Sobre
las tarjetas de móvil, nosotros hemos llevado la eSim de Airalo que compramos
online antes de partir y que ha funcionado perfectamente (10 Gb, 7 días, 18€,
más barata que Holafly); también hay muchísimos puestos de venta de tarjetas
(físicas y virtuales) en el aeropuerto. Por otro lado, todos los hoteles y
muchos locales ofrecen wifi gratuita.
Sobre
el transporte, Uber no funciona pero hay una app que usan en el país, Yandex
Go, muy similar en opciones y funcionamiento a Uber para solicitar coches u
otros servicios.
Respecto
a la moneda, aceptan euros y dólares casi en todos sitios sin ningún problema (y
en la mayoría de los sitios incluso te devuelven en euros); es conveniente
llevar algo de moneda local para comprar bebidas o pequeñas cosas por ejemplo
en un mercado. Las tarjetas no se aceptan en muchos restaurantes.
Como curiosidad, en los hoteles hay siempre un indicador (bien en las mesitas o en el techo) con la dirección en la que se encuentra La Meca, para que los fieles sepan cómo colocarse para ello.
Uzbekistán es un país que se constituye como tal el 30 de septiembre de 1991 fecha en que se independizó de la URSS y pertenece, por tanto, a las conocidas como ex repúblicas soviéticas. Algunas de sus ciudades más importantes, como Tashkent (la capital), Samarkanda, Bukhara o Khiva, son famosas porque en su día formaron parte de la Gran Ruta de la Seda, y todas ellas cuentan con más de 1.000 años de historia lo que hace que este país guarde un riquísimo patrimonio arquitectónico y cultural.
Lo
primero que nos ha sorprendido es que en poco años (desde la independencia y el
gran terremoto de 1966) este territorio se haya transformado en un país tan moderno,
con grandes museos, universidades, conservatorios, muchísimos teatros, jardines
y plazas, un parque móvil totalmente renovado, todos los monumentos fielmente
reconstruidos…; aunque le queda camino por recorrer está emergiendo de una
manera vertiginosa.
La
gente es muy amable y la comida, riquísima.
Nuestra ruta popr Uzbekistán ha sido esta:
Jueves, 23 de octubre TASHKENT
Salimos
de Madrid el día 22 a las 22:00 en vuelo directo de 7 horas a Tashkent con la compañía
World2Fly y aterrizamos en el aeropuerto
Internacional el día 23 por la mañana, donde nos esperaba la guía local para
llevarnos al Hotel Stay Inn City (ver crítica en TripAdvisor https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g293968-d29009567-r1036215306-Stay_Inn_City_Hotel-Tashkent_Tashkent_Province.html),
dejar las maletas y tomar el desayuno antes de comenzar con la ruta de hoy para
visitar Tashkent, la capital
del país.
Hoy
en día Tashkent no es la típica ciudad de la Ruta de la Seda, aunque creció
gracias a esta legendaria ruta comercial. Sin embargo ya existía un
asentamiento en este lugar de Asia Central en el siglo II a.C.
En
1966 sufrió un terrible terremoto que hizo añicos casi todo el patrimonio
arquitectónico de la ciudad antigua que fue reconstruida en un tiempo récord.
El colapso de la U.R.S.S. llegó en 1991, y el 31 de agosto se estableció la
independencia y el nacimiento de Uzbekistán. Tashkent se estableció como su
capital.
En
la misma plaza, frente al teatro se levanta el Hotel Lote City, el
primer hotel que se construyó en Uzbekistán cuando empezó a llegar el turismo a
principios en los años 50 del siglo XX.
El hotel es bastante sobrio y cuenta con una oficina de cambio en la
planta baja (aunque son muy tiquismiquis y no aceptan los billetes si no están
nuevos) También se puede subir a una terraza en la planta 4ª desde la que se
disfrutan unas preciosas vistas de la plaza y del teatro (es mejor pedir
permiso para subir porque sólo es para huéspedes del hotel).
