Lunes, 1 de agosto.
Este año hemos decidido a última hora hacer un circuito en grupo por varias ciudades de Polonia. Salimos del aeropuerto de Madrid con algo de retraso con la compañía polaca de bajo coste EnterAir.
Este año hemos decidido a última hora hacer un circuito en grupo por varias ciudades de Polonia. Salimos del aeropuerto de Madrid con algo de retraso con la compañía polaca de bajo coste EnterAir.
El viaje se desarrolla sin problema y llegamos a su hora al hotel Westin 5*, bastante céntrico (ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g274856-d276995-r402154568-The_Westin_Warsaw-Warsaw_Mazovia_Province_Central_Poland.html#SHOW_USER_REVIEW
Aunque no es muy tarde, todo por los alrededores está cerrado para cenar así que tomamos unos sándwiches en el hotel que está a tope de trabajo debido a todos los turistas que aún no se han hecho al horario de este país y por ello tardan 50 minutos en prepararlos. Así que acabamos de cenar a las 12 de la noche.
Martes, 2 de agosto. Varsovia
Nos
levantamos temprano y en poco tiempo estábamos listos y deseando empezar la
visita guiada por la capital de Polonia.
Comenzamos
por el gueto, ya que el hotel se encuentra muy cerca de este. El gueto de
Varsovia fue l más grande de los implantados por el nazismo en Europa y tenía
una población estimada de 400 000 personas; fue concebido principalmente
como campo de tránsito de las deportaciones para un destino final: el campo de
exterminio de Treblinka. De hecho, uno de los monumentos que se pueden ver en
él es una especie de muro de mármol (imitando una parada de bus) que recuerda
el sitio exacto de la parada del tren en el que los judíos eran transportados a
dicho campo
El
lugar más importante del gueto es una zona, en la unión de las calles
Anielewicza y Zamenhofa, en la que se
levantó en el 2014 el Museo de la Historia de los judíos que presenta una arquitectura
muy original con fuerte contenido simbólico (un edificio recubierto de láminas
curvas de cristal que imitan las aguas del mar con la fachada de cristal
atravesada por una hendidura es una referencia al cruce del Mar Rojo por los
israelitas abriéndose paso en él según
reza en el Antiguo Testamento). El moderno museo intenta darle un nuevo aspecto
a este lugar y ante él se abre un gran espacio en el
que se levanta el Monumento
a los Héroes del Gueto una gran pieza
de mármol negro tallada insertada en grandes bloques de piedra; en el suelo, siempre
hay depositadas piedras y cantos (que son el equivalente hebreo a nuestras
flores como se pudo ver en el final de la película de La lista de Schindler) El Monumento a los Héroes del Gueto rinde
homenaje a los protagonistas del Levantamiento de 1943. Ironías de la vida, la
piedra que recoge a las esculturas fue traída por Hitler de Suecia para
construir un arco de la victoria. Todo este sitio pretende recordar esta tragedia, honrar a los
que murieron y lucharon y hoy día ser un espacio para la paz y el
entendimiento.
Abandonamos
esta zona para dirigirnos a uno de los parques más famosos de Varsovia, Park
Łazienki Królewskie, el parque público más grande de la ciudad, que es famoso
por albergar el monumento al compositor Federico Chopin y algunos bellos
palacetes e interesantes pabellones: el Palacio en la Isla, el Palacio
Belvedere, el Anfiteatro, la Casa Blanca, el Templo de Diana, entre otros. La
mayoría de estos edificios han sido transformados en museos en las últimas
décadas. Como curiosidad, por todo el recinto se han dispuesto unos bancos musicales
en los que pueden escucharse diferentes melodía de este compositor.
Es
también curioso el palacio que se construyó en una isla en el interior del
parque que se encuentra en un paraje precioso en el que se ha creado un lago
artificial que antaño fue un brazo del río Vístula.
Desde el
parque nos dirigimos al casco antiguo que es precioso. Comenzamos visitando el
Castillo Real, que es realmente un palacio más que un castillo, y que es la antigua
residencia de los reyes de Polonia y sede del Parlamento de la República de las
Dos Naciones. Construido en el siglo XV, fue la residencia de los príncipes de
Mazovia.
A partir del
momento en que fue trasladada la capital de Cracovia a Varsovia se convirtió en
residencia del rey y de los órganos de poder. Fue varias veces remodelado, y
resultó destruido por los nazis durante la II guerra mundial. Fue reconstruido con
el esfuerzo de todo el pueblo utilizando para ello los fragmentos que se
salvaron.
Los
interiores están adornados, entre otras, con obras de arte recuperadas del
antiguo Castillo. Ante todo vale la pena ver el Gran Apartamento y el
Apartamento Real con las Salas Grande, la del Trono y la de Canaletto con 22
obras originales; la Sala Senatorial, en la que en el año 1791 fue aprobada la
Constitución del 3 de Mayo; así como las pinturas de Rembrandt “Niña en un
marco” y “El padre de la novia judía”. En el exterior, se pueden visitar gratis
los Jardines franceses del propio palacio.
El casco
antiguo (stare miasto) de Varsovia fue destruida en un 90% durante la II Guerra
Mundial. Gracias a una excelente renovación fue incluida en la Lista del
Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad de la UNESCO. En la actualidad es
un palpitante y bullicioso lugar de paseo, colmado de galerías, cafeterías y
restaurantes.
En unas
callejas cercanas se halla la Archicatedral del Martirio de San Juan Bautista, en
el número 8 de la calle Swietojanska, que es la iglesia más importante de la
ciudad. Modestamente escondida entre una hilera de edificios (en su lugar había
antes una capilla de madera) la catedral fue erigida con su actual forma en el
siglo XIV como iglesia parroquial, y fue ganando cada vez más importancia hasta
que se convirtió en la mayor iglesia de Polonia y la iglesia más antigua de Varsovia.
Merece la pena recorrer la plaza del mercado fundado a finales del siglo XIII.
Es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad, que fue en el pasado la plaza
principal de Varsovia; aquí tenían lugar grandes celebraciones, ferias y
también se llevaban a cabo las ejecuciones de los condenados. Tiene la misma
forma que poseía desde los tiempos de la fundación de la ciudad: rodeado de
hileras de casas de igual estructura pero colores y decoración diferentes.
En el centro de la plaza
se encuentra la famosa escultura de la sirenita que es el símbolo de la ciudad.
El paseo
continúa hasta la barbacana y las
murallas y de ahí hasta la ciudad nueva. Muy cerca de la plaza del mercado se
puede visitar también la casa natal de
Marie Curie.
Hacemos una
parada para comer en el barrio antiguo y a continuación nos tomamos un cafelito
buenísimo en un restaurante italiano.
El plan para
la tarde es continuar conociendo la ciudad y luego hemos quedado con una amiga
que trabaja en la embajada de España en Varsovia para saludarla y que nos enseñe algunos
lugares menos turísticos de la ciudad.
