DOLOMITAS Y LAGOS DEL NORTE DE ITALIA (20 - 28, septiembre, 2025)

Los Dolomitas son una serie de grupos montañosos de los Alpes orientales italianos que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 26 de junio de 2009 por su valor estético y paisajístico, además de su importancia científica. El sitio, que abarca nueve grupos montañosos, es reconocido por su singular geología y los espectaculares paisajes que presenta, como paredes verticales, valles profundos y relieves glaciares. 

Hemos recorrido esta zona y otras limítrofes durante una semana del septiembre.


Viernes, 19 de septiembre


El viaje desde Albacete comienza un poco desastroso ya que el tren Ouigo a Madrid se estropea y nos deja tirados en Cuenca donde tiene que venir otro tren a recogernos y a llevarnos a la capital. Al fin, llegamos y cenamos en una pizzería cerca del hotel Barajas Senator donde nos hospedamos (Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g187514-d228568-r1039912709-Senator_Barajas_Hotel-Madrid.html)


Sábado, 20       DESENZANO DEL GARDA


Esta mañana hemos desayunado en el hotel y coger el transfer al aeropuerto y hemos llegado sin problema a la T4 pese a que había huelga del personal de tierra y de seguridad, la verdad es que ha ido muchísimo más rápido que otras veces así que en principio el viaje no empieza mal.


Volamos a Milán donde un guía nos está esperando y, aunque hoy solamente entra en el programa el traslado hasta el área del lago de Garda, nos propone ver la localidad de Desenzano del Garda ya que tenemos toda la tarde libre y el avión –sorprendentemente- ha llegado con media hora de adelanto; así mañana que es un día apretado de visitas podemos aprovechar más en el lago de Garda y el resto de poblaciones que hay que visitar.

Desenzano es un pueblecito a orillas del lago que no está mal, pero tampoco es un gran cosa. Tiene una placita interesante y una iglesia importante, María Magdalena, que nos parece más bien normalita. En el interior del templo se conserva un cuadro del mismo pintor que pintó el techo del comedor del palacio Real de Madrid, llamado Tiépolo.

Tras la iglesia damos un paseo por el centro del pueblo, que realmente es pequeñísimo. En la parte alta hay un castillo pero no subimos porque no parece que merezca mucho la pena.

Lo que sí la merece es tomarse un helado de pistacho en la heladería más famosa de la localidad. No hay pérdida: simplemente hay que ir a la calle principal y donde se vea una cola larga de gente, esa es la heladería. Verdaderamente está riquísimo porque es un sabor muy especial y un helado muy cremoso.

A continuación paseamos por la ribera del lago, que es una zona bonita, en la además nos encontramos con un desfile/espectáculo de zancos con unos preciosos atuendos dorados. 


Hacemos unas fotos y volvemos al autobús camino al Hotel Kona Verona, un hotel bastante cutre y, para colmo, con chinches. Varios viajeros hemos sufrido sus horrendas picaduras. (Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g661295-d27150303-r1039516223-Kona_Hotel_Verona-Negrar_di_Valpolicella_Province_of_Verona_Veneto.html

 

 Domingo, 21        LAZISE - SIRMIONE

Tras el desayuno y una hora más o menos de viaje hemos llegado a otro de los pueblos de la orilla del lago: Lezise, un pueblecito, la verdad, bastante más bonito que el de ayer .

Nos ha sorprendido la cantidad de tiendas, cafés, terrazas y restaurantes que tiene; se ve muy turístico.

Este lugar era la antigua aduana y por ello al llegar a la villa lo primero que vemos son las  murallas medievales que abrazan el castillo Scaliger. 


La ciudad cuenta con tres puertas de entrada y desde cualquiera de ellas, continuando recto, se llega a la Piazza Vittorio Emanuele, fácilmente reconocible por su pavimento a cuadros.


Justo en frente de la plaza se encuentra uno de los rincones más bonitos del pueblo: el Puerto Viejo. Los primeros documentos que confirman su existencia datan del siglo X. Hoy día, el puertecito alberga pequeñas embarcaciones coloridas de pescadores y crea una pintoresca imagen.