Desde
aquí nos dirigimos a la Plaza de
Independencia en la que se encuentra el Senado y los edificios
administrativos principales y a la conocida como Plaza del Terremoto (de los
años 60), un lugar muy importante para la ciudad y que recuerda este trágico
suceso; está presidida por una enorme escultura de una pareja con un niño
protegiéndose del terremoto.
A continuación nos vamos a la plaza más sagrada de la ciudad, el complejo Hazrati Imam, construido en el siglo XVI y que es uno de los pocos lugares que el terremoto del 1966 dejó parcialmente en pie.
En
él se pueden ver varios edificios: dos madrazas del siglo XVI en las partes
cortas de la plaza y una mezquita en la más larga.
Madraza de Barakkhan, con un gran patio en el que hoy se pueden ver los trabajos de algunos artesanos locales; es un mercadillo de souvenires.
Aparte de este
corán que se muestra en un sarcófago muy bien protegido en la sala principal, a
los alrededores hay varias pequeñas salas con muchos otros ejemplares de coranes
y otros libros antiguos de diferentes épocas.
Las 2 madrazas ninguna está hoy en funcionamiento: una es centro comercial y la otra es el museo del Corán. La Mezquita de Tillya Sheikh, donde según cuentan se conserva un cabello dorado del profeta Mahoma, sí está abierta al culto y por eso solo se puede visitar el patio, un bonito espacio con columnas de madera de sándalo talladas y con forma puntiaguda en la parte inferior del fuste; son bastante curiosas y muy especiales.
A continuación nos dirigimos al al mercado de Chorsu, uno de los mercados más antiguos y emblemáticos de Asia Central que cuenta con más de cien años de antigüedad. El mercado de la ciudad es una edificación muy llamativa, cubierta con una enorme bóveda de color azul y decorada como si fuera una flor. Damos una vuelta para ver los puestos y nos vamos a comer.
Por la tarde nos acercamos al Palacio Romanov que sólo se puede ver desde el exterior, cerca de la Plaza de la Independencia cuya puerta está decorada con unas enormes cigüeñas de metal en la parte superior.
Ahí tomamos el metro que es algo recomendable si se visita la ciudad.
Justo detrás del teatro se extiende un parque moderno (Magic city) en el que se puede ver gratuitamente al anochecer un espectáculo de música, luz y agua en las fuentes musicales que bailan al ritmo de la música. Estas fuentes son parecidas a la de Dubái (del Burj Khalifa) pero más pequeñas.
Con esto finaliza nuestra estancia en Tashkent
Viernes, 24 SAMARKANDA
Hoy visitamos una de las ciudades más famosas de la Ruta de la Seda, conocida
por los relatos y cuentos orientales: Samarkanda, un nombre que suena muy, muy
exótico.
La
ciudad fue fundada alrededor del siglo VII a.C. y tiene una historia que se
extiende por más de 2.700 años lo que la convierte en unas de las ciudades más
antiguas del mundo. Fue la capital de Tamerlán (conquistador asiático también
conocido como Timur), un importante punto de la Ruta de la Seda y un gran foco
cultural y científico. Su origen está ligado a la civilización de Sogdiana
(pueblos iranios orientales)y posteriormente fue conquistada por varios
imperios, como el de Alejandro Magno, los árabes, los mongoles y los uzbekos.
Samarcanda
nos ha parecido una ciudad maravillosa, vibrante, viva, moderna y tradicional
al mismo tiempo, con un buen comercio. El parque móvil, incluidos autobuses, es
todo nuevo; las calles están limpísimas. Es una ciudad muy agradable.
Por
otro lado, la buena conservación de gran parte de sus monumentos
arquitectónicos medievales le ha valido su inclusión en 2001 en la Lista del
Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El
primer monumento al que nos dirigimos es el Mausoleo de Amir Timur y su familia. (el “Gur-e Amir” que significa “tumba del emir”) cuya
construcción se inició en 1403.
Este majestuoso complejo consiste un khanqah (lugar de reunión), la madrasa de
Muhammad Sultán – el nieto de Amir Timur, y las tumbas de Amir Timur y sus
descendientes.
