Normalmente en este blog no incluyo entradas de excursiones, pero hemos hecho una que merece mucho la pena y creo que puede resultar interesante compartirla en el blog.
Se trata de un crucero fluvial por
el río Júcar que se realiza en una zona poco conocida en la provincia de
Valencia, límite con Albacete, cerca de una localidad llamada Cofrentes que
todos conocemos por la central nuclear que alberga junto a ella.
Para ver esta zona y realizar el crucero hay excursiones organizadas en las agencias de viajes que es una opción cómoda y barata (nosotros la hemos hecho con Nautalia por 65 euros, desde Albacete, que incluyen el traslado, el crucero, la comida y una actividad por la tarde que en nuestro caso ha sido la visita de la Cueva de San Juan; en otras agencias ofrecen un paseo en trenecito por la zona). También se puede, obviamente hacer por libre pero, en ese caso, es imprescindible reservar previamente (https://suaventura.com/viajes/los-canones-del-jucar/). El precio del crucero es de 19 euros
Salimos de Albacete a las 08:00 y,
tras parar a desayunar, llegamos a Cofrentes a las 09:30. La hora del crucero
de nuestro grupo era a las 10:00
El crucero parte del embarcadero que se encuentra bajando desde el pueblo de Cofrentes, en un desvío de la carretera nacional que está bien indicado; una vez tomado el desvío, tras un recorrido de varios kilómetros por un camino estrecho se llega al parking y a una zona de información con aseos; un poco más abajo hay un pequeño pantalán por el que se accede al barco.
La embarcación, adquirida
por el Ayuntamiento de Cofrentes, tiene capacidad para 50 personas y cuenta con techo
transparente para ver mejor el paisaje; además se pueden elevar los laterales
para que entre el aire. Durante el trayecto, el capitán (un hombre bastante peculiar,
ofrece explicaciones, opiniones y comentarios variados sobre lo que se ve y lo
que no se ve. Sobre lo humano y lo divino.http://www.viatgesgirovol.com/spa/item/ART01634.html
El recorrido dura 1,5 hora y recorre
los 14 kms que discurren entre Cofrentes y Cortes de Pallás, navegando por lo
que se conoce como "Los cañones del Júcar" y que es, en realidad, el
embalse de Cortes.
Este embalse fue inaugurado en 1983 para
almacenar aguas del río Júcar y su capacidad máxima es de 117,76 hm3.
Una característica de este gran lago artificial es la escasa variación
del volumen de agua retenido por la presa de Cortes ya que su utilidad
principal es la producción de energía eléctrica. Esto asegura que se
realicen itinerarios durante todo el año, siempre siguiendo las condiciones de
seguridad y respeto al medio ambiente, exigidas por la Confederación
Hidrográfica del Júcar.
Este precioso itinerario fluvial permite a los
pasajeros contemplar parajes de gran belleza y valor medioambiental, entre los
que destacan las abruptas montañas que forman parte de la imponente Muela de
Cortes, que alcanza los cuatrocientos metros de desnivel con relación a las
aguas del río Júcar.
En la Muela de Cortes está ubicada la Reserva
Nacional de Caza Mayor, por lo que no resultará difícil observar la presencia,
en las escarpadas peñas de la margen derecha del embalse, de cabras montesas o
de muflones. También es interesante la visión del Castillo de Chirel de Cortes
de Pallás que se encuentra en lo alto de una montaña. Se trata de una
gran fortaleza, hoy en ruinas, que adquirió gran importancia durante el siglo
XVIII, cuando tuvieron lugar cruentas batallas que concluyeron con la derrota
de los moriscos, que se habían concentrado en la Muela de Cortes. Se observa
también la vegetación típica mediterránea que crece en los peñascos más inaccesibles.
Algo que nos ha sorprendido mucho, ya que no lo
conocíamos, es que en este embalse se encuentra (¡bajo tierra!) la mayor
central hidroeléctrica de Europa. Según nos han explicado, antes se podía
visitar, pero no en la actualidad. La entrada y el nombre puede verse justo
donde da la vuelta el barco, en la Muela.
El enorme complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela, ubicado en el cañón, inició la construcción de su primera fase en 1983. Entonces, se instaló la presa de Cortes, con una altura de 116 metros y tipo arco-gravedad. El depósito superior ocupa más de un millón de metros cuadrados y supone una reserva energética de 24GWh, capaz de abastecer el consumo diario doméstico de 6,75 millones de personas.
En
2015 se amplió el complejo con la construcción de la central hidroeléctrica La
Muela II; esta nueva instalación convirtió a este complejo en el de mayor
potencia instalada de Europa.
Pero
lo más curioso e interesante es que, mientras la central de Cortes II se creó a
partir de un pozo artificial cilíndrico, las centrales de La Muela I y La Muela II son subterráneas en caverna y para su
construcción se excavaron 635.000 m3 y 270.000 m3, respectivamente, es decir,
¡¡están bajo tierra!!. En ambas centrales hidroeléctricas se conecta el
embalse inferior con el depósito superior gracias a dos
tuberías forzadas que permiten salvar un desnivel de 500 metros.