La primera visita ha sido la iglesia de San Nicolás, que tampoco tenía nada especial salvo algunos curiosos restos de frescos bastante antiguos en las paredes.

Luego hemos estado paseando por el centro que era muy agradable y estaba animadísimo. Hemos llegado hasta la zona del Castillo, al que tampoco se puede acceder y que está bastante en ruinas, y hemos deambulado por las calles de la ciudad durante bastante rato, viendo escaparates, muy estilosos, y finalmente hemos llegado a otra iglesia más grande que la anterior, Iglesia de San Zenon y San Martín, en la que destaca un Pantocrator enorme en la parte de la corola.


El pueblo no es muy grande y tras recorrerlo tomamos el autobús en dirección a Sirmione, que es un centro turístico muy importante, gracias a sus balnearios, su casco antiguo con un castillo medieval y las ruinas de una antigua villa romana (casa de Catulo).

Lo primero que hacemos al llegar a Sirmione es coger un barco que nos hace un recorrido por el lago. El billete cuesta 28€ y, en primer lugar, se pasa por la zona de los spas que son mantenidos con las aguas sulfurosos que vienen de las montañas.


En segundo lugar se recorre la zona llamada “las villas”, un terreno con grandes mansiones a las orillas del lago. Aquí es donde tenía su casa de verano María Callas; desde el barco se ve fácilmente: una gran casa amarilla con tejado rojo.

El tercer punto del recorrido es una playa que se llama “playa de Jamaica” por el color de aguas turquesas cristalinas y también porque allí iban los chicos a fumar. Justo en la cumbre de la colina que se alza tras la playa se divisa la “casa de Catulo”, que se llama así pese a que no hay constancia de que realmente el poeta latino hubiera vivido en ella. La casa tenía tres pisos pero los dos de arriba se han derrumbado y únicamente se ven las ruinas del piso bajo.

La verdad es que el paseo dura solo unos 25 minutos y resulta un poco caro para lo que ofrece; muy agradable pero 28 € es mucho dinero por tan poco tiempo.


Sirmiones es una localidad muy curiosa ya que su casco antiguo se encuentra en una península que penetra en el lago de Garda y a la que se accede a través de la puerta del castillo que la defiende. Finalizado el paseo en barco, accedemos al pueblo a través de dicha puerta, bastante monumental, que pertenece al castillo Scaligero, muy bien conservado pese a que en el 1900 estaba hecho casi una ruina y fue remodelado en el siglo XX.


Nada más pasar el puente levadizo y la puerta nos encontramos a la izquierda una pequeña y curiosa capilla, Santa Anna, pintada de amarillo y con una estrambótica combinación de estilos arquitectónicos Esta iglesia servía como capilla para el servicio religioso de la guarnición del castillo. Su parte más antigua es el ábside, que data del año 1300. La verdad es que es una iglesia sencilla pero muy bonita y merece la pena una visita ya que no roba mucho tiempo. La entrada es gratuita.


El casco antiguo es muy bonito aunque hay demasiada gente. Se ve que es uno de los pueblos más visitados de la zona. Llegamos, siguiendo la calle principal, hasta la plaza y nos sentamos frente a una de las puertas de castillo a tomar unos vinos. Este pueblo es muy agradable y está animadísimo.

Como curiosidad, en esta zona del lago, nos cuenta la guía que Garda es un lago bastante peligroso, porque a veces se cruzan vientos que provienen de partes diferentes y se crean galernas, de hecho, en el año 1989 en una regata que hubo en el lago. en la que participaba el rey Juan Carlos, tuvieron que rescatarlo porque se organizó una tormenta y casi se ahoga en el intento.
Tras el paseo nos vamos a comer y volvemos al autobús para dirigirnos a la última localidad que visitaremos hoy que es Riva del Garda.


El recorrido hasta este pueblo es una maravilla, bordeando toda la ribera del lago con unos paisajes maravillosos.