El
portal de entrada es grandioso y está ricamente decorado con ladrillos y
mosaicos de varios colores, especialmente azules.
Tiene
una única cúpula acanalada (de quince metros de diámetro y doce y medio de
altura) de un color azul brillante con profundas escarapelas de finos dibujos geométricos.
El conjunto es una maravilla.
Posteriormente
vamos a cenar a un restaurante con una preciosa decoración y comida muy
recomendable llamado Zarqand en la
calle Registanskaya, 92, muy cerca de la plaza Registán, cuya especialidad son
las carnes a la parrilla. (Lo único malo es que no sirven vino por copas)
Después de la cena nos encaminamos a uno de los lugares más impresionantes de la ciudad (y del viaje): la plaza de Registán.
Dos
siglos después, en 1612, el emir de Samarkanda decidió construir otra madraza (madraza
de Sher-Dor) en el lugar opuesto al
edificio erigido por Ulugh Bek; la construcción finalizó en 1636 y se decidió
que fuera una copia exacta de la ya existente.
Diez
años más tarde el gobernante de la ciudad, Yalangtush Bahadur planificó la
construcción de un tercer edificio que suponía completar el complejo: la
madraza de “Tilla
Kori” cuyo nombre significa “dorado” debido a que su decoración presenta
especialmente este color.
A
finales del siglo XVII, Samarcanda pasó por un severo decline económico. El
estatus de la capital del país pasó a Bukhará y los mercaderes de la Ruta de la
Seda se mantenían lejos de la ciudad. En aquella época, quedaban tan solo
alrededor de 1000 familias, y los una vez maravillosos edificios de las madrazas,
se convirtieron en refugio para los animales. El deterioro continuó durante
siglos y las adversas condiciones climáticas y el terremoto de 1966 terminaron
de estropear los edificios hasta que alrededor de 1918 el gobierno soviético
dio la orden de restaurar toda la Plaza Registán y darle el valor histórico que
representaba como parte de la Gran Ruta de la Seda. Los trabajos de
restauración duraron muchos años y finalizaron justo antes de la caída de la
Unión Soviética. Tras el arduo trabajo de cientos de restauradores, la plaza luce
hoy como unos de los principales monumentos de Oriente y en ella se llevan a
cabo todo tipo de actos y espectáculos.
En
nuestro caso hemos podido asistir a uno de luz y sonido que tiene lugar cada
día a las 20:30. Posteriormente a las 21:00 se proyecta un espectáculo
audiovisual en 3D sobre las fachadas de las tres madrazas en el que se narra la
historia del país desde sus orígenes.
Por la mañana, bien temprano, volvemos a la plaza de Registán para verla con las primeras luces del día y sin gente. Es tan espectacular como ilumionada por la noche:
Los
edificios más antiguos datan del siglo XI, siendo los más famosos los de Touman
Aka y Koutloug Aka, dos de las esposas del líder turco Tamerlán. Shah-i-Zinda
es un gigantesco panteón al aire
libre, formado por verdaderos palacios dedicados a nobles, dignatarios y
miembros familiares de la dinastía timúrida.
Este
lugar es un importantísimo centro de peregrinación para los musulmanes ya que,
según se dice, tres visitas a la necrópolis equivalente a una a la Meca. Dicen
que aquí está enterrado también el "imán al-Bujari" , el segundo
profeta en importancia después de Mahoma.
Algunos compañeros de viaje compran pan y tenemos la ocasión de probarlo: está muy rico y es muy consistente.
Desde
el mercado, situado en las base de una colina, suben unas escaleras presididas
por una mega escultura en bronce de de Ulugh Bek que conducen hasta el Observatorio Astronómico que se
encuentra en la cima. Fue construido por Ulugh Bek en década de 1420 y es
considerado uno de los mejores observatorios del mundo musulmán de su tiempo.