Lo primero
que hacemos es cambiar dinero ya que Polonia, muy inteligente, no ha cambiado
de moneda y sigue con los slotis. Uno de los mejores sitios es la oficina de
Correos a 4,3 ( en el aeropuerto a 3,4=un timo)
Después de
conseguir moneda polaca continuamos
nuestro paseo por la avenida Krakowskie Przedmieście que arranca de la plaza donde se encuentra la
columna del rey Segismundo, el monumento laico más antiguo y más alto de
Varsovia, levantado en el año 1644 por iniciativa de Vladislao IV en honor a
Segismundo III Vasa, su padre, que había trasladado la capital de Cracovia a
Varsovia.
Nos sentamos
a descansar en un banco frente al hotel Bristol en el que se alojaron todos los
alemanes en la invasión y que no fue bombardeado. Desde el banco vemos algo que
llama nuestra atención, que los números de teléfono de los taxis son muy
curiosos y fáciles: 223334444, 8111111, 6464646, 6444444 o 123456789, y además
el número de cifras varía.
Seguimos el
paseo y nos sentamos en una terracita: café con leche, limonada y tarta de
manzana.Llegamos el
Palacio de la Cultura y la Ciencia o Palac Kultury i Nauki, regalado por Lenin
a la ciudad, en la extensa plaza de Defilad, justo al lado de la estación
central y frente a un edificio acristalado semicircular de Foster.
Este edificio de corte ruso es uno de los más emblemáticos de la ciudad y el principal ejemplo de la
arquitectura del realismo socialista. En su interior hay más de 3.000
habitaciones, además de museos, teatros, oficinas, restaurantes y otros locales.
Subimos hasta el piso 30 (la entrada vale 20 slotis y se saca en el hall),
desde donde se contempla un excelente panorama de Varsovia. Al bajar, lo
rodeamos para verlo en todo su esplendor.
A las 19:30
nos recoge nuestra amiga y comenzamos una ruta turística guiados por ella.
Pasamos por Instituto Cervantes, cruzamos el río junto al estadio de fútbol
nacional y nos vamos al barrio de Praha, deteriorado y con mala fama pero
en proceso de convertirse en el barrio bohemio y chic de la ciudad, una especie
de Soho. De hecho ya hay locales muy interesantes y estilosos. Entramos a una
zona a través de una barrera, donde se hacen bastantes ferias y exposiciones y
hay restaurantes construidos en antiguas fábricas muy interesantes y
modernos y uno abierto las 24 horas. Es una zona que muchos viajeros
consideran peligrosa pero que merece mucho la pena visitar ya que oculta
calles, locales y sobre todo edificios y patios muy muy interesantes.
A
continuación visitamos el monumento a la insurrección que es grandioso,
gigantesco, junto al palacio de justicia.
Lo encontramos todo adornado con flores y velas
encendidas en altares improvisados semejantes a todos los que hoy hemos visto por las aceras de la ciudad;
la explicación es que ayer fue el día de la conmemoración de ese acontecimiento
y los ciudadanos de Varsovia han recordado así a las personas que murieron
defendiendo la libertad.
vivían antes de la guerra, el puente por el que pasaban de un
lado al otro que hoy no existe pero que recuerda un moderno monumento
conmemorativo consistente en dos pilares a cada lado con fotos en su interior
del puente original; ambos lados están unidos por unos cables que por la noche
se iluminan de color azul. Muy original.
Justo al lado se pueden contemplar
unas bandas metálicas en el suelo que está n justo en el lugar en el que antes
estaba el muro (similar a las que se pueden ver en Berlín). El último escenario
fue la casa en la que el nazi le salva la vida a Broody.
Es muy
curioso echar un vistazo a uno de los restaurantes más famosos de Varsovia (qu
Oberza pod Czerwonym Wieprzem=el
mesón bajo el cerdo rojo) que se encuentra en la acera de enfrente y de cuya
pared cuelga con un cuadro enorme con todos los líderes comunistas que han
existido con toques de personajes pícaros, "La última cena comunista"
que es una parodia de la última cena con los líderes comunistas como protagonistas.
Es sitio de obligada visita y no en vano tienen mutitud de foto en la entrada
con los visitantes más famosos (Bruce Willis, John Malkovich, Lennox Lewis,
políticos, futbolistas...)
Nosotros ya habíamos pensado cenar en otro sitio, un
restaurante popular con bancadas del barrio antiguo, pero la próxima vez que
visitemos la ciudad reservaremos aquí.
Tras la cena
visitamos por fuera el palacio de verano, que está a las afueras de la ciudad,
junto al río. El edificio de la universidad que es muy bonito y tiene un jardín
en el tejado y el Monumento al Pequeño Insurgente (Pomnik Małego Powstańca)
estremecedora estatua de un niño que lleva puesto un casco demasiado grande,
que recuerda a los niños heroicos que lucharon durante el Alzamiento de
Varsovia; junto a él se exhibe una foto de un niño real.
Con una
última pasada por el palacio de la Ópera y por la parte baja del casco antiguo
para ver todo iluminado, terminamos la ruta y nos despedimos de nuestra amiga
en el hotel.
Una saturación de información y lugares, pero todo muy interesante. Ella sabe muchísimo ya que es encargada de atender y organizar las visitas y estancias de todas las personalidades y mandatarios del mundo en la embajada de España en Polonia (Varsovia).
Una saturación de información y lugares, pero todo muy interesante. Ella sabe muchísimo ya que es encargada de atender y organizar las visitas y estancias de todas las personalidades y mandatarios del mundo en la embajada de España en Polonia (Varsovia).
Miércoles, 3 de agosto. Malbork, Gdansk
Abandonamos
la capital de Varsovia a las 8 de la mañana en dirección al norte y tras varias
paradas para estirar las piernas llegamos a Malbork, una localidad en el
noroeste famosa por su grandioso castillo, la fortaleza más grande de Europa y
además el castillo más grande del mundo construido con ladrillo. Su parte más
valiosa es el Castillo Alto, formado nada más y nada menos que por 4,5 millones
de ladrillos. El castillo de Malbork en parte es tan grande porque se trata de
una fortaleza con tres castillos o secciones diferentes: el castillo alto, el
castillo medio y el castillo bajo, separados entre ellos por fosos y torres.
Esto le convierte en una fortaleza realmente impresionante y las vistas desde
su torre más alta son increíbles.
Fue fundado
en 1274 por los caballeros y los monjes de la Orden Teutónica como sede del
gran maestre de la orden y le dieron originariamente el nombre de Marienburg
(Castillo de María) en honor a su patrona la Virgen María. Parcialmente
destruído durante La II Guerra Mundial fue declarado Patrimonio de la Humanidad
en 1997.
El castillo
es realmente espectacular, llama la atención por muchas cosas como pueden ser
sus murallas, la profundidad de su foso, sus puentes levadizos, sus corredores
misteriosos, sus rejas, cañones, catapultas, almacenes, algunos patios muy
bonitos y sus escaleras de caracol. En el interior del castillo se puede
visitar la capilla y el palacio de Gran Maestro, las salas de monjes y los
cuarteles de los soldados. En el patio central alberga también un museo de
ámbar.