Al llegar nos quedamos sorprendidos por el ambiente, mucho más aristocrático y estiloso, que en los pueblos anteriores. Ilustres personalidades del pasado, como Nietzsche, Kafka o los hermanos Mann, visitaron Riva y estuvieron encantados. Así como Goethe, el cual, si bien no estuvo precisamente en Riva del Garda sino en el pueblo cercano de Torbole, dijo de lago de Garda:

«¡Cómo desearía que mis amigos estuvieran por un momento a mi lado y pudieran disfrutar de la vista ante mí! Esta noche podría haber llegado a Verona, pero habría dejado escapar una maravilla de la naturaleza, una vista encantadora, el lago de Garda: no quería perderlo, y fui recompensado magníficamente por esta diversión ».

El centro de Riva del Garda ofrece muchas cosas para ver y fascina por el arte y las obras de arquitectura, evidencia de la historia antigua y un pasado rico en cultura. Los principales lugares de interés de la ciudad son la plaza 3 de noviembre desde la que se pueden divisar muchos de los monumentos importantes como la torre Apponale (antiguo lugar de comercio y ferias y que es la construcción más alta de la ciudad; el pequeño puerto o la curiosa central hidroeléctrica, construida en la década de 1920, que aprovecha el agua  que baja de las montañas y para generar energía.




Lunes, 22           ROVERETO

 

Salimos a las 09:00 con dirección noroeste, dejando atrás el lago, hacia los Dolomitas que son una serie de grupos montañosos de los Alpes orientales italianos caracterizados por su composición casi total de dolomía, roca formada principalmente por el mineral dolomita. Este último les aporta su famoso color pálido.

La primera visita de hoy la realizamos a la ciudad de Rovereto que es un lugar precioso, muy monumental, pero tenemos mala suerte con el tiempo porque no para de llover.

Rovereto era una ciudad conocida como “ciudad de la guerra” hasta que a un sacerdote de la localidad no le gustó este nombre y hizo una cruzada para cambiarlo a “Ciudad de la paz” ; lo que comenzó a hacer fue pedir piezas de artillería de cañones, especialmente de todos los países que participaron en la Primera Guerra Mundial y con toda esta pieza de artillería de hierro montó una campana. 

Se le conoce como campana de Caduti (campana de los caídos), y se puede ver desde el pueblo en la parte alta de unas de las montañas que rodean la ciudad sujeta por dos columnas. Esta campana es una de las más grandes del mundo (tiene 2,5 mt de alto por 2,5 de ancho) y suena gracias al movimiento de vaivén de la propia campana. Fue moldeada en 1925, con el bronce de los cañones ofrecidos por todos los países que participaron en la  guerra y fue bautizada con el nombre “María Dolens”. La campana suena 100 veces todos los días, a las 21:30, para honrar a los caídos de todas las guerras e invocar la paz.

https://www.expedia.es/Rovereto.dx6048949

Hacemos la primera parada en el Palacio Del Bene, en la Piazza Rosmini, una preciosa mansión de la famosa familia, que gobernaba esta zona. En el siglo XV, la familia Del Ben decidió construir un palacio extramuros que más tarde fue comprado por los condes de Arco (una familia noble de Trentino con orígenes en el siglo XII). Después de muchos cambios de dueños hoy día el edificio alberga la Fondazione Cassa di Risparmio di Trento e Rovereto y ofrece espacios para exposiciones y reuniones comunitarias en sus salas decoradas.



Seguimos el paseo hasta la llamada Plaza de la Oca con la fuente de Neptuno a un lado. El nombre de la plaza se debe a que antiguamente la fuente estaba decorada con unos cisnes, pero los cisnes estaban tan mal conseguidos que la gente para reírse los llamaba ocas. 


Damos un paseo por el centro de la villa que está plagada de preciosos edificios. Visitamos también la iglesia de san Marcos.


Continuamos el recorrido por las calles principales ascendiendo y viendo algunos edificios pintorescos y palacetes hasta llegar al río Adigio. 

Desde el puente que cruza al otro lado se tienen unas vistas estupendas. 


Hacemos unas fotos y emprendemos el camino hacia Trento.


Al llegar a Trento sigue lloviendo sin parar. Hacemos una corta parada en un parque en el que se encuentra unas de las estatuas más grandes de Europa del escritor Dante Alighieri.

Tras la comida comenzamos a visitar los monumentos más importantes de la ciudad empezando por la iglesia de Santa María la Mayor, una iglesia con una sola nave y uno de los dos lugares en los que se celebró el famoso concilio.