Al
llegar se puede ver la madraza donde
impartía clases a sus estudiantes, un pequeño museo y frente a él, las ruinas
subterráneas del antiguo sextante, el sextante Fajri (instrumento para medir
ángulos), que era el instrumento principal y estaba ubicado dentro de un
edificio cilíndrico con un diámetro de 48mts (sus restos fueron encontrados
durante una excavación arqueológica) del que hoy se conserva una parte que
puede verse frente al museo. Era el mayor de su tiempo hasta el siglo XVII y
contaba con escaleras a los lados para poder hacer las mediciones La
construcción tenía originariamente 3 plantas y 30 metros de altura.
El
astrónomo pudó calcular con exactitud la duración del año estelar (365 días, 6 horas, 10 minutos y 8
segundos). Es increíble pensar que sus cálculos fallaron solo en 1 minuto
respecto a las cifras que se manejan hoy día.
Es
un lugar muy interesante y merece la pena la visita porque aunque el espacio es
pequeño encierra muchos tesoros.
Ya anochecido llegamos, de nuevo, a la plaza de Registán para, en esta ocasión, disfrutarla desde el interior de la misma. Se puede acceder por varios sitios previo pago de la entrada que no tiene precio fijo sino que, al parecer, depende del guardia de seguridad que te toque y que va cambiando (unos 65.000 som para extranjeros).
La verdad es que es un lugar impresionante por la noche con todas las fachadas y minaretes iluminados. Las tres madrazas se pueden visitar y los patios son espectaculares, al igual que las puertas.
En el interior suele haber dos pisos pero no se puede acceder a las habitaciones de los estudiantes; todas las celdas de la planta baja en la actualidad son tiendas de souvenires.
| Señora uzbeka con "plof", la comida típica del país |
Domingo, 26 BUKHARÁ
Hoy pasamos toda la
mañana en el autobús en el viaje de Samarkanda a Bukhará. Aunque no hay muchos
kilómetros (270), las carreteras están en malas condiciones y en obras por lo
que los trayectos se hacen interminables y llegamos a la hora de comer. Después
nos llevan a visitar una tienda de marionetas artesanales y acuarelas típicas
(compramos una) y el resto de la tarde la dedicamos a recorrer la ciudad.
Nos centramos en lo que se conoce como “el complejo sagrado”, nombre con el que nos referimos a la ciudad histórica que constituyó un importante centro de la Ruta de la Seda conocido por su legado religioso y arquitectónico. El centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, alberga un maravilloso conjunto de monumentos sagrados y centros religiosos, incluyendo mezquitas, madrasas y mausoleos.
Iniciamos
el recorrido en la plaza principal, la plaza
Lyabi-Hauz, nombre que significa "alrededor de la piscina", ya tiene
precisamente tiene en el centro un gran estanque.
Toda la plaza es un conjunto formado por varias madrazas del s. XVII: Nodir Devonbegi Madrasah (en cuyo
interior sólo hay puestos de souvenires y un restaurante con terraza en el
patio en el que se estaba realizando un pase de modelos); Nadir Divan Begi Khanaka (que fue un centro de formación de
derviches y hoy está cerrada) y un caravanserai (lugar donde las caravanas
pasaban a hacer noche, o a pasar varios días mientras comerciaban); en el
centro hay una gran piscina con restaurantes y terrazas alrededor. Es un lugar
muy agradable y paseamos un rato por el hasta que empezó a sonar a toda
pastilla una música machacona y repetitiva que hizo que tuviéramos que
abandonar el lugar. Nos dirigimos a la zona donde se encuentra el antiguo hospedaje
de caravanas que es el punto más alejado de la música. Se puede acceder al
recinto gratuitamente y merece la pena echar un vistazo al interior en el que
se presentan en las salas cubiertas algunas pequeñas esculturas y objetos de
terracota antiguos y algunas obras de arte moderno en el patio.
Cerca de este edificio se encuentran también las
ruinas de un mercado y unos baños antiguos, además de un curioso chiringuito
moderno cuyo exterior está revestido de cacerolas.
Volvemos a la plaza, donde sigue el cantante
machacón, y damos unas vueltas por el mercado y los puestos hasta la hora de la
cena que es en una pizzería muy bonita en la que además hay música en directo y
en la que “nos echamos” unos bailes típicos como “la Macarena”. Una noche
divertida.