Dentro de la
fortaleza hay un restaurante, en el que comimos, que forma parte de su
estructura y por ello es muy original ya que da la sensación estar comiendo en
el salón de un castillo medieval.
Finalizada
la visita y la comida partimos hacia Gdansk donde empleamos el resto de la
tarde paseando por la zona antigua que es impresionante. La ciudad está
celebrando una feria y todo el centro está repleto de gente y muy animado con
terracitas y tenderetes por todos lados.
Durante el resto de la tarde tenemos el primer contacto con la ciudad (de las más bonitas de Polonia). Recorremos el caso antiguo empezando por el paseo que discurre junto al río Vístula, en el que hay atracado un galeón que ofrece paseos turísticos. En la margen izquierda están las puertas a la ciudad y uno de los atractivos más conocidos: la grúa.
Entramos por la puerta Dorada que a través de la calle Larga (Dluga) conduce a la plaza del Mercado o plaza Mayor. Nos acercamos a la calle más bonita de la ciudad que discurre paralela a esta, la calle Mariacka (ulica Mariacka, María) que desde el río llega hasta la iglesia del mismo nombre.
Durante el resto de la tarde tenemos el primer contacto con la ciudad (de las más bonitas de Polonia). Recorremos el caso antiguo empezando por el paseo que discurre junto al río Vístula, en el que hay atracado un galeón que ofrece paseos turísticos. En la margen izquierda están las puertas a la ciudad y uno de los atractivos más conocidos: la grúa.
Entramos por la puerta Dorada que a través de la calle Larga (Dluga) conduce a la plaza del Mercado o plaza Mayor. Nos acercamos a la calle más bonita de la ciudad que discurre paralela a esta, la calle Mariacka (ulica Mariacka, María) que desde el río llega hasta la iglesia del mismo nombre.
Cenamos en
un restaurante estiloso y señorial, romántico y recargado, con enormes lámparas
de bronce, candelabros, cuadros y espejos dorados y muebles de madera oscura llamado
Gdanska (http://gdanska.pl/en/
Después de
cenar salimos en autobús hacia hacia Rumia, cerca de Gdynia, donde está el
hotel Faltom en el que nos alojamos; una mala elección porque está localizado
demasiado lejos de Gdansk y es una paliza. Ver crítica en TripAdvisor. https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g946528-d565591-r402166706-Faltom_Hotel_Spa-Rumia_Pomerania_Province_Northern_Poland.html#SHOW_USER_REVIEW
Jueves, 4 de agosto Gdynia, Gdansk y Torun
Después del desayuno nos encontramos con el guía que nos enseñará la zona. Es un hombre peculiar y encantador perteneciente –según nos contó- a la resistencia clandestina al partido comunista. No solo nos muestra los lugares emblemáticos sino que además nos ameniza con muchos chascarrillos interesantes (entre otros, su padre vive con su tercera mujer en el piso de enfrente del que ocupó Lech Walesa, al que el estado le proporcionó dos pisos unidos porque tenía muchos hijos; o su cuñado tuvo una imprenta manual clandestina donde hacía panfletos y además protegieron y ocultaron en su casa a uno de los rebeldes más buscados que posteriormente fue ministro con Walesa y quien les impuso una medalla el año pasado en un acto solemne. Todo muy emotivo)
La primera
parada es la preciosa localidad de Gdynia, que junto a Sopot y Gdansk forman realmente
una gran ciudad. Paseamos durante un
rato por el puerto en el que se hallan atracados una fragata y un buque de
guerra y desde el que se tienen unas vistas privilegiadas del golfo de Gdansk.
A continuación nos dirigimos a los astilleros de Gdansk donde el 14 de agosto de 1980 los trabajadores empezaron una huelga, organizada por el Sindicato Libre de la Costa. Los obreros fueron liderados por el electricista Lech Wałęsa, un ex trabajador del astillero que había sido despedido en 1976 y que junto a otras personas fundaron el mítico sindicato Solidaridad que se convirtió en el primer sindicato independiente en un país del Bloque soviético que dio lugar a un amplio movimiento social anticomunista y contribuyó al derrumbe del comunismo en Europa.
A continuación nos dirigimos a los astilleros de Gdansk donde el 14 de agosto de 1980 los trabajadores empezaron una huelga, organizada por el Sindicato Libre de la Costa. Los obreros fueron liderados por el electricista Lech Wałęsa, un ex trabajador del astillero que había sido despedido en 1976 y que junto a otras personas fundaron el mítico sindicato Solidaridad que se convirtió en el primer sindicato independiente en un país del Bloque soviético que dio lugar a un amplio movimiento social anticomunista y contribuyó al derrumbe del comunismo en Europa.
Pudimos
visitar esta zona de los astilleros donde se encuentra la reja de la puerta 2, tras
la que se encerraron los huelguistas y además una histórica puerta porque fue
aquí donde Lech Wałęsa se subió para anunciar a la multitud el acuerdo
alcanzado; la puerta ha sido catalogada como monumento histórico. Junto a esta
se encuentra una copia de los acuerdos q se firmaron para acabar la huelga y las
reivindicaciones que finalmente fueron firmadas.
Ante la reja
se ha construido un enorme monumento a los trabajadores caídos en los
astilleros, tres majestuosas cruces con anclas que son un homenaje a las
víctimas de las huelgas de trabajadores en diciembre de 1970, cuando 45
trabajadores murieron durante los disturbios callejeros al protestar contra el
régimen comunista; el monumento fue una de las principales demandas de
Solidaridad en 1980 para conmemorar dicho acontecimiento.
Visitamos
también el edificio del Centro de Solidaridad Europeo donde aún hoy se
encuentra la oficina de Walesa, Este edificio es una construcción que ha
suscitado bastante controversia por el lugar de emplazamiento y el diseño aunque
en mi opinión es muy interesante y moderno.
El edificio se organiza en torno a una exposición permanente dedicada a la historia de Solidaridad, en seis salas diferentes divididas en dos plantas; en todas las salas hay multitud de fotografías y diversas películas. Por fuera, el diseño es espectacular pero por dentro es aún mejor; es imponente. La fecha elegida para la inauguración fue el 31 de agosto que coincidía con el 34 aniversario de la firma del Acuerdo de Gdansk, cuando tras más de dos semanas de huelga obrera en los astilleros de Gdansk (entonces llamados astilleros Lenin), el Gobierno comunista polaco reconoció el derecho de los trabajadores a organizar libremente sus sindicatos.
El edificio se organiza en torno a una exposición permanente dedicada a la historia de Solidaridad, en seis salas diferentes divididas en dos plantas; en todas las salas hay multitud de fotografías y diversas películas. Por fuera, el diseño es espectacular pero por dentro es aún mejor; es imponente. La fecha elegida para la inauguración fue el 31 de agosto que coincidía con el 34 aniversario de la firma del Acuerdo de Gdansk, cuando tras más de dos semanas de huelga obrera en los astilleros de Gdansk (entonces llamados astilleros Lenin), el Gobierno comunista polaco reconoció el derecho de los trabajadores a organizar libremente sus sindicatos.