A continuación, nos tomamos un café en la plaza y nos encaminamos hacia el Duomo que es el templo más importante de la ciudad, de tres naves y dedicado a San Virgilio. En un relicario en el altar están sus restos. Este altar imita curiosamente el baldaquín de Bernini de San Pedro de Roma, pero este en mármol y no en bronce.

Desde el Doumo seguimos recorriendo la ciudad y ascendiendo hasta llegar al castillo del Buanconsiglio, que es una maravilla. Hoy está cerrado porque es lunes y no podemos visitar el interior pero sí podemos verlo desde fuera y pasear por los jardines. Merece la pena subir hasta aquí.


Duomo y fuente de Neptuno


Duomo (parte trasera)





Castillo del Buanconsiglio

Ya atardecido continuamos ruta hacia un coqueto hotel de montaña, cerca de Bolzano, donde tenemos el alojamiento, Brückenwirt al Ponte, un hotelito pequeño y sencillo pero muy agradable (Vercrítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g947873-d6212180-r1039914822-Hotel_Restaurant_Bruckenwirt_Al_Ponte-Montagna_Province_of_South_Tyrol_Trentino.html)

 

Martes, 23        BOLZANO


Hoy toca conocer  la villa de Bolzano.

Nos dirigimos, en primer lugar a la plaza del Duomo en la que se encuentra la catedral de la Asunción de María, que tiene un tejado de azulejos de cerámica bastante bonito. El templo presenta unafabulosa combinación de arquitectura románica y gótica y es uno de los principales lugares de interés del centro medieval de esta ciudad. La fachada es de piedra arenisca en tonos rojizos y ocres, decorada con varias gárgolas y un campanario muy alto.

La iglesia por dentro está bien y tiene algunas cosas interesantes como el púlpito o un Jesucristo (perteneciente a la iglesia antigua) colgante.


A continuación paseamos por la ciudad y nos dirigimos al castillo que se encuentra un poco alejado del centro y que solo podemos ver por fuera ya que es propiedad privada y no se permiten visitas. 


Bajamos paseando hasta la zona del mercado, ya que hoy es día de mercado de productos típicos de la zona y compramos unas lascas de tomate seco que están riquísimas.


La siguiente parada será la iglesia de los Dominicos que se encuentra en la plaza del mismo nombre. En un principio puede parecer que no merece la pena entrar ya que es un templo de líneas muy sencillas con un interior distribuido en tres grandes naves. Pero en el interior se guarda un tesoro: los llamados “frescos de San Giovanni” que se encuentran en una capilla escondida tras una portezuela en la segunda nave. Todo el espacio de la pequeña capilla está decorado con unos maravillosos frescos muy bien conservados. Son impresionantes.

Tomamos un vino en una terraza frente a la iglesia y después de la comida emprendemos el camino en dirección al hotel, Park hotel Bellavista, en Calalzo di Cadore, pueblo donde nació Tiziano, a 35 km de Cortina D’ Ampezzo, que es nuestro destino para mañana (Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g1732823-d1867258-r1039915358-Park_Hotel_Bellavista-Calalzo_di_Cadore_Province_of_Belluno_Veneto.html

Durante el camino atravesamos varios lagos y unos paisajes maravillosos. Hacemos una parada para beber algo en uno de ellos que no puede ser más bonito.




Miércoles, 24         CORTINA D´AMPEZZO



Hoy visitamos Cortina D’ Ampezzo, una de las estaciones de esquí más famosas de los Dolomitas.

Cortina es una localidad agradable y bastante pequeña que en invierno debe de estar a rebosar de gente. Prácticamente sólo hay tiendas de lujo, hoteles y apartamentos, como corresponde a una estación invernal famosa.


Hoy el tiempo tampoco nos acompaña y tras visitar el Duomo, Parroquia de los Santos Felipe y Jacobo,  nos vemos obligados a refugiarnos del diluvio en unos grandes almacenes tipo El Corte Inglés. La iglesia principal no es nada espectacular aunque sí lo es el campanario que se encuentra separado del templo y es muy alto, de hecho, puede verse desde cualquier punto de la localidad.

