivos del sendero, la cascada Kozjak (slap Kozjak, en esloveno). Esta senda es preciosa, fresca y con una vegetación muy frondosa y discurre por la margen del río Kozjak mediante pasarelas de madera o piedras. En uno de los recodos hay una serie de construcciones con piedras de esas que a los turistas les ha dado por hacer junto a los ríos (piedras unas sobre otras formando torres en equilibrio); no deja de ser curioso y añadía un plus al paseo.
Unos metros antes de llegar a este punto hay una caseta de madera donde hay que pagar 4 € para llegar hasta la cascada (que es de pago). La verdad es que, una vez allí, merece la pena haber pagado ya que es una de las cascadas más pintorescas del país, y una de las más fotografiadas. El agua cae desde 15 metros, a través de un hueco que ha abierto en la roca, sobre una poza muy grande de un color verde increíble. está prohibido el baño, pese a que un joven se dio un chapuzón y se hizo unas fotos delante de nosotros. La cascada se puede contemplar desde abajo o desde una pasarela de madera desde la que se pueden hacer unas fotos preciosas del entorno.
 
Y hechas las fotos de rigos se vuelve por el mismo camino recorrido hasta llegar al puente colgante (punto 5). Y ahora sí, es el momento de cruzarlo. Se trata de un puente de madera construido en la  Primera Guerra Mundial que solo se puede cruzar a pie y que mide 52 metros de largo. Desde este se tiene un avisión maravillosa de las turquesas aguas del río Soca y de la garganta que ha formado a su paso. Los rápidos, cascadas y pozas que forma su cauce y el color de sus aguas son inolvidables.
Al lado del puente se pueden encontrar más puestos de defensa de la línea italiana (punto 4); en total los italianos tuvieron en la Gran Guerra en la zona del río Soca tres líneas de defensa en total.
 
Desde aquí comienza el ascenso hacia el castillo (Tonocov grad. Punto 3) o se puede coger un camino que atraviesa el camping Lazar y lleva hasta el puente de Napoleón, todo de bajada, sin mucha pendiente y con unas vistas impresionantes de la garganta del río que siempre se lleva al lado. Antes de llegar al puente hay un camino que sale hacia la izquierda (bien señalizado) que lleva a otra pequeña colina donde se ubica la Italian Charnel House (punto 2) cerca de la Sveti Anton (Iglesia de San Antonio). Se trata de una construcción llevada a cabo por Mussolini que consta de una especie de muralla de forma octogonal en tres octógonos concéntricos y a tres niveles, que coronan la colina. En su interior y en la zona más elevada se alza la iglesia. Aquí fueron traídos los restos mortales de 7.014 soldados italianos muertos en la contienda.

 
Llegados al puente de nuevo, lo cruzamos y recogemos nuestro coche aparcado en el parking a unos metros (este parking casi siempre tiene sitio libre)
Así pues, la ruta que hicimos fue: 8-7-6-5-4-8. Dejamos una foto del plano con nuestro camino señalado.
Terminamos el paseo ya casi anocheciendo, así que volvimos a Kobarid, compramos provisiones para el desayuno y regresamos al apartamento para preparar las maletas y recoger. Mañana volvemos a casa.

Miércoles, 14 de agosto

Nos levantamos, nos despedimos de los propietarios del apartamento que son muy amables, e iniciamos el camino hacia Venecia desde donde volaremos con Volotea hasta Alicante.
A poca distancia de Kobarid se encuentra la frontera de Italia.... OJO!! Hay que echar gasolina antes de cruzar porque los precios en este país son escandalosos. Nosotros no encontramos gasolinera antes de pasar a Italia y tuvimos ue pagar el litro de gasolina sin plomo a 1,70 casi 1,80 (en Eslovenia, pese a ser. más cara que en España, es más barata que en Itaia (1,40). Paramos en una gasolinera primero y valía llitro casi 1,90 así que seguimos un poco por la autovía y lo mejor que vimos fue 1,70. En esta misma gasolinera (que era autoservicio) había opción de que te atendiera una persona por el módico precio de 20 cts. más el litro. ESCANDALOSO!



El viajecito a Venecia fue infernal porque en Italia las autovías están absolutamente colapsadas (además de que todo está en obras); el colapso se debe a los camiones. Realmente se circula casi mejor por las carreteras porque en las autovías (en las que encima se paga una barbaridad: 10 € por unos 50 Kms) realmente hay un carril solo ya ue el derecho está atascado por camiones; sin exagerar, atascado, van en caravana. Y, de vez en cuando -encima-, se ponen a adelantar con lo que forman un atasco enorme. En el caso de las autopistas de tres carriles, la cosa no está mejor ya que el derecho está bloquedao por camiones que se dedicana adelantarse unos a otros por el central, con lo que sigue habiendo un solo carril para coches la mayoría del trayecto. Un horror!!
En fin, en casi 3 horas logramos hacer los 160 kms hasta el aeropuerto Marco Polo. Devolvimos nuestro cochecillo, un Seat Panda negro que ha sido nuestro compañero de viaje estos 15 días, y buscamos un sitio para comer. Puerta de embarque, vuelo que sale con un poco de reatraso y en 2 horas y 15 minutos estábamos en Alicante.
Recogida de nuestro coche en el parking y camino de casa. 
Estas vacaciones por el país más verde de Europa han tocado a su fin.

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