Abandonamos
los astilleros y nos dirigimos a la ciudad antigua. Comenzamos visitando los
graneros antiguos de los que había muchísimos en la ciudad que fueron
destruidos en la guerra y de los que solo quedó uno original en pie.
A continuación
recorremos el paseo que discurre junto al río Motława, donde se puede
contemplar la GRÚA (Żuraw) que es el monumento más característico de la ciudad;
fue construida en el siglo XIV y es la grúa más grande de los puertos
medievales de Europa, que se utilizó para la descarga de mercancías y la
colocación de los mástiles en los buques; también sirvió como puerta de la
ciudad.
La ciudad
perteneció a la Liga Hanseática, que era una federación comercial y defensiva
de ciudades del norte de Alemania y del mar Báltico principalmente.
Las casas de
la calle Larga (Duga) y de la plaza tienen el aspecto típico de todas las
ciudades de Europa del norte pertenecientes a ella. Preciosas, como de un
cuento.
Recorremos
la zona hacia Długi Targ (calle Mercado Largo), dicha calle continua pero
cambia el nombre a Długa (calle Larga) y ambas calles forman el llamado Camino
Real (Trakt Królewski); está calle es uno de los lugares más bonitos de la
ciudad. Trascurre entre la Puerta de Oro (Złota Brama) y la Puerta Verde
(Zielona Brama). Las viviendas de esta calle son una preciosidad, y como
curiosidad típica de Gdansk, los números de las casas corren en direcciones
opuestas a cada lado. En esta calle se puede contemplar la torre del
Ayuntamiento y la plaza con la famosa fuente de Neptuno que es el símbolo de la
ciudad y que fue desmantelada y escondida, durante la Segunda Guerra Mundial, volviéndose
a colocar en 1954.
Para
descansar un poco nos sentamos en la terraza del Hard Rock Café, que está justo al lado, a
reponer fuerzas.
Yendo hacia la puerta verde se pasa por el nº 12 de la calle Larga donde se puede visitar una casa típica de la Liga ( Zwiedzanie Dom Uphagena). La visita es interesante. Tras pasar la puerta se encuentra la torre (que hoy es un museo de ámbar) y se llega al río.
Yendo hacia la puerta verde se pasa por el nº 12 de la calle Larga donde se puede visitar una casa típica de la Liga ( Zwiedzanie Dom Uphagena). La visita es interesante. Tras pasar la puerta se encuentra la torre (que hoy es un museo de ámbar) y se llega al río.
Volvemos sobre nuestros pasos para dar un último paseo por la preciosa y coqueta ulica Mariacka antes de despedirnos de la ciudad.
La ciudad
está animadísima porque durante estos días se está celebrando el equivalente a
nuestras ferias de verano y las calles están repletas de tenderetes, puestos y
chiringuitos. Damos un paseo por la zona y comemos en un restaurante de la zona
antigua.
Emprendemos
a continuación viaje hacia Torun, una preciosa ciudad conocida por sus
edificaciones de ladrillo rojo (gótico centroeuropeo) y por ser la localidad
natal de Copérnico. La ciudad, que quedó casi intacta en la guerra y que es Patrimonio
de la Humanidad desde 1997, se extiende a la orilla del río Vístula, en un
paraje de ensueño.
Recorremos
las murallas defensivas que rodean la población donde se encuentra uno de los
monumentos más conocidos: la torre inclinada, que forma parte de la misma. Interesante
ver esta torre, que está bastante inclinada y que, como muchos monumentos,
tiene su leyenda y su tradición: según nos contaron los pecadores no logran
mantenerse recostados contra la pared de la torre apoyando los talones.
Se trata de una torre defensiva cimentada sobre arcillas. Fue construida entre los siglos XIII y XIV, y comenzó a mostrar síntomas de inclinación muy pronto. Una vez superada su función defensiva, se utilizó como cárcel de mujeres. En la actualidad es un bar.
Se trata de una torre defensiva cimentada sobre arcillas. Fue construida entre los siglos XIII y XIV, y comenzó a mostrar síntomas de inclinación muy pronto. Una vez superada su función defensiva, se utilizó como cárcel de mujeres. En la actualidad es un bar.
A
continuación paseamos por el casco antiguo, vemos la casa de Copérnico, la
catedral de Santa María (la más alta de Polonia construida en ladrillo rojo),
la iglesia de San Juan Bautista…, y llegamos a la plaza, que está animadísima,
en la que se encuentra en la que destaca el fabuloso edificio gótico del
ayuntamiento delante del que se encuentra el monumento a Copérnico.
Nos sentamos
a ver el ambiente en una terracita y nos tomamos un café frappe con coco, una
especialidad del sitio que estaba realmente buenísimo.
Terminada la
visita continuamos viaje hacia la ciudad de Poznam donde llegamos tarde. Nos
alojamos en el hotel NH, muy céntrico, donde cenamos y nos vamos a descansar.
( Ver crítica en TRipadvisorhttps://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g274847-d1072730-r402171467-NH_Poznan-Poznan_Greater_Poland_Province_Central_Poland.html#CHECK_RATES_CONT)
Aunque no
hemos visto nada salvo lo que se veía desde el bus, parece una ciudad
espectacular.
Viernes, 5 de agosto Poznam. Wroclaw.
Hoy toca
visitar una ciudad bastante no muy grande pero espectacular. Justo al lado del
hotel se encuentra el Castillo Imperial (Dawny Zamek Cesarski).
Se edificó a
principios del s.XX y durante la ocupación alemana, Hitler planeó la
reconstrucción del castillo para acondicionarlo como residencia oficial (que no llegó a ser, aunque sí fue rehabilitado). Como
curiosidad, uno de los balcones tiene calefacción para poder pronunciar
discursos en invierno desde él. Hoy en día es un Centro Cultural.
Balcón climatizado |
Continuamos
hacia arriba y llegamos a llegamos a la Plaza Adam Mickiewicz, donde se encuentra
el edificio de la Universidad y una plaza en que se erigió el monumento a las
victimas de junio de 1956. Inaugurado en junio de 1981, conmemora la
sublevación obrera de Poznan, el llamado “Jueves Negro”, una manifestación
(tras la muerte de Stalin en 1953) pidiendo “pan y trabajo” que dejó 76 muertos
y miles de heridos.
Se trata de
dos cruces de 20 metros de altura unidas entre sí; en una cruz aparece la fecha
de 1956 y en la otra se han añadido con posterioridad varias fechas de otros
acontecimientos importantes en la historia de la ciudad y del país. Detrás hay
un frondoso parque muy agradable y cuidado y cruzando la avenida (de nuevo en
dirección al centro), detrás del castillo encontramos los jardines del mismo en
el que se puede contemplar una reproducción del Patio de los leones de Granada.
Abandonamos
esta zona para dirigirnos a las afueras de la ciudad; a una isla donde se halla
la catedral. Se trata de una zona que actualmente se encuentra fuera de la
ciudad pero que fue donde surgió esta: Ostrów Tumski, una pequeña isla en el
río donde se encuentra el origen de la ciudad y las construcciones más
antiguas. Fue el primer asentamiento de la ciudad, pero con el tiempo el
espacio se quedó pequeño y no cabían los ciudadanos; sin posibilidad de
expansión, al ser una isla, la ciudad se trasladó al otro lado del río y ese es
el motivo de que la catedral de la ciudad se encuentre alejada del casco
antiguo. En este lugar es en donde nació además el Estado de Polonia.