Cuando cesa la tormenta damos un paseo y nos acercamos a una ermita, alejada del centro, pero que merece la pena, Santa María de la Espada, en la que se puede ver, según dicen, la única imagen que se tiene de la Virgen blandiendo esta arma aunque no es para matar infieles sino para apartar las nubes. Curiosa. Justo al lado de la ermita se encuentra el cementerio que es peculiar y merece también una parada.

Tras la comida  ha salido el sol y se ha quedado una tarde bastante agradable así que nos queda tiempo de hacer otro pequeño recorrido por el centro antes de volver.

A media tarde regresamos al hotel y pasamos el resto del día en el spa y la piscina cubierta del mismo. ¡También hay que reservar tiempo para el relax durante los viajes!


Jueves, 25          BELLUNO  -  BASANO DEL GRAPPA 


Hoy abandonamos ya los Dolomitas y pasamos a la llanura en dirección a Verona.

Tras un buen rato en el autobús, y cruzando todo un valle de maravillosos paisajes maravillosos, llegamos al pueblo de Belluno.


Accedemos al casco histórico por una de las puertas que tiene la ciudad antigua, la puerta de Dante.

Ya en la ciudad, que recorremos con un guía, nos dirigimos a laplaza del Duomo para visitar  basílica menor de San Martino, del siglo XV, que es una iglesia con una bonita fachada y un campanario muy alto y esbelto pero un interior, la verdad, bastante normalito aunque contiene algunas obras de arte.


Plaza del Duomo

Damos una vuelta por la Piazza dei Martiri que es el corazón de Belluno y está rodeada de elegantes edificios históricos, incluida la Catedral de San Martino. La vista panorámica que se disfruta desde este lugar es simplemente impresionante, ofreciendo una vista incomparable de los tejados de la ciudad y los Dolomitas al fondo.


Muy cerca de esta plaza se encuentra el Palazzo dei Rettori, un suntuoso palacioque fue la residencia de los rectores venecianos en el siglo XV. Hoy alberga el Museo Cívico , donde se pueden admirar colecciones de arte y artefactos históricos que cuentan la historia de la ciudad. 


Finalizamos la visita recorriendo otras calles del casco histórico, pasando por la plaza del mercado, el precioso Ayuntamiento medieval en color amarillo y con un enorme reloj muy curioso en una torre anexa, hasta llegar a la iglesia de san Stefano que, en nuestra opinión, es mucho más bonita que la catedral y el interior, más interesante con numerosas vidrieras y esculturas.


Desde aquí, finalizado el recorrido, volvemos al autobús y nos dirigimos al pintoresco pueblo de Basano del Grappa  del que es originario el famoso licor de grappa, que es realmente como nuestro orujo y lo hay con sabores, igual también.

Realizamos la visita de la ciudad con el guía que nos conduce por el casco antiguo, explicándonos cada uno de los edificios hasta llegar al punto más fotografiado de la localidad que es el puente cubierto o puente viejo llamado también “el puente de los alpinos” sobre el río Brenta. Fue construido en el siglo XIII, con el fin de unir Vicenza con Bassano del Grappa pero fue destruido por las guerras yel  desbordamiento del rio Brenta.
En 1569, Palladio diseñó fielmente la estructura original, usando madera muy elástica y resistente al agua.

En el casco hirtórico destacan las tres plazas centrales, la Montevecchio, plaza de la Libertad, en la que se alza la iglesia de San Giovanni con su enorme y blanca fachada, y la plaza Garibaldi, presidida por la torre cívica, del siglo XIV. Las tres plazas están alineadas con arcadas que se conectan entre sí. Destacan los hermosos edificios que las flanquean como el Monte de Piedad, el Ayuntamiento o la Loggia del Comune que fueron construidos en el siglo XV. Destaca también un gran reloj astronómico con una esfera de color azul.


Al final del paseo, ya cerca del puente hay un mirador desde el que se disfrutan unas vistas maravillosas del río y del puente. Ese mirador se encuentra una especie de plazoleta en la que hay una estatua, una escultura moderna realizada con placas metálica, de un rinoceronte enorme. Muy curioso y las vistas impresionantes.