Lunes,
27 BUKHARÁ
Se
trata de una reducida construcción realizada totalmente en ladrillo (sin
azulejo ni pintura) por los samanitas. Lo que lo hace especial es que la única
decoración se basa en la combinación de 17 formas de colocación de los
ladrillos. A este mausoleo se le conoce como “la perla de Oriente” por su
belleza y color uniforme. Es una maravilla.
A continuación volvemos a la "Plaza del estanque" para volver a entrar, ahora con la guía, en la madraza que nosotros ya visitamos ayer, sólo que hoy está mucho más tranquila sin música estridente. El interior no tiene nada de particular diferente a lo que ya hemos visto con anterioridad. Muchas tiendas y puestos de souvenires.
Continuamos el paseo por la zona del mercado cubierto de Toki Telpac, un lugar mágico. Se trata realmente de varios mercados juntos con pasadizos y cubiertos con grandes cúpulas de terracota. Son bazares históricos con estructuras abovedadas (cúpulas) que todavía se mantienen en pie. Eran el corazón comercial de la ciudad y hoy en día ofrecen una gran variedad de productos, incluyendo artesanía, alfombras, instrumentos musicales, cerámica y pañuelos de seda.
Junto a estos mercados se encuentra uno de los monumentos más famosos de la ciudad: el minarete Kalon, Se Fue construido en forma de un pilar circular de ladrillo, estrechándose hacia arriba.
El
minarete pertenece al complejo de la mezquita de Po-i-Kalyán que visitamos a
continuación. Es un lugar muy tranquilo y nos sentamos un rato en un banco para
disfrutar del ambiente de paz y sosiego que se respira en este lugar.
Concluimos la tarde tomando unas copas en una terraza que encontramos de casualidad y que tiene unas vistas impresionantes del mercado, el minarete y la mezquita. Se trata de la terraza del hotel Boutique y es un sitio muy recomendablepara ver atardecer.
Martes, 28 BUKHARÁ - KHIVA
Hoy
comenzamos visitando los dos lugares importantes que nos quedan en la ciudad de
Bukhará: La mezquita de Bolo Hauz y la ciudadela de Arc.
Comenzamos
temprano por la mezquita de Bolo Hauz
(cuyo nombre se traduce como "estanque para niños") fue construida
a principios del siglo XVIII y es muy original delante de ella hay un
precioso estanque considerado sagrado y por su patio exterior presidido por 20
columnas hechas de madera y decoradas con tallados elaborados que cubren toda su longitud y que
le confieren un aspecto elegante y diferente. El edificio de la mezquita tiene este aspecto lujoso
porque fue construida para las oraciones del gobernante.
El edificio tiene más de tres siglos, pero la mezquita sigue funcionando; de hecho, estando allí la abrieron y pudimos acceder al interior que contrasta bastante con el exterior ya que se ve muy moderna por dentro.
La
siguiente y última parada es la famosa ciudadela
de Ark, también llamada “fortaleza del Arca”, uno de los monumentos más importantes
del país.
La entrada a la ciudadela está enmarcada por dos torres que datan del siglo XVIII. Las partes superiores de las torres están conectadas por una galería, habitaciones y terrazas, además de un tramo de escaleras que conduce, a través de un portal y un largo corredor cubierto, a la mezquita Dzhuma.
En el centro de la fortaleza hay un gran complejo de edificios, uno de los mejor conservados es la mezquita de Ul'dukhtaron y el patio de recepciones que alberga el trono del emir. Son impactantes por las columnatas y azulejos que los decoran.
Respecto
a la historia de Ark sigue siendo un misterio. Su edad no ha sido establecida
con precisión, pero se remonta a dos mil años atrás. Ark fue durante
siglos la residencia princial de los gobernantes de Bujará. Se cree que fue inicialmente
construida y ocupada alrededor del siglo V d. C. Además de ser
una estructura militar y residencia de la corta, también la habitaban poetas,
músicos, pintores…
Una
de las cosas más curiosas que llaman la atención es la muralla ya que los muros en las torres no son rectos sino inclinados, desde la parte baja engrosada se van inclinando y adelgazando hacia
la parte superior dando la impresión de panzudos.