Empezamos visitando
la catedral que es la primera que se construyó en Polonia de finales del siglo
X y que fue destruída en varias ocasiones. Desde la catedral vamos a ver, al
loado, la iglesia de la Virgen María (kosciol najswietzszej marii panny), es
una de las pocas que se salvaron de los bombardeos de la segunda guerra
Mundial; es de estilo gótico y fue construida en el siglo XV, aunque se tienen
constancias de restos arqueológicos de finales del siglo X.
A
continuación nos dirigimos al caso antiguo donde nos sorprende la preciosa
Plaza del Mercado (Stare Rynek), muy bonita y rodeada de llamativas casas de
colores construidas por la antigua burguesía. En una esquina se puede ver un
fuente llamada Prosérpina que data del siglo XVIII. También hay otras tres
fuentes; Marte, Neptuno y Apolo que son más modernas pero están inspiradas en
otras fuentes del siglo XVI. También en una de las casas que rodean la plaza se
encuentra el Museo de Henry Sienkiewic ( Premio Nobel en 1905 por su novela “Quo
Vadis?”).
En el centro
de la plaza hay dos edificios espantosos de la etapa comunista años 50 pero
que, al parecer, están protegidos como representativos de esta etapa y no los
pueden derribar. Un horror que estropea toda la plaza.
El
ayuntamiento, que también se localiza en el centro de la misma plaza, es un
edificio de estilo renacentista reconstruido en el siglo XVI; en su interior se
pueden visitar dos museos: el Museo de Historia de Poznan y el Museo de
Instrumentos Musicales. En él destaca
la espectacular torre que se eleva desde la parte central del edificio. La
fachada está formada por tres pisos de arcadas y en lo alto está rematado por
tres torres en donde están las campanas.
Algo que no
se puede perder un turista es el espectáculo que tiene lugar a las 12 de la
mañana en la torre del ayuntamiento y que congrega a una multitud ante sus
puertas: a esa hora dos cabritos salen de la torrecilla del reloj y chocan sus
cuernos doce veces para anunciar que es mediodía. La leyenda dice que cuando el
maestro Bartłomiej terminó el primer reloj, el alcalde decidió dar una cena de
inauguración. Pero las cosas se torcieron… el ayudante de cocina con muy mala
suerte quemó toda la carne que había preparada para la cena, y lo intentó
arreglar cocinando dos cabritos que había por allí. Sin embargo estos se
escaparon y se empezaron a cornear en el techo del ayuntamiento, asomándose por
una ventana. Por suerte, esto hizo mucha gracia al alcalde que pidió al maestro
que colocara en el reloj la figura de los cabritos.
Así que a
las 12 nos dirigimos a la plaza a ver el reloj de la torre de cuya ventanuco
han salido los dos carneros (emblema de la ciudad) y se han doce golpes el uno
al otro. Hemos tenido suerte porque hoy había un grupo de mayoretes y una orquesta
(tocando canciones de Madonna o Lady Gaga) amenizando la atracción y ha resultado
muy gracioso el espectáculo.
Al retirarse
los carneros y las mayoretes callejeamos un poco hasta la hora de comer. El
tiempo, tan cambiante en Polonia, ha variado bastante y el cielo se ha puesto
gris y comienzan a caer algunas gotas. ¡Menos mal que ya hemos terminado el
recorrido a pie!
Comemos en un restaurante bastante original (todas las paredes
con pañitos de crochet enmarcados) y mobiliario variopinto mientras al exterior
se ha desatado una gran tormenta y una fuerte lluvia.
Después de
la comida partimos hacia Wroclaw (Breslavia) que en español se pronuncia “Vrótsua”.
Todo el trayecto llueve pero en el autobús, con la wifi, se va bien y no nos
mojamos.
Aún con
bastante luz llegamos a Wroclaw, una ciudad preciosa junto al río Oder, y con
el índice de paro más bajo de Polonia, el 3,5%. La ciudad ha sido declarada,
junto con San Sebastián, Ciudad Europea de la Cultura 2016.
Hasta que se
hace de noche y llega la hora de cenar nos dedicamos a pasear por el casco
viejo que, como casi todos, tiene una Plaza del Mercado, o Plaza Mayor, preciosa,
al igual que las callejuelas anexas, y rodeada de casitas decoradas; no
obstante, esta plaza es una de las más grandes de Europa. El ayuntamiento, que
se encuentra en su centro, es verdaderamente una maravilla, espectacular.
Hay que
decir que lo que verdaderamente hicimos en primer lugar fue entrar a tomar un
café para calentarnos y, en segundo lugar, entrar a un centro comercial a
comprar un chal de lanilla porque la temperatura ha bajado bastante y para
nosotros hace bastante fresco y no vamos preparados.
Hay quien
dice que en esta ciudad los enanitos guían a la gente y es que una de las
atracciones y curiosidad de la ciudad son los pequeños gnomos que la pueblan y
que aparecen por todas partes. Existen varias explicaciones de la presencia de
estos pequeños seres de bronce (de unos 25 cms.) pero la que nos contaron a
nosotros fue que durante la etapa comunista los ciudadanos escribían mensajes
en contra del régimen por la paredes, mensajes que el partido los iba borrando.
Visto esto, los habitantes de la ciudad comenzaron a pintar un gnomo en el
lugar donde el partido había hecho desaparecer un mensaje subversivo.
En 2001 las
autoridades pusieron la primera figura de ‘Papa Enano’ como conmemoración a la
‘Alternativa Naranja’, que fue un movimiento social que nació en 1981 como
protesta al régimen comunista. El símbolo del movimiento era un gnomo con un
sombrero naranja y una flor. Con el paso de los años, fueron instalando más
gnomos en diferentes puntos de la ciudad, lo que se convirtió en un gran
atractivo turístico. Cada gnomo tiene su oficio y su historia y se sitúan en lugares
relacionados con ellas y es un verdadero placer y entretenimiento callejear
buscando y fotografiando los pequeños y graciosos enanitos.
Descansamos
un poco tomando un café muy bueno en FC Café,
cerca de la plaza Mayor, un local bastante acogedor, agradable y moderno.
Cuando se
hizo de noche nos dirigimos en bus al hotel donde cenamos y nos retiramos a
descansar. Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g274812-d6398396-r402176798-Invite_Hotel-Wroclaw_Lower_Silesia_Province_Southern_Poland.html#CHECK_RATES_CONT
Sábado, 6 de agosto Wroclaw (Breslavia),
Auschwitz
Por la mañana recorrido por Wroclaw que es capital europea de la cultura 2016.