Esta tarde tenemos bastante tiempo para recorrer tranquilamente la ciudad así que decidimos visitar también el Museo Cívico que nos han recomendado.

La verdad es que es no es muy grande pero merece mucho la pena. Lo más interesante son todos los frescos que se conservan de las fachadas de las antiguas viviendas medievales y templos, que han sido llevados al museo para protegerlos y se exponen allí.
También hay una colección interesante de esculturas y de pinturas de diferentes épocas. (la entrada vale 8 euros el ticket normal; y el ticket combinado con otro Museo que está a tres minutos vale 11 €. Discapacitados tienen entrada gratis y mayores de 65, precio reducido de 6€)

Finalizado el recorrido y las visitas nos sentamos en una de las plazas a tomar un café típico de allí que le llaman "café frío" y que nos han recomendado, pero ha sido decepcionante ya que se trata de un vulgar café con hielo y  espuma. Habíamos pensado que sería algo más especial.


Desde aquí, tomamos el autobús para dirigirnos a Vicenza donde tenemos nuestro hotel, hotel Castelli (Ver crítica en TripAdvisor: https://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g642194-d296855-r1039915922-Hotel_Castelli-Montecchio_Maggiore_Province_of_Vicenza_Veneto.html)


Viernes, 26         VICENZA  -   VERONA


Vicenza es una ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1994 por veintitrés monumentos del centro histórico y tres villas campestres situadas fuera de la antigua ciudad amurallada, realizadas por el famoso arquitecto Palladio.


Aunque Viceza es conocida por los edificios del arquitecto, realmente esta ciudad no es su ciudad natal ya que él era originario de Padova. A los 13 años su padre se trasladó aquí donde la familia vivió mucho tiempo por lo que es en Vicenza donde realizó la mayor parte de su obra.

Esta ciudad es conocida como “la ciudad de oro” y no sólo por las construcciones palladianas sino también porque en ella tiene lugar cada año la feria internacional de metales y piedras preciosas.

Comenzamos nuestro recorrido por la catedral de Santa María Anunciata que fue totalmente destruida en la guerra; únicamente quedan originales la cúpula de color verde y la fachada de mármol blanco. Los laterales son de ladrillo. Se trata de una iglesia de una sola nave dividida en cinco tramos con techos abovedados y con capillas laterales. Data de mediados del siglo XIII sin embargo parece que se construyó sobre los restos de una basílica paleocristina del siglo V.


A continuación nos dirigimos a la Piazza dei Signori que es la plaza principal del centro histórico. Originalmente fue foro romano y lugar del mercado y es tradicionalmente el centro de los negocios y de paseo de la ciudad. La plaza se llama así por las residencias de los gobernantes y del “capitanio” (representantes de la república de Venecia) que estaban situadas aquí. Tiene forma rectangular y está rodeada de edificios monumentales: en un lado se pueden ver la Basílica Palladiana y la torre Bissara (torre cívica de 82 mts. construida por la familia Bissari en 1174) mientras que en el lado opuesto se elevan la Loggia del Capitaniato, también conocido Loggia Bernarda (obra de Palladio) y el Palazzo del Monte di Pietà con la Iglesia de San Vicente.

A continuación  visitamos el edificio más grande que construyó Palladio en esta villa y que es la “Basílica Palladiana” aunque no se trata de una iglesia. Es un edificio magnífico que, en su día,  albergaba tiendas y comercios en su interior, en pequeñas casitas, como si estuvieran resguardados y protegidos por la enorme construcción. Estaba todo rodeado de arcos con la típica estructura de paladio, llamada sergliana, que es un arco sobre columnas con dos vados rectangulares a los lados. La primera planta era un balconada cubierta grandísima que rodeaba también el edificio y en la parte más alta, primer piso, estaban las casitas de las que se ha conservado solamente una foto. En la parte superior del edificio había un enorme salón de reunión encima del primer piso.

Justo frente a la basílica se pueden admirar dos grandes columnas, una con el santo patrón y otra con un león en la parte superior. Estas columnas son típicas  de todas las ciudades del norte de Italia. El león tiene siempre un libro entre las patas cuyo significado, según la leyenda, es que si el libro está abierto la ciudad se rindió a los enemigos y abrió sus puertas para que no hubiera derramamiento de sangre; mientras que si el libro está cerrado, la ciudad se resistió, no dejó entrar a los enemigos y fue tomada por la fuerza.