El complejo supuso una inversión total que superó los 1.200 millones de euros y convirtió a La Muela en la mayor hidroeléctrica de bombeo de Europa.
Concluida la navegación desembarcamos y nos dirigimos al famoso Balneario de Cofrentes para comer
El
Balneario de Hervideros se encuentra enclavado en el Valle de Ayora-Cofrentes,
uno de los más bellos parajes de la geografía valenciana. El complejo ocupa una
extensión de 2.000.000 de m² y se encuentra a 400 m. de altitud y a una
distancia de 3,5 km. de Cofrentes.
Dispone
de 350 plazas en habitaciones de hotel y 70 en casitas, 3 comedores, cafetería,
iglesia e instalaciones deportivas. Es casi como un pueblo más de la comarca
con los cañones de Muela de Cortes como telón de fondo.
https://www.bookaris.com/hotel_balneario-de-cofrentes_182462_P1.html
El
balneario tiene 3 manantiales declarados de utilidad pública que se utilizan
para los tratamientos de salud: Hervideros, Fuentemina y El Pilón. Se trata del Centro Termal que oferta mayor
número de tratamientos de toda la Comunitat Valenciana. Las terapias se centran
en enfermedades degenerativas, e inflamatorias del aparato locomotor.
Cuando
llegamos, hay bastante gente. Muchos están allí hospedados. También hay muchas
obras; prácticamente están bien reformando o ampliando los pabellones.
Pasamos
al comedor que es enorme y nos asignan una zona. Es buffet libre y la comida
está buena. Después de comer tomamos café y damos una vuelta por las
instalaciones. El pabellón que más nos ha gustado ha sido el antiguo, el
original en el que hay una exposición fotográfica, una parte acristalada en el
que se ve cómo corre el agua bajo al tierra y varios grifos y lavabos de
mármol. Y una báscula antigua (que no funciona)
A continuación nos dirigimos montaña arriba por una pista asfaltada (pero carretera infernal para un autobús) hacia la Cueva de Don Juan, a 12 km de un pueblo llamado Jalance. El trayecto es bonito bonito ya que transcurre por atractivos parajes de singular belleza con bosques de pinos carrascos y madroños.
Al
llegar no hay nadie; el
centro de recepción de visitantes, donde hay además una pequeña cafetería, una
tienda y aseos, está cerrada y tenemos que esperar media hora hasta que llega
el guía. El espacio dispone de buenos accesos para todo tipo de vehículos y cuenta
con aparcamiento. Desde este hay una escalera o un camino en cuesta que lleva a
la caseta de información.
Solo se permiten visitas guiadas y la reserva se tiene que hacer necesariamente online (https://cuevadedonjuan.es) y llevar el justificante el día de la visita. El horario de apertura es de 09:15 a 15:15 y la visita dura unos 45 minutos (aunque depende del guía; la nuestra duró bastante más). El precio de la entrada son 7 euros.
El acceso a la gruta se halla en una
oquedad a la que se llega por un camino que discurre por el lateral de un
barranco entre exuberante vegetación.
La cueva ha sido acondicionada para facilitar su visita y cuenta con caminos, escalones, barandillas además de una adecuada iluminación a los largo de todo el recorrido y de las amplias salas que la constituyen. Su interior presenta dos tramos claramente diferenciados: el primero, muy seco, muerto y fósil; el segundo, bastante húmedo y en constante crecimiento.
En la Cueva de Don Juan se han encontrado herramientas pertenecientes al periodo Mesolítico La cavidad, de 500 metros de longitud, guarda en su interior amplias salas con curiosas formas de estalactitas y estalagmitas, creadas caprichosamente por la naturaleza. En la gruta se encontraron importantes restos arqueológicos que indican que fue habitada durante el Mesolítico (8000-6000 a.C.) y, posteriormente, en la Edad de Bronce Valenciano.
La cueva tiene también interés histórico porque fue refugio de los moriscos expulsados. Se cuenta que en las afueras de este histórico enclave hubo una importante disputa por quedarse con el botín que en ella guardaban los moriscos. Don Juan de Córdoba (maese del campo del tercio de Lombardía), Don Juan de Pacheco, (cabo de la caballería y hermano del virrey de Valencia) y Don Juan de Vergara (arrendatario de las rentas señoriales del valle de Cofrentes lucharon por quedarse con este botín. No se sabe quién se lo apropió pero sí que se llamaba Don Juan, lo que dio nombre a la gruta.
La gruta fue, pues, usada como habitáculo en la
antigüedad y posteriormente como refugio de pastores y cazadores.
Finalmente, en el interior de la cueva habitan varias
colonias de murciélagos.
Es
una visita muy interesante y el guía ofrece mucha información sin ser pesado.
Terminada
la visita volvemos a Albacete. Una excursión que recomendamos y que sorprenderá
como nos ha sorprendido a nosotros, tanto el crucero como la cueva.
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