Comenzamos
por el caso antiguo en el que estuvimos ayer por la tarde, pero hoy con guía
que es mucho más interesante. Visitamos, en primer lugar, la Plaza del Mercado
(la segunda plaza más grande de Polonia, después de la de Cracovia) en la que
se encuentra uno de los edificios más impresionantes que hemos visto en este
viaje, el Antiguo Ayuntamiento o Stary Ratusz que fue construido entre los
siglos XIII y XV y constituye uno de los más importantes ejemplos de la
arquitectura gótica de Europa Central y del Este.
La torre que domina al
conjunto edilicio tiene una altura de 66 metros. En la torre destaca un bello
reloj flanqueado por dos estatuas. La fachada del edificio es imponente y en
ella destaca un espectacular reloj astronómico que data de 1580. Por el lado
sur se entra a Piwnica Świdnicka, la
más antigua bodega de cerveza de Wrocław abierta en el siglo XIV. A
continuación seguimos el recorrido por las casas más emblemáticas de la plaza
(durante todo el trayecto vamos buscando gnomos y cuando los encontramos les
hacemos una foto) En el nº 14 está la Oficina de Turismo.
La
plaza, diseñada en el siglo XIII, está rodeada por emblemáticos y coloridos
edificios. Algunos conservan el estilo gótico de los siglos XIV y XV. Otros son
un claro ejemplo de la arquitectura del Renacimiento y del Barroco e incluso
algunos nos muestran estilos más contemporáneos.
En
la esquina noroeste de la Plaza se
pueden contemplar dos pequeñas casas unidas por una arcada (y que son conocidos
como Hansel y Gretel o Jaś i Małgosia) probablemente construidas en el siglo
XV, que eran entonces parte del grupo de casas parroquiales de la basílica y
que se encuentra a sus espaldas.
Continuamos
en dirección a la catedral, que se halla en una isla a orillas del río Odra, y
pasamos por el mercado cubierto, uno de los más importantes de la ciudad. El
mercado, cerca del Puente Piaskowy, fue construido al inicio del s. XX y tiene
bóvedas enormes sostenidas con arcos altos de cemento armado. Dentro de él se disponen
decenas de tiendas que venden un poco de todo. Nada más entrar al recinto, el
primer puesto que vemos es de un español (catalán) que vende solo jamón de pata
negra, aceite de oliva de Jaén y embutidos de Salamanca (¡¡nada de butifarra!!)
y que –según nos cuenta- en nueve meses que lleva aquí se ha forrado. Hace
exquisitos bocadillo de jamón y aceite con panecillos redondos que gustan mucho
a los polacos De hecho, nuestro guía se compró uno.
Damos una vuelta por el
mercado viendo los puestos y productos del país y seguimos hacia la catedral.
A
Wroclaw se le llama “la ciudad de los canales” ya que el río se adentra en la
ciudad y la surca con numerosos brazos. Para llegar a la isla de la catedral debemos cruzar el Odra
por un puente de hierro, puente Piaskowy, que (¿cómo no!) está repleto de
candados; este puente indica el inicio de la ruta que conduce a la ciudad
medieval y une por esta zona la ciudad con la isla Piasek
(traducido como “isla de Arena” ya que se originó como un pequeño banco de
arena) Las principales construcciones sobre la isla, que ha sido un centro
religioso desde el siglo XII, son la catedral de San Juan Bautista, la Iglesia
de Santa María en la Arena y el museo de la Archidiócesis, rodeados por un parque muy verde.
Terminado
el recorrido por la isla volvemos al mercado para tomar un café en un lugar que
nos han recomendado ya que ganó un campeonato mundial de preparación de café
(no recuerdo el nombre pero está al fondo a la izquierda). Con las fuerzas
repuestas recorremos algunos tenderetes y compramos algunos imanes de recuerdo.
Comemos
en un hotel justo al lado del puente y tomamos el bus para dirigirnos a
Cracovia, última etapa del viaje.
En
el camino, paramos unas horas para visitar el campo de concentración de Auschwitz
que
fue el mayor de los establecidos durante el régimen nazi. Se localiza a unos 70
kilómetros de Cracovia y constituyó el principal centro de exterminio de la
historia, en el que murieron asesinadas más de un millón de personas. Está
compuesto por dos zonas: El campo original y Birkenau (un segundo campo,
ampliación del primero, que se encuentra a pocos kilómetros y que fue
construido posteriormente como campo de exterminio).
Debido a que la semana
pasada el campo estuvo cerrado (solo visitas VIP) por las Jornadas de la
Juventud a las que asistió el Papa; y ahora no había entrada.
Yo
visité hace algunos años ambos y debo decir que me impresionó más el segundo
porque da menos impresión de ser un museo; aunque en el primero se van más
cosas. A Birkenau se puede entrar gratis así que rodeamos con el bus el primero
y visitamos el segundo que es una de las imágenes más conocidas de la famosa y
genial película de Spielberg (puesta del campo en el que entran los trenes
llenos de judíos). Las escenas que
representaban los campos de Auschwitz y Birkenau no fueron grabadas realmente allí.
Steven Spielberg fue incapaz de obtener una autorización por parte de las
autoridades polacas, así que tuvo que construir una réplica exacta del campo de
concentración.
Los
primeros en llegar al campo fueron los prisioneros políticos del ejército
polaco, pero no tardaron en seguirles miembros de la resistencia,
intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.
Recorrimos durante algunas horas
Birkenau: los barracones (de los de madera solo quedaban las chimeneas de
ladrillo; los de ladrillo estaban intactos), las cámaras de gas y hornos (derruidos),
alambradas y torres de vigilancia, las vías e incluso uno de los vagones
originales. En una zona de homenaje hay una colección de placas escritas en
todos los idiomas de las personas que estuvieron en el campo (es curiosa una
escrita en sefardí (castellano antiguo), que era la lengua de muchos de los
judíos expulsados de España en la Edad Media.
No
voy a comentar nada más de este tema ni de lo que vimos que es espeluznante (se
puede encontrar mucha información en internet) salvo que es increíble y
paradógico que un pueblo tan maltratado por la historia esté ahora empezando a
repetirla en Palestina y se haya atrevido a construir un muro para crear “el
gueto palestino”.
(Muro de Varsovia, 1940) |
(Muro israelí de Cisjordania, 2016) |
(Muro israelí de Cisjordania, 2016) |
(Muro de Varsovia, 1940) |
El horror de los campos de concentración tiene su gérmen en la
creación de los guetos.
¡¡¡Sin comentarios!!! (Fotos tomadas de internet)
¡¡¡Sin comentarios!!! (Fotos tomadas de internet)
Abandonamos el campo y continuamos viaje hacia Cracovia donde llegamos tarde por lo que vamos directamente al hotel. (Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g274772-d7179200-r402180665-Doubletree_by_Hilton_Krakow_Hotel_Convention_Center-Krakow_Lesser_Poland_Provinc.html )
Domingo, 7 de agosto. Cracovia
Hoy vamos a dedicar el día íntegro a visitar esta maravillosa ciudad que es muy diferente al resto ya que no fue bombardeada y se conserva un 90% original. Su casco antiguo fue declarado patrimonio de la humanidad en 1978. Otra curiosidad es que el nivel de paro en la ciudad es solo del 4%. Es una de las ciudades más grandes, antiguas e importantes de Polonia y durante algún tiempo fue capital del país hasta que esta se trasladó a Varsovia.