Desde la plaza nos adentramos en las calles más importantes del casco histórico

que están flanqueadas por casas señoriales y palacios. Es curioso destacar que las calles en las que se situaban las mejores mansiones siempre presentaban una leve curvatura (nunca se construían rectas) para así poder contemplar mejor las fachadas de estos edificios y no sólo su perfil.

Desde aquí nos encaminamos  hacia la iglesia de la Santa Corona, una iglesia con una fachada sencilla y un gran rosetón en ella. El interior no está mal.  Se trata de una iglesia dominica que fue construida en 1261 para albergar la reliquia de la Santa Espina donada por el rey Luis IX, rey de Francia, al obispo de Vicenza. Hoy día pertenece al ayuntamiento y hay que pagar para entrar (3€). El templo es también importante, aparte de la reliquia, porque albergaba el tribunal de la Inquisición.

La visita de Vicenza se completa con la entrada al magnífico Teatro Olímpico de Palladio que es el primer teatro cubierto del mundo y obra cumbre de Andrea Palladio quien se inspiró para proyectarlo en los teatros romanos descritos por Vitrubio. (La entrada cuesta 12€)


Fue encargado en 1580 por la Academia Olímpica y el proyecto se inició el mismo año, aunque Palladio no lo vio concluido ya que murió en esa fecha.

El teatro se inauguró el 3 de marzo de 1585 con la puesta en escena de Edipo Rey de Sófocles Se accede al recinto a través de dos salas: Odeo y Antiodeo, realizadas por otro arquitecto vicentino, Vincenzo Scamozzi, y decorado con frescos de Francesco Maffei, que representan divinidades y figuras alegóricas y por un friso monocromo.

El interior imita la ambientación al aire libre de los teatros clásicos, con un monumental escenario rectangular desde cuyos accesos se desarrollan siete escenarios de madera en perspectiva, que representan las calles de Tebas, realizadas para el espectáculo de inauguración por Scamozzi, y que han llegado intactas hasta nuestros días.

Completa la estructura, una cávea semielíptica de trece gradas, coronada con una columnata.


Es una estructura impresionante y una visita imprescindible; tanto el auditorio como el escenario son espectaculares.  

Con esta imagen en la retina abandonamos Vicenza en dirección a nuestra última parada de este viaje: Verona cuyo casco histórico fue añadido a la lista del Patrimonio de la Humanidad en el año 2000 por la conservación de prácticamente todos los bastiones de la muralla de la ciudad y San Michele Extra, un barrio histórico que se construyó fuera de las murallas de la ciudad.

Comenzamos nuestra visita atravesando el puente de la Victoria y girando a la izquierda por donde se accede al casco histórico, pasando una gran puerta de la ciudad que acaba de ser restaurada. Llegamos a la plaza Erbe o del Mercado, en el corazón del centro histórico, que es la más antigua de la ciudad y se construyó sobre el foro romano. En ella se encuentran algunos de los edificios más notables como el Palacio Maffei, una obra maestra barroca con una fachada ornamentada con estatuas de deidades clásicas y terraza panorámica impresionante . Hoy es un museo en el que se exponen más de 700 obras que cuatro mil años de historia, desde el arte egipcio hasta los antiguos maestros venecianos como Canova, pasando por Hokusai, Picasso, Magritte, Modigliani...


La misma plaza alberga también La Casa dei Mazzanti, una serie de casas contiguas que fueron construidas desde la Edad Media hasta el siglo XVI. Eran residencias y llama la atención que todas las fachadas aparecen cubiertas de frescos; la Torre dei Lamberti, un campanario románico-gótico que se eleva sobre la plaza a 84 metros, ofreciendo unas maravillosas vistas panorámicas de Verona; o la Fuente de la Virgen de Verona, una fuente renacentista con una estatua romana del 380 d.C. que representa a la Virgen sosteniendo unas cadenas metálicas en las manos. Data de 1368 y fue construida a partir de materias recuperadas de la Arena y de los antiguos baños romanos.