Finalmente, tras muchísimas horas de viaje, ya anochecido, llegamos a la ciudad de Khiva con tiempo únicamente para cenar y dar un corto paseo nocturno.
La ciudad antigua totalmente amurallada (Itchan Kala) es pequeñita y parece totalmente salida de un cuento de Las mil y una noches.
Damos un corto paseo, pero hace bastante frío y volvemos al Hotel. Mañana pasaremos el día entero en esta ciudad.
Nuestro
hotel aquí se encuentra dentro de la muralla y es el Arslan Boutique (ver
crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g424965-d33338552-r1039324834-Arslan_Boutique_Hotel-Khiva_Xorazm_Province.html
Miércoles, 29
KHIVA
Nos levantamos temprano y subimos a la azotea para contemplar por primera vez las vistas de la ciudad hasta que comenzamos la visita con la guía por una pequeña madraza, Muhammad Amin Inaq, hoy convertida en museo de ciencia. En
su interior se pueden ver figuras a tamaño real de los famosos científicos
asiáticos que vivieron en esta tierra y que ya en el siglo IV estudiaban el firmamento (de hecho,
uno de ellos ya afirmó que la tierra era redonda y giraba sobre su eje y
alrededor del sol.
La visita concluye con la proyección de un vídeo sobre todas las personas importantes de la ciudad (científicos, escritores…)
A continuación vemos un palacio, Tash Khauli (el Palacio de Piedra), que es impresionante tiene el patio en azulejo, más bonito de lo que hemos visto en todo el viaje repleto de azulejos perfectamente conservados y de diferentes tonos de azul.
Es impresionante el patio que tiene un balcón de celosía en madera tallada, la sala del trono, que está tapizada con azulejos completamente, y una columna central de las típicas columnas de madera sustentada por una parte inferior afilada.
En
la salida se puede ver también una galería con un museo de ventanas antiguas de
madera tallada. Desde esta galería se accede al patio de harém, con las habitaciones
principales: a la izquierda, la del imán y sus cuatro mujeres oficiales; y a la
derecha, las de las concubinas.
Concluida
la visita nos dirigimos a uno de los lugares que se considera “el corazón
espiritual de Khiva”, Mausoleo Allaquli Muhammad Bahadirkhan,
dentro del complejo del mausoleo de
Pahlavan Mahmud, Aquí descansan los
restos del poeta y héroe del mismo nombre cuya leyenda ha inspirado a
generaciones.
En
el exterior se puede ver una majestuosa cúpula de color turquesa repleta de
decoración con azulejos de colores.
En el interior, precioso, las tumbas también decoradas en su totalidad con azulejos. Es un lugar que no deja indiferente.
Tras
comida nos dejan tiempo libre que empleamos en dar unas vueltas por la ciudad,
tomar un café y recorrer los puestos del mercado
donde nos compramos unas cosillas de cachemir y calcetines de lana de camello
(¡vamos, lo típico!)
Para concluir el día subimos al castillo o bastión de Sheikh Bobo, una antigua torre de observación que también servía como polvorín construida durante los siglos VI-VIII.
Se accede a él a través de un precioso patio con columnas y tapizado de azulejos.
Desde este lugar se tienen unas de las vistas más espectaculares de la ciudad amurallada.
Nuestra idea era subir al bastión para ver atardecer, pero empieza a llegar una muchedumbre que ha tenido la misma idea y decidimos volver a la azotea del hotel a ver la puesta de sol. Ha sido un acierto ya que desde aquí no sólo se ve la ciudad casi igual sino también cómo el sol se va ocultando tras el propio bastión.
Jueves, 30
Día
de vuelta. Tomamos el bus que nos conduce al aeropuerto de Urgench, a 32 kms.
de Khiva, desde donde tomamos un vuelo hacia Madrid.






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