Comenzamos
la ruta visitando el barrio judío (Kazimierz) que en su momento (antes de la
guerra) tuvo una población muy numerosa y llegó a contar con 160 sinagogas; hoy
día solo viven en la ciudad 200 judíos y el número de sinagogas se ha reducido
a 7.
Al cabo de un rato llegamos a la Plaza Szeroka, el centro neurálgico del barrio. Es una plaza muy bonita donde encontramos la Sinagoga Vieja o Synagoga Stara y la Synagoga Remuh. La Sinagoga Vieja es la sinagoga más antigua que queda en pie en Polonia y de los puntos de interés más importantes de la arquitectura judía en Europa
Por otra parte la Synagoga Remuh es la más pequeña de Kazimierz y la única que sigue en activo en la ciudad. El barrio era hace unos años bastante peligroso pero ahora se ha transformado en una zona animada y bohemia con mucha vida nocturna. Sus callejuelas están repletas de barecillos, terrazas y restaurantes.
Al cabo de un rato llegamos a la Plaza Szeroka, el centro neurálgico del barrio. Es una plaza muy bonita donde encontramos la Sinagoga Vieja o Synagoga Stara y la Synagoga Remuh. La Sinagoga Vieja es la sinagoga más antigua que queda en pie en Polonia y de los puntos de interés más importantes de la arquitectura judía en Europa
Sinagoga Remuh y plano del barrio judío en la plaza Szeroka |
Por otra parte la Synagoga Remuh es la más pequeña de Kazimierz y la única que sigue en activo en la ciudad. El barrio era hace unos años bastante peligroso pero ahora se ha transformado en una zona animada y bohemia con mucha vida nocturna. Sus callejuelas están repletas de barecillos, terrazas y restaurantes.
Parte de la
historia del gueto de Cracovia fue recogida por el director de cine Roman
Polanski, superviviente del gueto, que recuerda su experiencia de niño en sus
memorias, Roman. “En los primeros
meses, escribe Polanski, la situación era de normalidad con ocasionales
momentos de terror”. Los residentes cenaban fuera y escuchaban bandas de
música, y los niños, como Polanski, jugaban en la nieve. Otro personaje
conocido relacionado con Cracovia fue el especulador alemán Oskar Schindler que
vino a la ciudad para aprovechar la mano de obra barata del gueto. Seleccionó
empleados para que trabajaran en su planta de utensilios de cocina esmaltados,
y comenzó a simpatizar con ellos. En 1942, Schindler observó cómo los
habitantes del gueto eran brutalmente conducidos a Płaszów, y a partir de
entonces se dedicó con tesón a salvar a los judíos allí internados, lo que se
relata en la película La lista de Schindler.
Por el
camino, al cruzar el río pasamos por la zona donde estuvo el gueto; es
llamativa la Plac Bohaterów Getta o, en castellano, plaza de los héroes del
Gueto que era la plaza donde los judíos eran seleccionados para marchar a
campos de concentración. Lo que llama la atención son esculturas de unas
enormes sillas que se reparten por toda ella y que simbolizan las pertenencias
robadas a los judíos al llegar al Gueto.
Seguimos la
ruta hacia la colina de Wawel donde se halla el castillo. Al llegar lo primero
que encontramos es una estatua de Juan Pablo II, todo un símbolo para los
polacos, que son muy, muy, muy católicos.
El Castillo Real de Wawel es una fortificación de estilo renacentista con casi mil años de antigüedad y fue la sede de los reyes de Polonia desde la Edad Media hasta el siglo XVII cuando la capital de Polonia fue trasladada a Varsovia.
En el interior del recinto se encuentra la Catedral de San Wenceslao que fue el lugar de coronación de los reyes de Polonia y la Capilla de Segismundo que alberga las tumbas de los reyes Jagelones de Cracovia. La Catedral de San Wenceslao es impresionante por su mezcla de estilos arquitectónicos. Obispos y reyes de Polonia la fueron modificando a lo largo de la historia según sus gustos y cada uno de ellos fue añadiendo una parte para dejar su impronta y ser recordado por lo que hoy aparece como un batiburrillo muy curioso de estilos, hecha toda con añadidos como así fue. Es curioso que conserva hoy día el privilegio de ser el sitio de coronación de emperadores y reyes, incluso ahora que ya no es capital continúa siendo necesario que la coronación se lleve a cabo en ella; también muchos de ellos, enterrados. Este templo, junto con el centro histórico de la ciudad, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
En el patio,
frente a la iglesia, hay un bar con terraza donde nos sentamos un rato a tomar
café mientras llega la hora de nuestra visita.
Un poco más
adelante se llega a otro gran patio desde donde se tiene acceso a las Salas
Reales (los aposentos, el Salón del Senado, el Salón del Estado, etc) y a las
salas en donde se guardan los Tesoros de la Corona. Todo ello se conserva
gracias a que los alemanes vivieron con sus familias en él durante la
ocupación.
Finalizada
la visita lo ideal, especialmente si se viaja con niños, es salir por la Cueva
del Dragón: en la parte oeste del castillo se encuentra un pasadizo que
desciende por el interior de la muralla que da al río hasta la salida a orillas
del Vístula en donde nos encontraremos con la estatua de un dragón que escupe
fuego de verdad, aunque el dragón también puede verse desde arriba y no hace
falta bajar, que fue lo que hicimos nosotros. Desde el mirador también se
divisa el río Vístula en cuyas márgenes se extiende la ciudad y en la opuesta
al castillo se ubica el barrio donde vivió Juan Pablo II antes de ser obispo y
posteriormente Papa.
Nosotros
bajamos por el lado contrario, por una calle peatonal que conduce a la plaza. En
esta calle se encuentra el Instituto Cervantes.
La plaza deja al turista con la boca abierta cuando la contempla por primera vez, no en vano es la plaza mayor antigua más grande que se conserva, mide 200x200. En el centro hay un enorme edificio alargado que era la antigua lonja (construida antaño para eliminar y albergar en su interior todos los tenderetes y puestos que se extendían por la plaza y que causara mejor impresión, estuviera más limpia y fuera más moderna) y que hoy es un mercadillo cubierto de souvenires y recuerdos.
La plaza deja al turista con la boca abierta cuando la contempla por primera vez, no en vano es la plaza mayor antigua más grande que se conserva, mide 200x200. En el centro hay un enorme edificio alargado que era la antigua lonja (construida antaño para eliminar y albergar en su interior todos los tenderetes y puestos que se extendían por la plaza y que causara mejor impresión, estuviera más limpia y fuera más moderna) y que hoy es un mercadillo cubierto de souvenires y recuerdos.
Tomamos unos
cafés en un restaurante y compramos unos recuerdos en el mercadillo antes de ir
a comer.
Finalizada
la comida, dedicamos parte de la tarde a recorrer con más detenimiento el casco
antiguo, para después visitar también las minas de sal de Wieliczka.