A continuación seguimos ruta, atravesando el Arco de la Costa, por una pequeña calleja que nos conduce a la Piazza dei Signori, o Plaza de los Lores, más pequeña que la anterior pero muy coqueta. Fue el centro de la vida política bajo la familia Scaligeri y actualmente alberga importantes edificios como el Palacio del Consejo, obra maestra del Renacimiento que fue sede del consejo de gobierno de Verona y que muestra refinadas influencias clásicas. Sólo contemplamos los edificios desde el exterior.

En el centro de la plaza destaca también una gran estatua de Dante Alighieri que se erigió para conmemorar la hospitalidad que la familia Della Scala le ofreció al poeta durante su exilio.


Siguiendo por la misma calle se llega a Santa María de la Antigua, una preciosa iglesia que se ubica frente a las impresionantes tumbas scaligeras del siglo XIII (de la familia Scaligeri).  Esta pequeña iglesia remonta sus orígenes al siglo VII, pero los únicos restos que sobreviven de este siglo es un fragmento de piso de mosaico blanco y negro. La mayor parte de lo conservado data del siglo XII. El edificio actual se utilizó como capilla privada de la familia Scaligeri de Verona de ahí que esté ubicado junto  a ella el cementerio familiar.


Dejando estos monumentos a la derecha se llega a una plaza en la que se alza otra de las iglesias importantes de la localidad: Santa Anastasia cuyo interior no visitamos limitándonos a contemplar la fachada; junto a ella, sobre un arco anexo, se ubica la tumba mausoleo de Guglielmo da Castelbarco, un poderoso señor feudal y alcalde de Verona que contribuyó a la construcción de Santa Anastasia. Se enfrentó al obispo de Trento y al parecer se ganó la excomunión por ello.

Santa Anastasia es la mayor iglesia de Verona y un ejemplo magistral del gótico italiano. Empezó a construirse en 1290 con la contribución de la familia Scaligeri y otras familias de Verona. Llama la atención la homogeneidad cromática del templo en color rojo donde destaca el pórtico en franjas de mármol rojo, blanco y negro. También son famosas las pilas bautismales de la entrada, sostenidas por jorobados, figuras que representan los esfuerzos realizados para construir la basílica. Se dice que tocar su joroba trae buena suerte.

Abandonamos la zona ahora para dirigirnos al punto más conocido mundialmente en Verona: la casa de Romeo y Julieta y el famosísimo “balcón de Julieta” que inmortalizó William  Shakespeare. La casa de los Montescos (Romeo) sólo se puede ver desde el exterior, mientras que la de los Capuletos (Julieta) se puede recorrer interiormente, tanto la casa (que hoy es un museo en el que se expone mobiliario original) como el famoso patio al que se asoma el balcón. La entrada cuesta 12€


La verdad es que la muchedumbre es increíble. Hay una cola bastante larga para acceder y una vez dentro es imposible moverse ni hacer fotos decentes por los cientos de turistas que se agolpan en un espacio no demasiado grande. Resulta un poco agobiante. En el patio se alza una estatua en bronce de la bella Julieta que la gente toca a saber para qué.

Para concluir la visita a esta localidad nos acercamos a la famosa Arena de Verona, un anfiteatro romano, conocida por las producciones de ópera que se realizan en él (Festival de Verona) gracias a su impresionante acústica. Se trata de una de las estructuras de su estilo mejor conservadas. El edificio fue construido en el año 30 d. C. en un lugar que entonces estaba fuera de las murallas de la ciudad. Los ludii (espectáculos y juegos) que se escenificaban en él eran tan famosos que los espectadores solían venir desde muchos otros lugares, a veces muy distantes. Para disfrutarlos. El anfiteatro tiene una capacidad para 30.000 espectadores.


Cerca de la Arena, compramos unos recuerdos, nos tomamos un aperol y unos granizados y nos dirigimos al bus para regresa al hotel.



Sábado, 27

Hoy temprano nos dirigimos a Milán desde donde volamos a Madrid y con ello concluimos este precioso viaje por los montes Dolomitas y lagos del norte de Italia.

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