Lo primero que hacemos en entrar a la Iglesia más querida por los cracovianos, de Sta María o la Ascensión, que es espectacular por dentro. Al llegar a la puerta hay una flecha para que los turistas accedan por otro lado previo pago de la entrada; no obstante, con disimulo, nosotros entramos por la puerta de los fieles. Obviamente hay que guardar las formas y ser respetuosos con los fieles que asisten al culto.
Continuamos
recorriendo la ciudad antigua y subimos por una calle comercial (Florianska
ulica) y peatonal (repleta de gente como toda Cracovia) que conduce hasta la
puerta Florianska, que era uno de los accesos a la ciudad.
Junto a ella queda un trozo de muralla que estaba lleno de cuadros pues los artistas la utilizan para exponer y vender sus obras. Traspasada la muralla se llega a la barbacana (en Varsovia también hay una) que es una estructura defensiva circular construida en ladrillo y situada en la parte exterior de la antigua muralla; servía de punto de control para todos aquellos que quisiesen acceder a la antigua ciudad.
Junto a ella queda un trozo de muralla que estaba lleno de cuadros pues los artistas la utilizan para exponer y vender sus obras. Traspasada la muralla se llega a la barbacana (en Varsovia también hay una) que es una estructura defensiva circular construida en ladrillo y situada en la parte exterior de la antigua muralla; servía de punto de control para todos aquellos que quisiesen acceder a la antigua ciudad.
Sobre las
16:00 nos dirigimos de vuelta a la basílica de Santa María para asistir a una
de las atracciones de la ciudad: a cada hora en punto, las 24 horas del día,
desde la torre de la basílica un trompetero hace sonar una melodía tradicional
polaca que se detiene de golpe. Esta tradición se remonta al siglo XIII cuando
un trompetista fue abatido con un disparo mientras hacía sonar la alarma antes
de una invasión. Toca cuatro veces, desde cuatro ventanas orientadas a los
cuatro puntos cardinales. El lugar desde donde mejor acústica hay es una
pequeña placita a la que se llega por la callejuela que discurre por el lateral
del templo y además, como es el último de los 4 toques, el trompetero saluda con
la mano al público. Nosotros encontramos un escalón genial y vimos y oímos
desde allí la melodía, bien sentados.
A las 17:00
salimos en autobús hacia las minas de Sal de Wieliczka, declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.
Estas minas, a 15 kms. de Cracovia, fueron exploradas por primera vez en el siglo XV y actualmente constituyen uno de los lugares más frecuentados de Polonia con más de 800.000 visitantes al año. Han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XIII y hasta hace unos años estuvieron funcionando a pleno rendimiento.
Las minas, conocidas con el sobrenombre de "la catedral subterránea de la sal de Polonia”, cuentan con una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros de laberínticas galerías a lo largo de los cuales se encuentran cámaras y capillas con hermosas figuras esculpidas.
Estas minas, a 15 kms. de Cracovia, fueron exploradas por primera vez en el siglo XV y actualmente constituyen uno de los lugares más frecuentados de Polonia con más de 800.000 visitantes al año. Han sido explotadas sin interrupción desde el siglo XIII y hasta hace unos años estuvieron funcionando a pleno rendimiento.
Las minas, conocidas con el sobrenombre de "la catedral subterránea de la sal de Polonia”, cuentan con una profundidad de 327 metros y una longitud de más de 300 kilómetros de laberínticas galerías a lo largo de los cuales se encuentran cámaras y capillas con hermosas figuras esculpidas.
Nosotros
solo bajamos hasta el nivel III, a una profundidad de 135 metros. La bajada la
hicimos por escaleras contemplando las hermosas figuras esculpidas en sal que
adornaban cámaras y corredores; y la salida se realiza en dos ascensores en los
que caben 19 personas.
En uno de los niveles inferiores, que no visitamos, nos dijeron que había incluso un balneario con habitaciones.
La ruta turística descubre la interesante historia de la mina y permite el recorrido a través de unos 4 kilómetros de galerías a lo largo de los cuales se visitan 22 cámaras con lagos subterráneos, antiguas herramientas, máquinas y diferentes esculturas y bajorrelieves realizadas por los mineros con bloques de sal. El momento más impresionante del recorrido tiene lugar con la llegada a la Capilla de St. Kinga, una impresionante sala de 54 metros de longitud y altura descomunal que cuenta con una exquisita decoración realizada a base de sal (altares, figuras, lámparas…)
En uno de los niveles inferiores, que no visitamos, nos dijeron que había incluso un balneario con habitaciones.
La ruta turística descubre la interesante historia de la mina y permite el recorrido a través de unos 4 kilómetros de galerías a lo largo de los cuales se visitan 22 cámaras con lagos subterráneos, antiguas herramientas, máquinas y diferentes esculturas y bajorrelieves realizadas por los mineros con bloques de sal. El momento más impresionante del recorrido tiene lugar con la llegada a la Capilla de St. Kinga, una impresionante sala de 54 metros de longitud y altura descomunal que cuenta con una exquisita decoración realizada a base de sal (altares, figuras, lámparas…)
En el
recinto se pueden encontrar también tiendas de souvenires, restaurantes, un
salón de bodas (nos contaron que muchas parejas deciden casarse en la catedral
de sal y celebrar el enlace bajo tierra), aseos…
El control
en el interior de la mina durante la visita es muy estricto; continuamente la
guía va contando al grupo y abre y cierra puertas tras comprobar que todos los
visitantes están juntos y van tras ella. La verdad es que puede ser un horror
perderse en estos corredores oscuros e interminables.
Finalizada la visita dimos un paseo por los alrededores hasta el autobús que nos llevó de vuelta al hotel de Cracovia donde cenamos y con ello dijimos adiós a la ciudad.
Finalizada la visita dimos un paseo por los alrededores hasta el autobús que nos llevó de vuelta al hotel de Cracovia donde cenamos y con ello dijimos adiós a la ciudad.
Verdaderamente
es una ciudad preciosa a la que sin duda volveremos para recorrerla con más
detenimiento y conocerla mejor.
Lunes, 8 de
agosto
Desayunamos
en el hotel y tras preparar el equipaje nos recogió el autobúa para
trasladarnos al aeropuerto. Aún tuvimos tiempo de ver algunos paisajes más de
este bello país ya que volábamos desde Katowice (no desde Cracovia) que se
encuentra a 81 kms.
El vuelo
salió y llegó en hora y a media tarde llegábamos a Albacete.
El viaje, en
general, ha estado muy bien pese a que
personalmente preferimos los viajes por libre. Estos tours organizados tienen
sus pros y sus contras. Pros, que ves muchas cosas ; y contras, que apenas hay
tiempo para nada y vas con bastante gente. En este caso ha habido suerte ya que
éramos un grupito solo de 20 viajeros, todos muy majos, la guía estupenda y
nadie impuntual.
Realmente
este tipo de viajes sirven para hacerte una idea general de muchos lugares y
poder decidir aquellos a los que te gustaría regresar en otra ocasión , y visitarlos
“a tu aire” con mucha más calma.